CAPITULO 46 - La Farsa

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Hacienda La Oliviera...

"No creo que haya sido la mejor idea." dijo Vicente siguiendo los pasos de su patrón. "Digo volver a traer a Andrés a la hacienda?"

Don Nicolás extrajo el cigarro encendido de los labios contemplando sus alrededores.

"Tu y yo sabemos que es el mejor veterinario de toda la región. Si hay alguien que sabe de su trabajo es él."

"Ey." Vicente se ajustó el sombrero. "Y tiene usted razón, pero también es el hombre que su hijo detesta? Y no quiero imaginarme la que se va armar cuando esos dos se crucen caminos."

*

Establos de hacienda La Oliviera...

"Si que la hiciste." dijo Juancho con una sonrisa ayudando a Andrés con el chequeo de una yegua. "Quién lo iba a decir que después de lo mal que te trataba la señorita Aurora, terminarías bien acomodadito con ella."

"De qué hablas?"

"De que te gustaba. Desde el primer día que se apareció por esta hacienda, solo que la hembra tenía su carácter."

Andrés sonrió levemente clavando su mirada sobre Juancho.

"Aun lo tiene. Y esa hembra a la que te refieres." lo toma de la camisa seriamente. "Es ahora mi mujer así que cuidadito como te refieres a ella." lo soltó.

"Ta. Bien." Juancho sonrió levantando las manos inocentemente. "Esa cualidad no te la sabía. Don Andrés Del Valle, el don Juan de don Juanes celando a una mujer. Si que las cosas cambian."

"Mejor ponte a trabajar."

"Tío!"

Andrés volteo al reconocer la voz de Sebastian parado ante la entrada del establo con muletas.

"Tío Andrés." con esfuerzo Sebastian corrió echándose a brazos de él. En ese instante Andrés se dio cuenta que su propio hijo, sangre de su sangre estaba entre sus brazos. Y no pudo evitar por ese instante odiar a Victoria por lo que les había hecho a ambos.

"¡Cuidado!" el lo ayudo a detenerse ante el sacudiéndole el cabello. "Como has estado chaparro?"

"Mejor." dijo el niño sonriente.

"Pero si te estiraste. Estás más alto."

Andrés lo miró queriendo encontrar un rasgo de él mismo y los encontró... muchos.

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Dispensario de Pueblo San Francisco de los Reyes

"¿Cómo está?" preguntó Aurora acercándose a David al salir de la habitación de Victoria.

"Aún no ha despertado."

"Y el niño?"

"Lo perdió." dijo David dejando a Aurora helada. "La caída fue demasiado fuerte. Y no hubo nada que se pudo hacer."

"Estaba como loca. Su intención era que fuera yo la que cayera por esas escaleras. Y si lo hubiera logrado?"

El miedo se apoderó de la mirada de Aurora.

"Tranquilízate." David tomó su mano. "Que alterarte no te hace bien."

"Lo sé, pero..."

"Aurora..." Andrés entró bruscamente por la puerta del pasillo deteniendo su paso ante la escena. "Interrumpo?"

"Amor." Aurora corrió a sus brazos enredándose entre ellos fuertemente.

"Llegué a casa y Lupe me explicó lo que había sucedido. ¿Qué era lo que Victoria hacía ahí?"

"No lo sé. Se apareció... empezó a decir un montón de estupideces y quise sacarla. Intento aventarme a mi por la escalera, de pronto se resbaló, no pudo detenerla y cayó."

Las lágrimas resbalaron por el rostro de Aurora.

"Eso es mentira..." Los estremeció la voz de Victoria que se sostenía débilmente del arco de la puerta.

"Victoria que haces de pie?"

"Fuiste tu la que me aventó por la escalera. ¡Es tu culpa que haya perdido a mi hijo!" la acuso con los ojos llorosos. "¡Tú eres la culpable de que ahora esté muerto!"

David alcanzó a levantarla antes de que se desmayara. Llevándola a recostar sobre la cama del dispensario.

Aurora y Andrés miraron desde el exterior de la puerta. Hasta que Aurora no pudo más y salió.

*

"Aurora..." Andrés la llamó por detrás de ella al salir del dispensario. "Detente por favor."

Él intentó parar sus pasos pero ella se salió de sus manos.

"¿Qué quieres?" Ella lo miró fríamente. "Vuelve con ella, que eso es lo que quiere. O porque crees que me culpo a mi? Ella fue la que se metió a mi casa a decirme un montón de babosadas y ahora resulta que ella es la víctima? Intentó matarme."

Andrés se acercó tomándola entre sus brazos. "Ya..." la abrazo fuertemente. "Yo no voy a ir a ningún lado."

*

Dentro del Dispensario...

David volvió a conectar el suero al brazo de Victoria, mientras ésta volvía abrir los ojos.

"¿Cómo estuvo mi actuación?" dijo ella al ver que ya nadie los vigilaba.

David sonrió levemente.

"Muy bien, mejor de lo que esperaba."

Ella sonrió cínicamente.

"Tuviste bastante suerte de que la caída no te hubiera causado alguna fractura."

"Pero fue conveniente." dijo ella sin imaginar los pasos que se detenían afuera de la habitación. "Todo por la causa... así ni Andrés ni Gustavo jamás se atreverán a dudar de que el embarazo fue simplemente una farsa."

Gustavo escucho atentamente...

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