CAPITULO 42 - La Trampa

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"¿Te vas?" dijo Victoria mirando Andrés colocarse las botas y su chamarra.

"Voy tras mi esposa." recogió su sombrero alejándose fríamente de ella.

"Para que?"

"Como que para que?" se dio la vuelta enfurecido. "Victoria yo no se como llegue aquí, ni mucho menos como termine en tu cama."

Una dulce sonrisa se dibujó sobre los labios de Victoria.

"Qué vaga memoria tienes." se había detenido ante él. "Fuiste tú el que se apareció en mi puerta, jurando que no me podías olvidar..." llevó su mano a subir del abdomen de él hacia su pecho, acercándose aún más con la intención de besarlo. "Que he sido la única. ¿Quieres que entre en detalle?"

"Estaba borracho. Fuera de sí..."

"Dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad. Y en el fondo aunque te niegues a aceptarlo una parte de ti sigue siendo mía."

Sus labios estuvieron apunto de rozar los de él.

"Lo nuestro se convirtió en deseo... pasión... el extasié del momento... Amor? Amor es lo que acabo de destrozar... lo que acabo de perder."

"Lo nuestro también fue amor. Limpio... puro..."

"Y tú lo ensuciaste. Tu. Con tus mentiras... y tus engaños."

"Aún podemos recuperar ese amor... esos sueños que teníamos de pequeños." ella enredo sus brazos alrededor de él, queriendo retenerlo. "Cuando jugábamos en las cascadas al príncipe que rescataba a la princesa, lo recuerdas?"

Él la tomó de los brazos apartándola de él. "Da la casualidad de que mis sueños ya no son los tuyos."

"Por ella?"

"Si..." respondió Andrés con la mirada entristecida. "Por ella."

*

"No has dicho una sola palabra desde que dejamos esa casa." David tomó unos pasos acercándose a Aurora. Estaba sentada en uno de los sillones de la sala de su propia casa. La misma que Andrés había adquirido unas semanas atrás. Con cuánta ilusión la habían decorado juntos.

"¿Estás bien?" preguntó David volviendo a quebrar el silencio.

"No." sus ojos hacían un esfuerzo por detener las lágrimas que los inundaban. "Pero lo estaré... quiero estar sola."

"No creo que sea conveniente en tu estado." él se hincó en una rodilla a un lado de ella. "Recuerda que cargas dos pequeños que dependen de ti."

"Vete, por favor."

Había remordimiento en la mirada de David que caía al piso.

"Perdóname." toma la mano de ella. "Hubiera dado cualquier cosa por haberte ahorrado ese momento." volvió a mirarla. "Solo quiero que tengas en cuenta que este será el primer sitio al que él venga a buscarte."

Su mirada fría y llena de lágrimas se clavó sobre él. "Tenemos varias cosas de qué hablar ¿no te parece?"

"De acuerdo."

El la contempló con preocupación levantarse e irse. Era evidente que no tenía ganas de hablar ahora que se encontraba perdida en sus pensamientos.

*

Aurora camino por la casa... por cada paso que daba un recuerdo de él se daba vida en su mente. Sus sonrisas... sus caricias... sus besos. Se preguntaba si habían sido fingidos. Era como una pesadilla, de la cual quería despertar.

Llegó hasta la recamara, estaba tal y como la habían dejado ayer por la tarde.

"¡Maldito!" Ella tomó lo primero que encontró en el tocador y lo aventó con todas sus fuerzas. Necesitaba desquitar toda la rabia que sentía por dentro. "Traidor!" ella estrelló el espejo cayendo al piso desolada. "¡Infeliz!"

Empezó a llorar como nunca lo había hecho... como nunca lo volvería hacer.

*

Andrés sentía el suave roce del aire fresco de la mañana pegarle, sentado en la caja de la camioneta de un extraño que amablemente le había dado un aventón. Su mirada estaba perdida sobre la foto del ultrasonido...

<< "Dijiste hijos... no hijo." El recuerdo de Andrés lo llevaba a estar parado ante una radiante Aurora hace apenas unas horas en su fiesta de cumple años.

"Si. Tal parece que son gemelos." ella dijo.

"Como en dos?"

"Como en dos a la vez, si." >> Andrés acarició la imagen con el pulgar de sus dedos, dejando que las lágrimas cayeran por su rostro.

*

"Todo salió tal y como fue planeado." Victoria sirvió una copa de tequila. "No sospecho nada, al menos no hasta ahora."

Se dio la vuelta entregándole la copa a David.

"Pero lo hará. Mi hermano no es estupido Victoria."

Ella sonríe levemente.

"Anímate y quita esa cara cuñadito. Mira que quien iba pensar que las cosas nos podían salir tan bien. Y para el beneficio de ambos. Para tener malicia siempre se debe de mantener la cabeza fría."

"Claro, si tu eres la experta. En cambio yo..."

"Eres un hombre enamorado."

David sonrió amargamente pensando a sí mismo. << Como si eso fuera un consuelo. >>

*

"Aurora!" grito Andrés entrando por la puerta. "Aurora..." la llamó una vez más. Recorrió media casa hasta llegar a la recamara. Dio unos pasos pasando la puerta viendo con asombro a su alrededor. Estaba completamente destrozada. Objetos y vidrio quebrado por el piso... y ella. Aurora ahí. Parada al aire libre sobre el balcón de la recámara, con la mirada perdida.

"Lamento haberte arruinado la mañana." dijo ella sarcásticamente presintiendo sus pasos.

"Aurora..."

Ella volvió a mirarlo fríamente.

"Si piensas justificarte. No me interesa escucharte, para mi estuvo bastante claro lo que vi."

"Por favor Aurora."

"Quiero el divorcio Andrés."

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