ACUERDATE DE MI

CAPITULO 47 - El Error Mas Grande

"Gracias Lupe." Andrés tomó la tasa que la sirvienta le ha ofrecido con una amable sonrisa. "Ya te puedes retirar por hoy."

"Como usted diga. Que tengan buenas noches."

La sirvienta bajó la cabeza y se retiró. Dejando a Andrés sentado sobre la mesa de centro delante Aurora que desde el sillón mantenía su mirada perdida sobre la lumbre encendida de la chimenea.

"Tomate este té. Es un viejo remedio de mi tía."

Aurora volvió su mirada hacia él, tomando la taza entre sus manos.

"¿Ya estás más tranquila?"

"Un poco." bebió del té. Mientras Andrés la contemplaba con miedo al no saber la reacción que causarían sus próximas palabras.

"Hay algo de lo que quiero hablar contigo. Algo que me gustaría que lo escuches de mi antes de que Victoria crea conveniente venir a decirte."

"Hay mas?"

Andrés mordió sus labios con amargura levantando su vista para verla.

"Victoria y yo no solo compartimos la criatura que acaba de perder, si no a otro también."

"Otro?" dijo Aurora suavemente en asombro. "Como que otro?"

"Sebastian."

*

Dispensario de Pueblo San Francisco de los Reyes

Victoria volvió a despertar dentro el frío cuarto de la clínica presintiendo la fuerte mirada que la mirara.

"¿Qué haces aquí?" dijo estremeciéndose.

Gustavo sonrió fríamente sentado en una silla a unos pies de la cama.

"¿Qué pasa, mi vida? Te sorprende ver a tu marido cuidándote?"

Victoria se sentó sobre la cama mirando a su alrededor queriendo gritar pero no se atrevió.

"Pero quita esa cara de espanto." Gustavo se levantó tomando unos pasos hacia ella.

"Por favor Gustavo, lárgate si no quieres que empiece a gritar."

El dejó escapar una suave carcajada.

"Hazlo. Handa." se apoyó sobre la cama. "Pero solo déjame advertirte que nadie va a venir..."

"Acabo de perder a mi bebe por culpa de la maldita de tu media hermana. Y ahora tu..."

Gustavo perdió el control ante tanto cinismo tomándola del cabello presionándola contra la cama.

"Acaso no te cansas de mentir? De fingir?"

"¡Suéltame!" ella forcejeaba con el. "¡Suéltame me lastimas!"

"Aun no termino de explicarme lo ciego y lo estupido que fui." el dolor se acumulaba en la mirada de él, mientras la atracción física que aún lo ataba a Victoria lo empezaba a dominar deteniendo sus labios ante los de ella. "Como demonios no me pude dar cuenta de lo manipuladora y mentirosa que siempre has sido?"

"Auxilio!!" grito desesperada. "Ayúdenme!"

"Escuche cuando dijiste que nunca estuviste esperando ningún niño. Que todo tu embarazo fue una farsa!"

*

"Sebastián? Es tu hijo?" dijo Aurora sin poder creer lo que acababa de escuchar. De pronto el recuerdo de aquella foto en la sala de la casa Del Valle de los tres hermanos de pequeños se le vino a la mente. << El parecido entre Andrés de pequeño y Sebastian. >>

Ella se levantó del sillón poniendo la tasa sobre la mesa a un lado de Andrés.

"Victoria tuvo la delicadeza de decírmelo hace unas semanas. Me imploraba que la ayudara a recuperar a Sebastian de las manos de Gustavo. Que según ella lo había secuestrado."

"Gustavo jamás le haría daño, adora ese niño más que a su vida."

Andrés sonrió amargamente.

"Lo sé. Pero también podría llegar a odiarlo igualmente al descubrir la verdad. Tu hermano me odia."

"Y sus motivos no se te hacen válidos? Ponte en su posición. Victoria y tú se burlaron de él por años, y cualquier hombre con un poquito de dignidad querría mínimo matar al infeliz."

*

Dispensario de Pueblo San Francisco de los Reyes

La pequeña habitación estaba dominada por el silencio, mientras detenido tan cerca de los labios de ella las miradas de Gustavo y Victoria permanecían encadenadas.

"Qué más te da si estuve embarazada o no..." dijo ella dibujando una fría sonrisa. "En algún momento te tuvo que cruzar por la mente que si lo estaba no era tuyo. Por años te fingí amor y placer... y tu tan imbécil simplemente te conformabas con lo que te ofrecía. Nunca cuestionaste ninguno de mis movimientos, de mis palabras."

"Porque te amaba... te adoraba."

"Aún me amas." ella aprovechó los centímetros que lo separaban para intentar besarlo. "Para tu desgracia." dijo antes de besarlo.

El la empujó bruscamente.

"Y para la tuya, aún eres mi esposa. Y lo serás hasta el día que uno de los dos muera. Por lo tanto regresaras a La Oliviera conmigo."

"Yo no voy a regresar a ese lugar."

"Lo harás! Y lo harás porque ahí está nuestro hijo. No creo que él merezca darse cuenta aun el tipo de porquería que tiene como madre."

*

"A dónde vas?" preguntó Andrés al ver que Aurora se colocaba su abrigo.

"Voy a salir, no puedo estar un minuto más aquí... Necesito aire fresco."

"A esta hora? Sola?"

"Soy lo suficientemente capaz de defenderme. No te preocupes."

Y así Aurora se dio la media vuelta y salió por la puerta sellándola por detrás de ella. El último mes de su vida había sido una mezcla de el paraíso y el infierno mismo. Empezaba a creer que el casarse con Andrés Del Valle había sido un error.

Andrés dio vueltas por la sala en desesperación y miedo. Miedo a perder a la única mujer que ha sido capaz de amar como a ninguna otra.