C5

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Christopher.

Jaime: ¿está buena, verdad? -seguramente se refiere a la amiga de esa tal Fatima-

Christopher: ¿de quién hablas?

Jaime: de esa tal Tn, la amiga de Fátima.

Christopher: es una chica como otras, sabes lo que pienso -bebo lo ultimo de mi bebida- es igual a todas.

Jaime: entonces, ¿para qué pediste su número? Vamos Christopher, parezco pero no soy idiota.

Christopher: te corrijo, lo eres y pareces -golpeo su hombro- y mejor ve a marcar territorio porque aquél -apunto hacia donde estaba Fátima- hará pipí en tu árbol.

Me marcho dejándolo sólo, me siento en los taburetes de la barra y mientras espero una cerveza doy un vistazo hacia toda la fiesta. Mis ojos se clavan en el excelentísimo cuerpo de aquella rubia, su vestido rojo lo contorneaba y sus piernas, brillan más que mi futuro, bailaba al compás de la música y reía junto a la gritona de su amiga, Tn estaba siendo el resplandor de la fiesta y se notaba a cientos de miles de kilómetros. Le agradezco al muchacho que me trajo mi bebida y camino nuevamente hacia los sillones que se encontraban en la casa, me siento y aparto mi mirada para no parecer un psicópata persiguiendo a una adolescente.

Fatima: hey -se sienta a mi lado- ¿Christopher, no?

Christopher: así es -la miro, esta buena pero no es la amiga- así que, andas con Jaime.

Fatima: obvio no, antes que me pise un carro -rio al igual que ella- solo es algo de esta noche, no volveré a verlo.

Christopher: ¿quién sabe?

Fátima: yo lo sé, pero descartemos este tema -la observo con confusión- se que te quieres follar a mi amiga.

Christopher: ¿quién lo dice?
Fatima: tengo oídos para muchas bocas, dímelo tú.

Christopher: esta buena, pero ¿cuantos años tiene? ¿quince, diecisiete?

Fátima: veinte.

CHRISTOPHER -terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora