CAPITULO 51 - La Mentira

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Cecilia sentó su copa de vino sobre la mesa...

"Cuéntame qué has hecho de tu vida estos últimos meses, que te mantuviste bastante perdida."

Aurora miró a Antonio disimulando una leve sonrisa.

"Me case."

"De nuevo?"

"Cecilia." Antonio volvió hacia ella disgustado llamándole la atención.

"Perdón querido, pero es que pensé que después del trago amargo que le dejó tu hermanito... lo pensarías dos veces."

"Ya vez."

"Y el afortunado? Supongo que es mexicano?"

"Si. Es veterinario."

Cecilia hizo un esfuerzo para no ahogarse con el vino al escucharla.

"Baya." miro a Antonio. "Que si cambian los gustos. Nunca te imagine admiradora del campo."

*

Habitación 620 del Hotel

"Ahí están bien señor?" le preguntó el muchacho de botones al colocar la maleta de Andrés a un lado del closet.

"Si." dijo dándole su propina. "Aquí tienes."

"Gracias."

El muchacho se retiró. Andrés tomó unos pasos hacia la ventana admirando el paisaje. La ciudad era inmensa y en ella estaba Aurora.

Andrés llegó hacia la mesita de noche al lado de su cama y tomó el teléfono. "Sí señorita. Podrían conseguirme un taxi, gracias."

*

El chofer de Antonio se ha estacionado frente al hotel, a unos pasos de Aurora y el...

"Te ruego que la disculpes."

"No te preocupes, que ya la conozco. O se te olvida que estudiamos juntas toda nuestra adolescencia. Además es obvio que aún sigue siendo bastante celosa."

Antonio sonrió levemente junto con ella.

"¿Estás segura que no quieres que te acompañe?"

"Segura."

"Entonces aceptas una invitación a cenar?" ella por un instante quiso negarse pero él tomó su mano. Tenía siempre una forma de convencerla. "Anda. ¿Por los viejos tiempos?"

Ella sonrío.

"A ti no te puedo negar nada. Está bien..."

"Entonces pasaré por ti a las ocho?"

"A las ocho."

Ella se despidió con un dulce beso en la mejilla, subiéndose al coche ante la tierna mirada de él.

<< * * * >>

Habitación 620...

Después de un día intenso de búsqueda Andrés terminó frustrado dentro las cuatro paredes de su habitación. Ni un rastro de ella. Había ido a la dirección que su padre logró conseguir, pero ahí se negaron a darle algún tipo de información. Ya la noche había caído sobre la ciudad y parecía tan viva que como en el día.

"Aurora..." recargo su mano sobre el arco de la ventana mirando el paisaje. "Mi Aurora..." dijo tristemente cerrando los ojos. "Donde estas amor?..."

*

Penthouse de la Ciudad...

Sofía sonrió maliciosamente...

"Bien. Y que le dijiste?" le pregunto al hombre de seguridad del edificio.

"Lo que usted me instruyó. Que aquí no vivía la mujer que él buscaba... insistió pero lo amenace con llamar a las autoridades."

"Aquí tienes lo acordado." Sofía le entregó media docena de billetes de a cien. "Ya sabes que hacer si regresa."

"Sí señora. Con su permiso."

El hombre salió del penthouse, despertando la curiosidad de Aurora al bajar las escaleras...

"¿Qué hacía Arturo aquí?"

"Nada en particular." Sofía sonrió. "¿Vas a salir?"

"Con Antonio."

"Me alegra ver que has decidido abandonar tu encierro. Ya verás que pronto te volverá el amor por la ciudad como antes..."

"Aún no es un hecho que me quede aquí. Andrés debe estar hecho una fiera por lo que le hice."

"Olvídate de él. Y mejor disfruta de la noche."

El timbre de la puerta suena...

"Ese debe ser Antonio."

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