Ritsu tamborileó con desesperación sus manos contra el volante, estaban atorados en un atascamiento en el túnel Lincoln, que se suponía habían tomado para llegar más rápido. El viaje de regreso desde Pensilvania había sido incluso más agotador que el de ida, pues no se habían detenido más que para cargar combustible una sola vez, y a ratos habían avanzado bastante lento gracias a un par de accidentes por culpa de la escarcha que mantenían cortada la ruta desde temprano; aun así, en las partes donde la ruta se despejaba, Ritsu había acelerado hasta echar fuego por los escapes, así que, a pesar de todo, se habían demorado casi cuarenta minutos menos que en el viaje de ida.
Mientras Ritsu se desesperaba en el volante, Takano hacía lo mismo en el asiento del acompañante; había marcado y marcado y marcado el número de Takafumi hasta que su celular casi se quedó sin batería, pero era siempre lo mismo, el celular sonaba y sonaba y sonaba, para terminar pasando a buzón de voz. Incluso habían llamado al colegio preguntando por él, pero les informaron que hasta el momento no había llegado, y luego, cuando volvieron a llamar, les contestó otra secretaria que no tenía ni idea de quién le estaban hablando, pues sólo estaba de reemplazo.
Decidieron pasar primero al colegio a ver si es que Takafumi había llegado a trabajar, y si no estaba, irían a su departamento; pero aún estaban allí, a mitad del túnel, esperando. Mientras Takano marcaba el número de Yokozawa por enésima vez, al fin pudieron avanzar lo suficiente como para pasar el accidente que mantenía una de las pistas cortadas, donde un par de automovilistas discutían por un choque por alcance en grado menor, y aunque en cualquier otra ocasión se hubiesen bajado a mediar en el asunto en su calidad de policías, en ese momento la única preocupación de ambos era Takafumi.
Cuando por fin salieron del túnel, tomaron la salida hacia el parque Henry Hudson, la avenida del parque era la vía más rápida a esa hora, y agradecieron de corazón que realmente fuera así, pues habían llamado nuevamente al colegio y no les habían contestado. Ritsu aceleró sin contemplaciones, y sólo se refrenó cuando tomaron la salida hacia la avenida 96; mientras esperaban en un semáforo, aunque lo había pensado durante todo el camino, Ritsu quería disculparse de alguna manera con Takano, pero no sabía cómo poner sus ideas en orden y expresarlas correctamente.
Disculparse... disculparse por no haber puesto el caso en la lista desde un principio, por no haberle dicho las cosas claramente, por haber confiado en la palabra de Taki, por haber borrado su número, por no intentar mejorar su relación y haber llegado hasta ese punto de no verse ni hablarse en un año, por... no sabía por dónde empezar, no sabía por qué tenía que disculparse, pero quería hacerlo por algo, aunque no sabía por qué.
"Takano, yo... yo lo sie..." "no... ahora no" le interrumpió Takano, mientras volvía a marcar infructuosamente el número de Takafumi. Ritsu se quedó callado, era cierto, no era el momento de las disculpas, sino de avanzar; aceleró sobrepasando el límite de velocidad en casi cincuenta kilómetros por hora, y tomaron la avenida 97 transversal, que cruzaba de lado a lado el Central Park, como un rayo. Una patrulla les comenzó a seguir, obviamente por la velocidad a la que iban, pero Ritsu activó su sirena también mientras le dictaba la placa a Takano, que llamaba a la central por radio para anular la persecución. Antes de salir del parque la patrulla dejó de seguirlos, pero ellos no bajaron la velocidad sino hasta cuando retomaron la avenida 96; tuvieron que detenerse en el semáforo de la Tercera Avenida, les quedaba una calle más hacia el Este y tres calles más hacia el Sur, pero a esas alturas, y después de todo el viaje, les parecía como si aquella distancia fuera eterna, como si les quedara un continente entero por cruzar.
Cuando por fin tomaron la Segunda Avenida, se encontraron con el camino despejado, pero tenían que pasar con cuidado, pues había obras de construcción a todo lo largo de la calle, y en varias oportunidades Ritsu maldijo para sus adentros debido a ello, pues su carro pasaba a raspar en el pavimento, debido a los diversos cambios de nivel del suelo y, sobre todo, a la poca altura de su carro.

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AMOR EN PELIGRO
FanfictionLas calles de Nueva York no son pacíficas. Mientras trabajan en esclarecer los hechos tras algunos asesinatos en sus respectivas zonas, el detective Takano y el el comisario Onodera tendrán que unir fuerzas al enfrentar un nuevo caso que parece cone...