Cuando lo abraces... lo beses... cuando lo acaricies... y le dediques una sonrisa... Acuérdate de Mí.
Aurora llega con un objetivo en mente al pequeño pueblo de San Francisco de los Reyes, causar caos en la vida de sus medios hermanos Fátima y Gusta...
Aurora lo miraba incrédulamente haciendo un esfuerzo inútil para cubrirse.
"¿Qué te pasa? Estas loco?"
"Si." dijo Andrés con su sonrisa descarada mirándola de pies a cabeza. "Pero loco por besarte."
Cerró la cortina metiéndose entre el agua acorralandola contra la pared. Tenía una necesidad incontrolable de tenerla entre sus brazos. Mientras sus miradas estaban entrelazadas la una a la otra, diciendo más con ellas que con mil palabras.
"Para no tener recuerdo alguno de nosotros si que eres atrevido."
"Pensé que quizás me podrías refrescar un poco la memoria..." dijo estando tan cerca de ella.
Unieron sus labios y sus cuerpos en un dulce y apasionado beso. Y hicieron el amor bajo el agua de la regadera. Entre caricias que quemaban la piel.
En esos brazos Aurora perdía la razón y el sentido del tiempo. Mientras los labios de él recorrían su cuello, bajando a navegar por los valles de su cuerpo...
*
Casona de la hacienda La Oliviera...
"¿Estás seguro de lo que vas hacer?" dijo Don Armando no muy convencido de las órdenes que se le acababan de dar. "Mira que llevarlo hasta ese extremo?"
"Que acaso tengo que repetírtelo?" le contestó Gustavo fríamente. "Esa demanda debe proceder hoy mismo, quiero a esa ladrona donde merece estar. Refundida en una mendiga celda por muchos años."
"Nicolás sabe de esto?"
"Mi padre está cegado por ellas."
"Es su hija."
"Una bastarda a la que impuso en nuestra presencia y le pagó de la peor manera."
*
Pueblo de San Francisco de los Reyes
"Así que te hiciste el loquito?"
Aurora preguntó ayudando a Andrés a ponerse su camisa.
"¿Algún problema?" dijo atrayéndola aún más cerca besándola.
"Eres un chantajista."
"Loco..." cerró sus brazos alrededor de Aurora. "Un loco chantajista al que tienes idiotizado."
Aurora sonrió dulcemente, acariciando su rostro.
"Huiste de mí... te fuiste dejándome una absurda nota. Y cuando oí tu voz..." Unió su frente a la de ella, y cerró sus ojos inhalando su presencia. "Tu dulce voz diciéndome que sin mi tu tampoco podías vivir. No pude arriesgarme a que cruzaras por aquella puerta."
"Y eso fue lo primero que se te ocurrió?"
"¿Fue genial no?" dijo sonriendo.
Ella lo contempló con una dulce mirada.
"Yo también te amo." beso sus labios. "Mucho más de lo que imagine poder querer a alguien."
Sus brazos la enredaban sintiendo que entre ellos estaba más que protegida.
*
Hotel de el Pueblo de San Francisco de los Reyes
"Así que Andrés Del Valle estaba más vivo que muerto..."
Ricardo frotaba maliciosamente su barbilla, parado ante el mostrador del lobby del pequeño hotel.
"Eso fue lo que me informaron. Si que tuvo suerte... no todos salen vivos de un accidente como ese. Dicen que su camioneta cayó por un barranco... también parece que fue otro inocente cristiano que había recogido por la carretera que pagó las consecuencias, fue el que quedó atrapado y murió calcinado."
<< Maldita sea su suerte. >> pensó Ricardo. El encargado del hotel recobró su compostura al mirar que por la puerta aparecía la arrogante figura de Darío.
"Mi llave." dijo este último.
"Aquí tiene patrón."
"No he recibido ninguna llamada?"
"Ninguna hoy."
La presencia de Darío parecía fuera de lugar para un sitio como ese, llamando la atención de Ricardo que lo miró de reojo alejarse con intriga.
"Y este?"
"Se poco de él. Pero por el porte que se carga parece que viene de buena familia. De por aquí no es..."
*
Pueblo de San Francisco de los Reyes
Aurora caminaba con curiosidad por la sala de la casa Del Valle. No era ni una porción más grande que la casona de La Oliviera pero tenía una sensación de hogareño que no se explicaba. Un hogar. Algo que ella nunca tuvo. Recuerdos rodeaban la habitación, llegando hasta detenerse ante un retrato sobre el manto de la chimenea. De él se reflejaban tres pequeños sonrientes, uno de ellos despertó la inquietud de Aurora al darse cuenta sus facciones... incluso su sonrisa eran tan parecidas a las de...
"Hola."
Aurora volvió estremeciéndose.
"David."
Acababa de entrar y forzó una sonrisa sobre sus labios.
"Disculpa no fue mi intención asustarte." dijo sin poder evitar deslumbrarse con ella, se veía tan hermosa que le quitaba el aliento a cualquiera.
"Estaba viendo algunas de estas fotos. ¿Estos son ustedes?"
"Si." se acercó tomando la foto de su lugar. "Este es José... este soy yo y Andrés." dijo David apuntando a la imagen que era en sí el reflejo mismo de Sebastian Olivier.
"Esta foto la tomó papá, la primera vez que nos llevó a campear."
"Debe ser maravilloso." dijo Aurora separando su mirada del retrato volteando a ver a David.
"Que cosa?"
"Tener un lazo así... con tus propios hermanos. Saber que pase lo que pase se tienen el uno al otro."
"Dígale que no me iré de aquí hasta verlo." se escucharon los gritos de Fátima venir del patio. "Quiero que esa bastarda y él me den la cara."
Fátima entró por las puertas de la sala, mientras Blanca detrás de ella intentaba detenerla y tranquilizarla.
"Me buscabas?" dijo Aurora desahogada. Formando una cínica sonrisa.
"¡Maldita!" Fátima se dejó ir violentamente en contra Aurora. "¡Te voy a matar!"
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