Kill This Love •Minsung•

•58•

Todo era un desastre. Un puto desastre.

Yesung ni siquiera dejó a su informante terminar de hablar, cuando le colgó la llamada para marcar a otro número.

Kang Seungho, el más "confiable" de sus hombres, le confirmó sus sospechas. 

Se le produjo un revoltijo en la boca del estómago, sintiendo nauseas de repente, pero sobre todo, rabia.

Nadie le tocaría ni un cabello a su hijo, no si podía evitarlo.

Miro de reojo a Jisung morder sus uñas recostado de la puerta del ascensor; Sabia que siempre que los nervios le ganaban, volvía a ese viejo mal habito, también sabia que sus intenciones nunca serian poner a Minho en peligro, pero eso había hecho.

Suspiró y se acerco al rubio, metiendo el celular dentro de su saco, para luego hacerle señas al menor de que entraran juntos al elevador.

Bajaron hasta la recepción en un incomodo silencio. Al salir, con una seña de manos, le indico al conductor del auto que llevaría a Jisung que se fuera, el mismo lo haría.

Jisung seguía un poco escéptico, y estaba en todo su derecho de desconfiar, pero igual entro en el auto junto con el mayor.

Sus palmas sudaban. Trataba de encontrar las palabras correctas para iniciar una interrogación exitosa y lograr obtener todas las respuestas que necesitaba en ese momento, pero solo boqueaba como un pez fuera del agua, abriendo y cerrando su mandíbula una y otra vez.

Se había armado de valor, cuando el mayor le gano en la batalla de quien hablaba primero.

─  Mandó a sus hombres a deshacerse de Minho ─ dijo como si nada, o al menos así lucia por fuera, tan sereno, como si no acabase de mencionar que quieren a su único hijo bajo tierra. 

 — ¿Qué vas a hacer?

— Aún no lo sé, pero haría lo que fuera por mi hijo, y por ti.

Esa afirmación trajo consigo de nuevo esa paz y protección que sentía cuando estaba junto a él, podía respirar correctamente de nuevo — ¿Tu... vas a matarlo a él primero? — Preguntó, aun sabiendo la respuesta.

— Puede — Soltó un suspiro agotado. — El plan anterior se fue a la mierda en el momento en que pusiste un pie fuera del auto de la abuela demente así que debo improvisar.

— No fue su culpa, yo solo... quería ver a Minho.

— ¡Y ahora mira en la jodida situación en la que estamos!

— No es mi puta culpa que lo desaparecieras de repente sin decirme nada, ¿Qué mierda te pasa Yesung?

— Esa boca...

— No me importa, ya nada me importa, ni siquiera se a donde me llevas, quizás me metas un tiro entre ceja y ceja y me eches al rio Han, o quizás...

— Cállate Jisung

— Quizás tu me...

No pudo terminar con sus suposiciones absurdas porque la gran mano del mayor se estampo en sus labios, impidiéndole pronunciar palabra alguna, y fue entonces, que noto el pequeño celular en su mano libre, con la imagen de su padre y varios hombres en su oficina. Claro que Yesung tendría cada rincón de la casa controlado, por eso era tan bueno en lo que hacía, asi que hizo caso y presto atención a lo que hablaban.