REALIDAD

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Estaba tan acostumbrado a despertarse siempre a la misma hora, que a veces se preguntaba si realmente necesitaba seguir poniendo el despertador, pero siempre había una que otra ocasión en la que, de no ser por ese molesto sonido, no se hubiese levantado ni aunque estuviesen lloviendo piedras sobre su techo. Sin embargo, ese no era uno de esos días, apenas estuvo consciente, y aún antes de abrir los ojos, ya sabía qué hora era, y precisamente por eso hizo su mayor esfuerzo en despertarse, porque el despertador no estaba sonando, lo cual era sumamente raro, pues recordaba perfectamente haber dejado la alarma puesta en cuanto había llegado a su departamento.

Apenas pudo abrir los ojos, se dio vuelta en dirección hacia la mesita en la que siempre dejaba su teléfono cargando, sólo para encontrarse con Takano con el aparato entre sus manos, con 'esa' cara: "cara de drama queen". "Ok... y tiene que ser tan temprano" se dijo con cierto desgano a sí mismo, pero también había recordado en ese instante todo lo acontecido la noche anterior, y aunque no pudo evitar sonrojarse, si tenía que hacerle honor a la verdad, no sentía ni el menor remordimiento; de hecho, aún tenía ganas de seguir, o, al menos, quería molestar un poco a Takano, así que, para matar dos pájaros de un tiro, hábilmente se encaramó sobre el cuerpo desnudo de Takano mientras le quitaba su celular de las manos y le preguntaba de qué se trataba su berrinche tan temprano.

El rostro de Takano se convirtió en un poema, estaba sorprendido por una parte por la audacia de aquel chico subiéndose encima suyo, pero también estaba molesto y complicado por lo que había visto en el celular de Ritsu; y era que, cómo nunca, se había despertado bastante temprano, casi media hora antes de que Ritsu comenzara a moverse, y había visto el teléfono cargando, así que decidió tomarlo y tratar de buscar la foto que le había mandado el día anterior, y ver si había tomado alguna otra más, sólo para encontrarse con una galería que lo dejó estupefacto. Claro, allí estaba esa encantadora foto de Ritsu con el gatito, pero luego había varias más de Takafumi sonriendo con el gatito entre sus brazos... y ese tipo, el marido de aquella mujer con la que el inútil de Weilong murió, abrazando y besando a Taki.

Así que allí estaba Takano, sorprendido e indignado, desnudo y con Ritsu encima suyo, también desnudo, todo antes de las siete de la mañana; no sabía si hacer un berrinche, o ponerse en modo seductor, o si primero debía reclamar sobre el asunto de ese tipo besando a su primo, o besar a Ritsu antes que nada. Ritsu en serio quería reírse, pero decidió mejor ver lo que Takano estaba revisando en su celular, y al ver las fotografías que le había tomado a Taki, entendió mejor el estado del tipo debajo suyo.

Si lo pensaba un poco, era obvio que Takano se pondría aprehensivo e idiota cuando se enterara del asunto, él también tenía sus dudas acerca de esa relación, pero ya había decidido el día anterior seguir su instinto y dejar que las cosas fluyeran entre su amigo y ese tipo, pues, al contrario de lo que había pasado en su momento con Weilong, cuando la sola idea de verlos juntos le provocaba escalofríos, cuando lo vio con Kirishima, y a pesar de conocer gran parte del trasfondo de lo que ambos arrastraban, se sintió tranquilo por su amigo, y así se lo explicó a Takano mientras se recostaba sobre su pecho; de todos modos, Takano siguió reclamando durante un buen rato sobre ello, si bien era cierto que Takafumi llevaba años sin estar con nadie, pues lo que había vivido con el imbécil de Weilong no contaba ni contaría en ningún universo como una relación, también era cierto que no era el momento más adecuado para que se pusiera a salir con alguien, y seguía restando puntos el hecho de que la persona con la que estaba era precisamente el esposo de la mujer con la que la ex pareja de Taki se había metido.

Ritsu abogó durante un rato en favor de su amigo, hasta donde tenía entendido, la relación de Takafumi con Kirishima recién se estaba formando, y al parecer los sentimientos eran mutuos, y en último caso, él mismo le había dejado bastante claro al castaño que no la sacaría barata si se atrevía a hacerlo sufrir, así que le dijo a Takano que le diera una oportunidad, después de todo, ambos estaban demasiado ocupados como para mantener un ojo fijo en Yokozawa, y si Kirishima era capaz de subirle el ánimo y ayudarle a recuperar la confianza, entonces no quedaba más que confiar en que Taki sabía lo que estaba haciendo al meterse con él. Al final perdieron casi una hora discutiendo el asunto, y como tenían que ir a trabajar, tuvieron que levantarse y comenzar su día sin hacer nada más aparte de ducharse y desayunar, aunque Takano siguió reclamando a ratos por el asunto, hasta que se ganó un regaño de Ritsu, pues ya lo tenía cabreado.

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