•Especial HyunMing •

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Chan y Seungmin iban dentro de un taxi, directo a la casa del inesperado cumpleañero.

Ambos adolescentes perdidos en sus propios pensamientos, y con la vista fija en las luces de la ciudad frente a sus ojos. Sin embargo, ambos tenían el mismo deseo, llegar rápido para poder ver a los chicos que los estaban volviendo un poco loco, y a la vez, sin querer llegar realmente, para no verlos cara a cara. Un poco contradictorios.

El camino se hizo particularmente corto para el pelirrojo. Y es que en pocos minutos, estaban adentrándose a la gran mansión, después de dar sus nombres en la entrada y se les permitiera el paso.

Al entrar, fueron recibidos por un elegante ambiente, relajado, música clásica de fondo. Todo lo contrario a lo que debería ser una fiesta de cumpleaños de un chico de 19.

Kim recorría el lugar con la mirada, buscando a alguien conocido. Cuando su mirada paro en la del azabache, juraría que le faltó el aliento. "¿Cómo es posible que alguien sea tan perfecto?". Se preguntaba, dirigiéndose junto a su primo hacía el círculo de adolescentes.

-- Ya están aquí. -- los recibió un desganado Minho.

Los dos recién llegados le fuesen puesto más atención al rostro afligido de su amigo, sino se fuesen distraído sin ningún disimulo, por los hermanos Han.

-- Se te caerá la baba Bang. -- dijo en tono burlón el pecoso.

Inmediatamente desvió su mirada, no queriendo ser objeto de burla de su amigo por tampoco poder apartar su vista del azabache.

Todos rieron, y siguieron continuaron con la conversación que llevaban antes de su llegada.

Mientras todos estaban concentrados en las palabras de Chan, quien sorpresivamente estaba de buen humor y contaba chistes malos. Hyunjin y Seungmin no dejaban de regalarse miradas para nada disimuladas.

Al azabache le hacía gracia, el hecho de que hace un par de días no podía ver al pelirrojo sin que quisiera asesinarlo, y ahora estaba allí, parado frente a él, pensando en lo lindo que se veía, su ropa, su cuerpo, su tierno rostro que no iba de acuerdo a su actitud. Todo en el pelirrojo le encantaba, y deseaba saber si provocaba el mismo efecto en él.

Su línea de pensamientos fue interrumpida por una voz conocida tras de él.

-- ¿Me extrañaron imbéciles?.

Al girar se encontró con Woojin, a quien no veía desde hace varios días. Su hermano se acercó a él abrazándolo y luego lo presento con todos.

Kim sentía la mirada fija del recién llegados sobre él, pero no le prestó suficiente atención, ya que vio correr al azabache hacía las escaleras, dónde estaban el cumpleañero junto a su amigo, más cerca de lo que deberían.

Hyunjin entro en pánico, cuando vio a su primo a punto de besar al mayor. Y no porque se le hiciera extraño en ese punto, sino que estaban en un lugar lleno de personas, que los miraban directamente. -- Todos los están mirando, ¿que carajo les pasa?. -- susurro para ellos tres, pasando su mano por los hombros del rubio, alejándolo del otro.

Ambos parecieron darse cuenta de lo que estaban por hacer, así que volvió junto con los demás.

Al llegar hasta sus amigos, pudo escuchar la risa de todos, pero una que destacaba por sobre todas. Y se juro en ese momento, que haría todo lo que estuviese a su alcance por seguir provocando esa tierna risa en el pelirrojo.

Woojin estaba bailando con su novia, Felix había ido por bocadillos a la enorme mesa llena de todo tipo de aperitivos, y su hermano y el australiano estaban conversando entre ellos. Así que se pudo concentrar en el lindo chico frente a él. -- Te ves bien. -- le dijo, provocando una sonrisa en el pelirrojo.

Kill This Love •Minsung•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora