CAPITULO 65 - Accoralada

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"Tengo a tu minita de oro... te estaré esperando en la hacienda abandonada a las afueras de La Oliviera." Dos oídos escuchaban atentamente la voz de Fátima a través de la bocina de un celular. "No tardes."

Andrés alejó el celular de Darío que ahora se encontrará en el piso inconsciente clavando su mirada sobre su hermano David.

"Fátima tiene a Aurora." Andrés susurro. "Ella la tiene."

Aventó el celular sobre la cama, queriendo salir corriendo pero David se interpuso.

"Espera. ¿Qué piensas hacer?"

"Tiene a mi mujer y estoy seguro que también a mi hijo."

"Puede ser una trampa." David gritó mirándolo salir corriendo. "Andrés!"

David miró el cuerpo inconsciente de Darío y no dudó un segundo en salir tras los pasos de su hermano...

*

Establos Abandonados...

"Me da la impresión de que no has tomado mi propuesta en serio?" dijo Juancho acercándose a Fátima por detrás.

Ella miró su celular alejándose haciendo un esfuerzo enorme para aguantarse las ganas inmensas que tenía de reírse en la cara de este infeliz. De verdad estaba convencido de que ella pudiera poner su futuro en manos de un don nadie como él?

"Te quiero Fátima." él se acercó a ella, tomando sus hombros entre sus manos. "Te quiero como a nadie. He soñado miles de veces con que fueras mi esposa. Con poder llamarte mía."

"Por dios." rodó sus ojos hacia arriba harta de tanta cursilería. "De verdad no creo que este sea el momento para tus declaraciones. Mucho menos una propuesta de matrimonio."

"Ningún momento es malo para decirle a alguien que lo amas. Solo mira en lo que me he convertido por ti."

Fátima volvió a encararlo sin poder evitar que una fría sonrisa brotara de sus labios.

*

Casona de hacienda La Oliviera...

"La encontramos en el sótano, estaba amordazada y golpeada." dijo un oficial entrando a la sala ayudando a Sofía apoyarse sobre él al apenas poder sostenerse de pie.

"Señora Sofía?" dijo Martina sorprendida.

"¿Puede decirnos quien la tenía ahí señora?" preguntó el Comandante.

"Fátima." la ayudaron a tomar asiento. "Esa maldita y su cómplice me encerraron ahí."

"Cómplice?"

"Darío Montes. El ex esposo de mi hija Aurora... esos infelices la secuestraron."

*

Establos de hacienda La Oliviera...

"Se puede saber en dónde demonios te habías metido?" gritó Vicente molesto estremeciendo a Juancho que terminaba de desmontar su caballo.

"Padre." volvió a mirarlo nerviosamente.

"Te hice una pregunta. Hace horas que los otros regresaron... y cuando les pedí razón de ti no supieron dármela."

"Me fui por la orilla del río... hacia el sur. Para haber si había señales de algo."

"Ah." Vicente lo miró no muy convencido. "Y?"

"No... encontré nada." intento mirarlo a los ojos. "¿Usted sabe que está pasando en la casona? Porque el comandante y sus hombres están aquí?"

"Esperan a la señorita Fátima."

"¿A la señorita? Porque?"

"Porque según ellos... Ella tuvo mucho que ver en la muerte del joven Gustavo y la desaparición de la señorita Aurora y Sebastian. Además de que intentó matar a Don Nicolás." Fueron las últimas palabras las que estremecieron a Juancho hasta dejarlo trastornado...

*

Casona de hacienda La Oliviera...

"¿Se puede saber qué está pasando aquí?" Fátima se había detenido ante la puerta principal de la casona. Los ojos de todos se habían postrado sobre ella. "¿Qué hacen todos ustedes en mi casa?"

"Señorita Fátima Olivier?" dijo el Comandante surgiendo de la sala. "Queda usted bajo arresto por el asesinato de su hermano Gustavo Olivier y el secuestro de la señora Aurora Olivier y sobrino Sebastian Olivier."

"De qué está hablando? Acaso esto es una broma?"

"Al contrario señorita esto es bastante serio."

El comandante le dio la orden a dos de sus hombres para aprenderla.

"No se atrevan a tocarme!" grito Fátima al ver que la cercaban. "Usted está loco. Cómo se atreve acusarme a mí de una cosa tan siniestra de matar a mi propio hermano... mucho más secuestrar a mi sobrino?"

"Tendrá que acompañarnos."

"Yo no voy con ustedes a ningún lado."

"Si se resiste. Complica las cosas aún más para usted."

"Complicarlas. Pero si son disparates lo que usted está diciendo."

"Tu de verdad crees eso querida?" dijo Sofía apareciendo por detrás del Comandante. "Son simples disparates?"

*

Hacienda Abandonada de la Región...

"Parece que este lugar sigue igual de abandonado." dijo David caminando cuidadosamente detrás los pasos de Andrés entre la oscuridad de la noche.

"Aquí era. Así que aquí tienen que estar. Creo que va ser mejor que nos separemos... tú síguele por aquí y yo me voy a ir por acá." dijo dándole señales.

Los dos hermanos siguieron sus caminos respectivos sin imaginar que estaban tan cerca...

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Las lágrimas rodaban por el rostro de Aurora mientras sus pensamientos se iban hacia Andrés y sus hijos. Deseaba con todas sus fuerzas que dios le hiciera el milagro de volver a verlos.

Unos ruidos entre la oscuridad la estremecieron...

"Aurora." escucho a Andrés decir. Era él, su voz. Volvió a mirar la figura que se movía entre la oscuridad hacia ella.

"Aurora..." dijo él llegando hacia ella quitándole la mordaza. "Mi vida."

La besó una y otra vez.

"Andrés." ella lo miró creyendo que estaba soñando. "Eres tu."

Él la abrazó fuertemente.

"Claro..." él tomó el rostro de ella entre sus manos pudiendo respirar en alivio, llenando sus labios de una enorme sonrisa. "Claro que soy yo. Y te voy a sacar de aquí... Todo va a estar bien."

El empezó a deshacer las cuerdas que enredaban sus manos y pies hasta liberarla completamente. La apoyó entre sus brazos y ambos salieron del oscuro y abandonado lugar...

"Sebastian." dijo Aurora deteniendo sus pasos y los de Andrés. "Debe estar aquí. Nos separaron..."

Andrés volvió a sus alrededores. Buscando alguna señal del niño o David.

"¡Tío!" grito Sebastian corriendo hacia ellos echándose a los brazos de Andrés. "¡Tío viniste!"

"Chaparro." lo abrazo. "¿Estás bien?" dijo revisándolo de pies a cabeza. Estaba completo. Ambos estaban completos...

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