Kill This Love •Minsung•

•25•

- ¿Que haces?. Debes estar aburrido, ya voy a la casa. - Minho hablaba con Jisung por teléfono.

- No estoy en casa Min. - Lee podía escuchar risas de fondo. - Estoy con Innie en el centro comercial.

- Oh, está bien. - detuvo su andar. - Entonces visitaré a los chicos, pueden alcanzarnos más tarde.

- Me parece bien. - Jisung se escuchaba de buen humor, y eso hacia que el también lo estuviese. - Te veo más tarde.

Minho colgó la llamada del menor, para llamar ahora al número de su primo.

- Hey Lix. - saludo. - Iré a verlos, ¿quieren que lleve algo?.

Minutos después, iba en un taxi, camino a la casa de los Kim, con cuatro órdenes de pollo frito, y algunas golosinas.

Cuando llegó, Bang lo esperaba afuera, para ayudarlo con las bolsas. Entraron y todo estaba extrañamente en silencio.

- Están arriba. - dijo Chan.

Y así, ambos se dirigieron hacia la habitación de los primos.

- Me alegra tanto que estés aquí. - Seungmin corrió hacia él, quitando de sus manos la bolsa que contenía el pollo. - Eres el amor de mi vida. - decía abrasandose a esta.

- También me alegra verte. - dijo Lee, fingiendo estar ofendido. - ¿Cómo estás Lix?. - se dirigió hacía su primo, quien estaba aún envuelto en las sábanas.

El pecoso no respondió, en lugar de eso, estiró sus brazos hacia arriba, pidiendo en silencio un abraso.

Muchas veces, Felix parecía un indefenso bebé en busca de amor y atención de los demás, y él no tenía reparó en complacerlo. Dejando las bolsas a un lado, prácticamente se lanzó encima del australiano, haciéndole cosquillas y fingiendo querer besarlo.

Todos reían ante la escena, mientras que a su vez, ya Kim y Bang devoraban la comida recién llegada.

Los primos Lee se levantaron, tomando también una pieza de pollo, antes de que se acabará en manos de esos hambrientos. Pasando un buen rato, entre risas y malos chistes.

De un momento a otro, Minho se puso serio, y los demás lo notaron. Quedaron en silencio, viendolo, a la espera de que dijese algo.

- Me reuní con Changbin. - soltó, si poder aguantarse más.

- ¿Para que?. - Seungmin parecía enojado.

- Estaba preocupado por él. - respondió, tratando de quitarle importancia al asunto.

- ¿Ah?. - él pelirrojo estaba algo confundido. De la noche a la mañana, su amigo había pasado de no querer verlo, a reunirse con él.

- ¿Porque estarías preocupado por él?. - quiso saber Bang.

- ¿Pasó algo?, ¿está bien?. - el pecoso no pudo contenerse, saliendo a flote su necesidad de querer proteger de todo al pelinegro.

- ¿Porque te importa?. - Kim se dirigía al australiano menor. - Te recuerdo que fue el quien te engaño.

- Seungmin basta. - Chan estaba serio. Él entendía la molestia del pelirrojo. Seo era su mejor amigo, y este le había mentido, y encima, lastimado a su otro amigo. Pero tampoco debía seguir con eso por siempre. - Joder, Changbin se equivocó, la jodió bastante, pero es un ser humano, tiene derecho a cometer errores. - Bang tenía su rostro y orejas rojas. Había dicho lo que se había guardado desde hace tiempo, sin querer mencionarlo antes, para que no malinterpretaran sus palabras y hacer creer que lo defendía, porque no era así. Pero tampoco lo iba a condenar.