CHRISTOPHER -terminada-

C83

Valerie: a los meses de conocerlo y darme cuenta que detrás de toda esa fachada había un corazón tan noble, era una persona tan leal y atenta que me cautelo aún más de lo que ya estaba. Fui valiente y se lo confesé, le dije que estaba enamorada de el y el me correspondió pero había algo que no nos dejaba estar juntos, Emilse.
Tn: ¿ella los obligó a alejarse?
Valerie: el estaba saliendo con ella desde que tenían quince años pero al estar lejos de nosotros hicimos lo que quisimos aunque por dentro se que el quería dejarla y quedarse conmigo aquí en California. De vez en cuando ella viajaba hacia aquí y luego se regresaba a Italia pero el nunca se fue de mi lado y mantuvimos este secreto por tres años hasta que quede embarazada de ti. Tenia veintidos años, el padre de mi hija era un hombre en pareja y mi familia le debía demasiado dinero a la suya.
Tn: ¿qué hizo Simón cuando se enteró?
Valerie: lloro por horas al igual que yo, luego cayo en la realidad de que sería papá y se puso contento pero le entristecía la idea de que tu llegada al mundo sería algo que descontrolaria nuestras vidas y así fue. Emilse se entero por la boca de tu padre, armó uno de los shows que la identifican tango y amenazó con quitarnos la vida a ambas si no nos alejabamos de Simón y su familia.
Tn: es por eso que ella no me quiere, ¿por qué Simón tuvo una hija con otra mujer y no con ella?
Valerie: exactamente, entonces con tus padres decidimos que el se quedaría contigo a cambia de saldar la deuda que mi familia tenía con la suya y que yo no me volviera a aparecer por tu camino pero al parecer leiste la carta que nunca pensé que leerías, me encontraste y aquí estoy, rompiendo un pacto de los muchos que armó tu padre.
Tn: esto es... extraño.
Valerie: dímelo a mí, jamás pensé encontrarte ni tampoco se me pasó por la mente que me buscarías.
Tn: eres vidente, supongo que lo sabias.
Valerie: ya dejé de hacer eso hace muchos años -sonrie a medias- fui a una antigua casa en donde se manejan estas cosas a pedir que cierren el tercer ojo que tengo -la miro confundida- no en la cara Tn, en la mente, aquel que me hace ver hacia el más allá de una persona.