Kill This Love •Minsung•

•11•

¿Estará bien? Era lo único que ocupaba la mente de Minho.

Cuando llegaron a casa, unas horas atrás, los mayores optaron por ir a sus habitaciones inmediatamente, y él no sé atrevería a decir que quería pasar más tiempo con Jisung para asegurarse de que todo estuviera bien. Así que también se dirigió a su cuarto.

Ya dentro, se dispuso a desinfectar la herida que tenía en el pómulo, producto de la agitada tarde que habían tenido. Se dirigió al baño y busco en los cajones algo con que se pudiese desinfectar la herida que tenía en el pómulo, producto a la agitada tarde que habían tenido. Cuando encontró lo necesario, tomo un pequeño espejo de mano que había en uno de los cajones, y se dispuso a curar la herida. Luego de eso, tomo una pequeña ducha, se tomo una pastilla para el dolor, y se dirigió a su cama, para cubrirse rápidamente con las mantas. Le gustaba el frío, pero a veces extrañaba el cálido ambiente de Australia.

Estaba agotado, pero por alguna razón no había logrado conciliar el sueño, ya que una personita de lindas mejillas, rondaba su cabeza.

"Podría ir a verlo. Serán solo unos minutos" pensó.

Busco una camiseta en el armario, ya que solo tenía la parte de abajo de su pijama. Se miró en el espejo.- podría ser peor.- le dijo a su reflejo. Y se dispuso a salir en silencio de la habitación. Esperaba que el menor no estuviera dormido aún.

Cuando iba por el pasillo, le entró la inseguridad. ¿Qué le diría al menor cuando lo tuviese en frente? "Hey Jisung, solo necesitaba verte, adiós" De repente su plan ya no era tan brillante como pensó minutos atrás. Aún con los nervios por lo que haría, siguió su camino, hasta que se encontró frente a la puerta del cuarto del menor. Respiró hondo, y se armo de valor, levantando la mano lentamente, para finalmente tocar la puerta con suaves toques, así, si el menor estaba dormido, no lo despertaba, y podría fingir que nada paso.

Para su mala, o buena suerte, casi al instante, la puerta fue abierta, por un confundido Jisung, por ver a su mayor, frente a su habitación, a altas horas de la noche.

Ambos quedaron mudos. Jisung, confundido, y Minho nervioso.

- ¿Estás bien?
-¿Estás bien?

Minho sintió una cálida sensación en el pecho. Al igual que él, Jisung estaba preocupado por su bienestar. Le sonrió, y se atrevió a tomar el rostro del menor con sus manos, inspeccionando cada parte, para ver qué tanto daño se había hecho.- Ya desinfectaste eso?.- decía señalando el corte que tenía el menor en la ceja.

- N..no.- Jisung aún no entendía que hacía el mayor, frente a el, en plena madrugada. Y que lo estuviese tocando por todas partes tampoco ayudaba.

- Pues hagámoslo, no quieres que se infecte o algo peor.- Minho entro a la habitación sin ningún tipo de pena. Su vergüenza había quedado en segundo plano, ahora solo le importaba la salud del menor.- ¿tienes alcohol y algodón?

Jisung solo señaló el baño, y mientras veía al mayor dirigirse al lugar, cerró la puerta. El mayor literalmente se había autoinvitado a su habitación. Y no es que le molestara, solo que no estaba seguro, que estar en una habitación a la 1 de la madrugada  con Lee Minho, ayudara a su ritmo cardíaco.

Se quedó de pie en el centro de la habitación, sin saber exactamente qué hacer o decir, y espero a que el mayor volviera. Cuando volvió con todo lo que usaría, en manos, lo coloco en la mesita de noche, a un lado de la cama, y se sentó en esta.

Minho al ver que Jisung no se acercaba, le hizo señas para que tomara asiento a un lado de él.- Ven aquí, no te mordere.- posó su vista descaradamente en los labios del menor.- a no ser que tú quieras.- no lo podía evitar, le gustaba coquetearle al menor. Ver las mejillas rojas del chico, le daban una satisfacción incomparable.