Kill This Love •Minsung•

•17•

Jisung no era una persona que se derrumba fácilmente, y menor frente a otros. La vida lo había enseñado a las malas, a ser alguien frío y cerrado. Sin embargo ahí estaba, con los ojitos cristalizados por las salvajes lágrimas que se empeñaban en salir. - ¿Porque haces esto?.

- ¿A que te refieres?.- sínico, era un maldito sínico. - Hay que celebrar tu cumpleaños como te lo mereces.

Jisung se tenso en su lugar. ¿Cómo se atrevía a decir eso? Era un maldito descarado. Era lo que le decía su madre, luego de sorprenderlo con una enorme fiesta en celebración por su cumpleaños.

- Tío, no creo que Sung este como con esto. - el menor de los Han se sentía mal por su primo, el sabía cuan sensible era Jisung en esta fecha, y cuanto le afectaba no tener a Ming Ra junto a él.

- No veo porque tendría que estar incómodo. - dijo.

- Lo mejor será cancelar todo esto, tío. - Hyunjin estaba serio.

- No haré eso. He invitado a mucha gente importante, y no les cancelaré a último minuto. - decía algo irritado. - ¿O quieres eso Jisung?.

Y..yo...no, está bien.- Estaba por colapsar ahí mismo. Necesitaba estar solo. Por lo que simplemente se dirigió a las escaleras, y subió hasta su habitación.

Los adolescentes se vieron entre sí, unos más confundido que otros.

- Bueno. - dijo despreocupado el hombre. ¿Quien es nuestro invitado?.

- Em...Lee Felix señor.- dijo algo tenso el australiano, por lo recién presenciado.

- Oh, ¿eres familia de nuestro querido Minho?. - decía sonriendo, como si no pasará nada.

- Así es, es mi primo.- hablo por primera vez el mencionado.

Maravilloso. - el sonido de un teléfono móvil, proveniente del impecable saco del hombre, interrumpió la conversación. - Prepárense, la fiesta comenzará en unas horas. - Y se alejó.

Minho no había querido ser grosero, por lo que, al instante del mayor haberse retirado, salió disparado en la misma dirección por la que había ido minutos antes Jisung.

- ¿Que acaba de pasar?. - pregunto un confundido pecoso.

- Mejor vallamos a casa, y luego volvemos. - hablo el de brackets.

Se dirigieron hasta la cochera, en dónde el azabache había dejado su auto el día anterior, antes de partir Busán.

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- Jisung!. - Minho llevaba varios minutos tocando la puerta de la habitación del menor, sin tener algún tipo de respuesta. - Sunggie, abre por favor.

Del otro lado de la puerta, estaba Han, con la mirada perdida. Sentía rabia, tristeza, pero sobre todo, nostalgia. Recordar a su madre siempre lo ponía así. La extrañaba, extrañaba sus abrazos, sus caricias, sus chiste, extrañaba cuando le deseaba las buenas noches, o simplemente pasar tiempo con ella. Odiaba su cumpleaños desde que ella no estaba ahí para celebrarlos con él.

- Han Jisung, por favor. - Minho se recostó en la puerta, rindiendose, al parecer el menor no tenía intenciones de abrir.

Pasaron varios minutos, y Jisung pensó que el mayor se había ido. Se dirigió a la puerta, y la abrió para comprobar su teoría. Llevándose por sorpresa, a un Minho tirado en el suelo, con rostro sorprendido.

- ¿Que caraj...Jisung. - Lee olvidó inmediatamente el dolor que sentía en su tracero, por el golpe que se acababa de dar, el menor estaba frente a él, y eso era más importante. - Ven aquí. - lo tomo por los hombros, y lo acerco hacia él. Envolviendolo en un fuerte abrazo.

Jisung no sabía cuánto había necesitado ese abrazo, hasta que el mayor se lo brindo. Las lágrimas que había estado conteniendo, salieron ferozmente de un solo golpe. hundió su rostro en el cuello de Minho, haciendo más presión en el abrazo.
Y así duraron un buen rato.

- ¿Quieres salir de aquí?. - pregunto el mayor, aún sin separarse de Jisung.

- Por favor.

Minho limpio las lágrimas del menor, borrando todo rastro del llanto anterior. Tomándolo de la mano, salieron de la habitación, corriendo escaleras abajo, a paso apresurado, para no encontrarse con ninguno de sus padres en el camino. Pero fallaron miserablemente, cuando en la entrada, Yesung se paró frente a ellos, obstruyendo el camino.

- ¿A donde creen que van?.

- Oh! .- Jisung señaló a una parte detrás del hombre. - Hyuna.

Lee giró hacia donde el menor había mencionado, y cuando se volvió, ya los dos jóvenes no se encontraban. Corrían hacia la salida de la casa.

- Lee Minho, vuelve aquí.

- El dinero está en la minivan que está en la cochera. - le gritó a su padre, ya fuera de la propiedad. Y luego salieron corriendo.

- Estos mocosos. - dijo, mientras se dirigía hacía donde había dicho su hijo.

A Yesung le alegraba ver a su hijo feliz.

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Cortito, lo sé.
Por eso habrá doble actualización.