CAPITULO 9 - Un Caballero

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"Ya no puedo más." dice Aurora caminando unos cuantos pasos detrás de Andrés. Ambos completamente empapados por la lluvia. "Estoy muy cansada, empapada y tengo mucho frío."

"Falta poco." dijo Andrés siguiendo el camino.

"Y si estamos perdidos? Esto nos pasa porque tuvo la brillante idea de tomar su atajo."

Andrés volvió a encararla, poniéndole un alto a sus pasos y quejas.

"No estamos perdidos."

"Entonces explíqueme porque estoy parada aquí en el medio de la nada, sin alguna señal de vida." Andrés rueda sus ojos devolviéndose a tomar a Aurora y echarla sobre su hombro, ante la resistencia de ella. "Qué le pasa! Suélteme!!" le gritaba pegándole. El camino era largo y por lo menos así avanzaría más...

*

Pueblo de San Francisco de los Reyes

"Bueno." Blanca cerró las ventanas de la casa Del Valle, mientras un relámpago encendía el cielo sobre el pueblo. "Tal parece que esta tormenta viene fuerte."

Don Armando no decía nada. Ni siquiera había escuchado una palabra que Blanca le dijo. Encendiendo un cigarrillo serio. Su mirada perdida sobre el fuego de la chimenea.

"¿Te pasa algo?" Blanca preguntó preocupada.

"¿Qué cosa?" dice Don Armando saliendo de sus pensamientos.

"En qué mundo estás? Llevas días así."

"Discúlpame." inhalo un poco de su cigarrillo. "No soy la mejor compañía, lo sé."

"Como me dices eso. Después de haber compartido tantos años juntos."

Don Armando sonrió tristemente mirándola, pensando en todo lo que esta mujer había renunciado. Un marido... hijos propios...

"Tu sabes que no me alcanzara la vida para agradecerte lo que hiciste por mi hijos y por mi." él extendió su mano tomando la de ella. Habían sido tantos años de una fiel amistad.

"Hablas como si hubiera sido un sacrificio."

"Pudiste haber construido tu propia vida, sin embargo te quedaste. Levantando los pedazos que tu hermana dejó."

"Ana Lucía está muerta y enterrada. Ese fue el pacto que hicimos por el bien de todos. En especial por tus hijos."

"Si, pero los tres ya son hombres. Y no hay secreto que permanezca oculto para siempre."

"El nuestro si."

Don Armando bajó su mirada con dolor.

"Sabes que Sofía ha regresado, está en la hacienda de La Oliviera como esposa de Nicolás. Y si ella regresó... Ana Lucia también lo puede hacer."

*

Andrés y Aurora aparecieron por las puertas de un local que más que nada parecía una cantina.

"Buenas." dice Andrés deteniéndose ante la barra.

"Como le va." Le dijo la cantinera con una coqueta sonrisa. Era joven, atractiva y un poco fácil a la vista. "En que le podemos servir?"

Las miradas que esta mujer y Andrés se empezaban a intercambiar despertaban algo terrible en Aurora.

"Puede empezar por servirme un tequila doble por favor."

"Beber es lo único que se le ocurre hacer?" dice Aurora en un fuerte tono deteniéndose detrás de él con los brazos cruzados.

Él sonrío bebiéndose el trago de un solo bocado.

"Es para el frío." hizo un gesto al sentir el alcohol que quemaba su garganta. ¿Gusta uno?"

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