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El día seguía lluvioso, pero no por eso dejaba de ser una gran mañana para ambos chicos.

Minho fue el primero en levantarse, oyendo el molesto sonido de su teléfono, anunciando una llamada entrante. Cuando quiso levantarse, cayó en cuenta de la situación. Él menor estaba enredado a su cuerpo, y no parecía querer soltarlo. - Amor. - le susurró. Odiaba tener que despertarlo, cuando lucía como un ángel dormido, pero quién lo estuviese llamando seguía insistiendo. - Sunggie. - lo movió un poco, logrando que esos lindos ojos se abrieran, dedicándole una sonrisa cuando le reconoció.

- Vuelve a decirlo. - su voz sonó algo ronca, debido al sueño.

Minho parecía no entender, y inclinó su cabeza, haciéndolo lucir adorable. Y luego comprendió. - ¿Amor?. - pregunto algo dudoso. Jisung asintió, con una sonrisa más grande. - Amor, amor, amor, amor. - decía, repartiendo besos por toda su cara. Ambos soltaron una carcajada, era un momento bastante tierno. - Debo contestar...amor. - dijo cuando el menor le hizo un gesto de que le faltaba algo.

Jisung dejo un último beso en los labios contrarios, y soltó el cuerpo del mayor, permitiéndole llegar a la mesita a un lado de la cama, dónde estaba aún sonando el aparato.

- ¿Cómo?. - Era Chan al teléfono. - ¿Porque no me avisaron?.

- Llevo toda la jodida mañana llamándote y enviándote mensajes. - oyó decir al australiano al otro lado.

- Oh, lo siento. - dijieron unas cuantas cosas más. - Está bien, hablamos luego.

Jisung lo miraba expectante, queriendo saber que ocurría. - ¿Ocurrió algo?.

- Felix se fue a Australia. - dijo en un susurro.

- ¿Porque?. - Jisung se entristeció un poco, el australiano le había caído muy bien.

- Por Changbin. - dijo con la mirada pérdida el mayor.

- Oh. - Jisung aún no entendía que era todo el asunto entre ellos. Pero ya había preguntado una vez, y Minho le dijo que cuando estuviese listo se lo contaría.

Lee volvió a acostarse, atrayendo el cuerpo del menor hacía él. Había visto en su teléfono, y aún era bastante temprano. Por lo que podían quedarse un rato más en la calidez de las sábanas. - ¿Cómo durmió el novio más lindo que existe?.

La pregunto provocó un sonrojo en el menor, y este se escondió en el cuello del castaño. No había sido un sueño, el mayor le había pedido ser su novio. - Muy bien. - respondió después de unos segundos. - ¿Tu dormiste bien?.

- Como nunca lo había hecho. - Minho repartía suaves caricias en la espalda desnuda del rubio. - Desearía poder amanecer así el resto de mi vida. - dijo, cerrando los ojos, imaginandose lo feliz que sería si eso pasaba.

Con ese pensamiento en mente, y una sonrisa en sus rostros, volvieron a caer en lo brazos de Morfeo.

Los fuertes toques en la puerta, despertaron a la pareja. Algo asustados, se levantaron rápidamente, buscando sus ropas, regadas por la habitación.

- Genial. - susurro el menor, mostrando los restos de su ropa interior. Minho solo se rió, al ver la cara del rubio, y se dirigió a su closet, de dónde saco unos nuevos y se lo lanzó.

Jisung se visto rápidamente, mientras los toques en la puerta solo seguían insistiendo. Si eran sus padres, estaban muertos.

Por suerte, al abrir la puerta, los hermanos Han los recibieron, mientras hacían muecas de sorpresa.

- Follaron. - aseguro el azabache, llevando sus manos a su rostro.

- ¿Qué ocurre?. - Jisung ignoro lo dicho.

Kill This Love •Minsung•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora