CAPITULO 18 - El Compromiso Pendiente

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La mano de Andrés se cerró alrededor de la de Aurora llevándola a sus labios. Su perfume era divino para sus sentidos.

"¿Casarnos?" ella sonrió levemente pensando que era una más de sus bromas.

"Hoy mismo." le dijo rozando la mano de ella contra su mejilla. "Este instante... vamos al pueblo despertamos al cura..."

"A tu hermano?"

"A el o cualquier otro que podamos encontrar."

Ella levantó su mirada para ver que lo decía en serio.

"Te he de parecer un loco, un insensato." dijo él mirándola a los ojos como niño enamorado. Mientras ella no podía borrar la cara de shock que tenia. "Pero cuando te dije que me había enamorado como tonto y que ya no podía vivir sin ti no eran simples palabras. Te as metido en mi sangre como una enfermedad..."

Sus labios buscaron a los de Aurora, cuya mirada caía en silencio y había un terrible temor en ella.

"Yo no podría hacerte feliz." dijo ella volviéndolo a mirar a los ojos.

"¿Por qué no?" el sonrío.

"Porque..." ella pausó un momento dándole vueltas en la cabeza. "Porque tengo muchos complejos... y uno de ellos es que no me gustan los lazos."

El se río.

"Si esa es tu forma de rechazarme? Te aviso que soy bastante necio, cuando se trata de algo que me gusta." el la besa "Y tu... me encantas... me trastornas." dijo tomando su rostro entre sus manos. "Y no estoy dispuesto a dejarte ir así como si."

"Te recuerdo que tu ya tienes un compromiso pendiente?"

"Al que mandare al demonio en un dos por tres, si aceptas."

Una incrédula sonrisa se dibuja sobre el rostro de Aurora, uniendo sus labios a los de él apasionadamente...

*

Esa misma mañana...

"Hija, estás ahí?" Sofía toca la puerta del baño privado de la habitación de Aurora.

"Estoy terminando de bañarme, ahora salgo."

Sofía tomó unos pasos fijándose que la cama estaba sin tocar.

"Buenos días." dijo Aurora saliendo enredada entre una bata secándose el cabello con una toalla.

"Buenos días mi vida, ¿cómo amaneciste?"

"Perfectamente. ¿A qué debo tu madrugadora visita?"

"Después del susto de anoche quise asegurarme de que estuvieras bien."

"Aún estoy intacta, si eso te preocupa." Aurora sonrió levemente. "Esa estúpida no logró salirse con la suya."

"¿Estás segura que fue ella?"

"Ay mamá quien más. Está desquiciada... pero deja que mi golpe triunfal estoy por dárselo más pronto de lo que me lo proponía. Y entonces si papi va tener que encerrarla en un manicomio de por vida."

"Que te has propuesto Aurora?"

*

"¡Buenos días familia!" dijo Andrés con una sonrisa de felicidad entrando por las puertas del comedor de la casa Del Valle. Llamando la atención de su padre, tía y hermano que desayunaban tranquilamente.

"Vaya mira quien se digna a dar la cara el desaparecido." dijo David burlón. "Y por lo que veo viene de buenas... ahora la única pregunta es de donde vendrá?"

"David, por favor." dice Blanca llamándole la atención.

"Déjalo tía, ¿cómo amaneció el hermanito?" dijo Andrés sacudiendo el cabello a David.

"No tan bien como tú por lo que veo."

Andrés sonrió llegando a los hombros de su padre.

"Siéntate hijo." le dijo Don Armando.

"Gracias papá, pero me gustaría hablar contigo?"

"Claro." dijo extrañado. "Si quieres vamos al despacho."

*

Jardín de la hacienda La Oliviera...

Una sonrisa iluminaba el rostro de Sebastian que platicaba con Aurora sentados sobre una manta en el pasto. Disfrutando del hermoso día soleado.

"Mira nada más mi suerte." escucharon la voz de David que venía hacia ellos con una alegre sonrisa.

"Buenos días doctor." dijo Sebastian dándole la mano para saludarlo.

"Cómo estás campeón, ¿cómo amaneciste hoy?"

"Mejor."

"Ya veo." su mirada volvía Aurora. "Estas muy bien acompañado..."

"¿Ya conocías a Aurora?"

"Ya había tenido el placer, si." dijo mirándola dulcemente.

"Bueno... yo los voy a dejar solitos." ella plantó un beso sobre la frente del niño. "Tengo unos asuntos que atender."

"No. Quédate por fa..." el niño la detuvo de la mano antes de que pudiera ponerse de pie. Mirándola con esa inconfundible mirada de Andrés.

*

"¿Qué hace Sebastian acá afuera?" dijo Victoria deteniéndose a un lado de Martina que desde la terraza vigilaba al niño.

"Quiso salir a tomar el aire del jardín, se rehusó a estar encerrado en su recamara. Y como siempre no pude negarme. Sabes que tu hijo le ha tomado demasiado cariño a esa mujer."

"Lo he notado."

Victoria se aleja de la escena acompañada por Martina, entrando al interior de la casa.

"Gustavo me comentó que había acusado a Fátima por lo que sucedió anoche en los establos."

"A la señorita Fátima." dijo Martina sorprendida.

"No lo dudaría. Ambas se tienen la guerra declarada."

"Se ha rumorado que la guerra no es precisamente por la fortuna, si no por un hombre." Victoria se detuvo clavando su vista sobre su nana. "Me dijeron que han visto a la señorita mucho con Andrés Del Valle."

*

Establos de hacienda La Oliviera...

"Señorita." dice Juancho al voltear y ver a Fátima a unos pies de él quitándose el sombrero. "En que le puedo servir?"

"¿Has visto a Andrés?"

"No. Hace rato que salió, no dejó dicho si regresaría. ¿Se le ofrecía algo?"

Una descarada sonrisa brotó de los labios de Fátima.

"Si." dijo acercándose a él. "Necesito que me hagas un enorme favor."

Juancho sonrió nerviosamente.

"Usted dirá."

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