C44

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Christopher.
Mi cuerpo no reacciona a lo exterior, solo estoy enfocado en probar cada centímetro del milimétrico cuerpo de Tn, perdiendome en sus curvas y saboreando el dulce de su piel tan brillante y con ese aroma a vainilla que queda impregnado en su piel desde que sale de la ducha. Sus manos recorren mi cuerpo y nuestros labios no permiten que salga una palabra, bajo hasta su cuello y luego hasta sus senos, su espalda se encorva y sus jadeos se hacen presente siendo música para mis oídos. Bajo dando pequeños besos en su abdomen hasta llegar a sus muslos y besarlos al igual que a sus caderas. Llego hasta su feminidad y acaricio con mi pulgar su punto g para luego jugar con mi lengua sobre esta. Una de sus manos tira de mi cabello mientras que la otra preciona las sábanas celestes con fuerza, abre ligeramente su boca haciéndome escuchar sus gemidos, su cuerpo tiembla y su respiración se agita, su pecho baja y sube con velocidad hasta que llega a su punto máximo, el clímax.
Christopher: no sabes lo que me encantas -beso sus labios con desesperó- no sales de mi cabeza en ningún maldito momento Tn.
Tn: te quiero Christopher. -vuelvo a besarla para evitar responder-
Christopher: ¿tienes condón? -me separo-
Estira su brazo hacia el cajón de la mesita de noche y saca uno, estaba totalmente preparada. Sonrio y lo tomo en mis manos para colocarlo sobre mi miembro erecto y a punto de explotar de la necesidad de entrar en ella. Me posicionó entre sus piernas y la beso mientas que con lentitud me aproximo a entrar en ella, doy leves movimientos hasta que sus paredes se acostumbren a el tamaño de mi miembro y comienzo a dar embestidas más rápidas y efectivamente haciendo que todo esto se salga de control en donde la música de la disco eran solamente nuestros gemidos.

CHRISTOPHER -terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora