s i e t e

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Narra Tn

Me desperté tarde, era sábado, tenía mi derecho a dormir todo lo que quisiera y más. Cogí mis zapatillas y bajé a desayunar. Ni siquiera me había acordado de ponerme las gafas, pero daba igual, no veo bien, pero tampoco estoy ciega.  

Para mi sorpresa y mayor la suya, Jimin estaba desayunando con mi hermano tortitas que, seguramente, Jungkook había hecho mientras yo recordaba la conversación que tuve con Jimin y de como me abrazó cuando aún seguía remoloneando en la cama porque me daba mucha pereza levantarme. 

-Buenos días dormilona. - me dijo Jungkook revolviéndome el pelo más de lo que ya estaba. Jimin, otra vez, se me quedó mirando como un tonto.

-¿Qué tal estás? - me preguntó el rubio con cierto tono de preocupación.

-Estoy bien, gracias por lo de anoche. - dije aún intentando despertarme.

-¿Qué está pasando aquí? ¿No os habréis liado o algo así? - preguntó mi hermano histérico.

-No, no, solo que...

-Solo que, Tn, me matas de curiosidad.

-Creo que no pinto nada en esta conversación. - dijo Jimin levantándose y yéndose. - No interrumpiré, hablad con tranquilidad.

-Lo que pasó - dije - es que Jimin ayer me vio llorando por lo que tú ya sabes - si Jungkook lo sabía, le contaba todo, era mejor que un mejor amigo. - Terminé explotando y se lo conté. La verdad es que me ayudó, es una persona que sabe escuchar.

-Wow.

-¿Qué pasa?

-Es cierto que Jimin es bueno escuchando, pero con nosotros seis. Nunca lo había visto sincerarse con alguien que no fuera Namjoon, Jin, Yoongi, Hoseok, Taehyung o yo... Puedes sentirte especial. 

-Especial...

Estuve pensando todo el día acerca de la conversación que había tenido con mi hermano y con la que había tenido con Jimin la noche anterior. No sabía si creerme lo que Jungkook me había dicho. ¿Yo, una persona especial para Park Jimin, su majestad? Imposible, ¿verdad? 

Está dibujada en mi rostro faceta de la desesperación. Me iba a volver loca pensando en Jungkook, Jimin, Yoon y en la vida en general. Anoche parecía que lo que me había dicho Jimin tenía mucho sentido, ahora no tanto. Si antes ya estaba confundida acerca de mi amistad de 18 años con Yoon, ahora lo estoy aún más.


Aquella noche no conseguí conciliar el sueño. Ya harta y muerta de calor, a las siete de la mañana de un domingo, me levanté y bajé a llenar mi estómago con cualquier cosa que encontrase por la cocina. Al final, acabé haciendo tortitas con chocolate y sirope de arce. Después bajo mi hermano.

-Peque, ven quiero decirte dos cosas. - dijo sentándose en el sofá con una cara seria y palmeando el hueco a su lado en señal de que me sentara con él.

-¿Qué pasa? Nunca estás tan serio, me estás asustando.

-Mamá y papá se han quedado atrapados en España, no podrán volver hasta la semana que viene, pero están bien, la han cagado en el aeropuerto.

-Bien... Y ¿qué más?

-Tn, ¿te gusta Jimin? quiero decir, ¿te sigue gustando Jimin?

-No, superé lo que pasó hace mucho tiempo. De todas formas Jimin nunca supo nada de mis sentimientos hacia él. 

-Vale, pero no quiero que todo acabe como la última vez. No hagas que me preocupe. Si te hace algo, dímelo, yo me encargaré de romperle la cara.

-Estoy bien, ahora mueve tu culo hacia la cocina, he hecho el desayuno... - dije. Me quedé pensando unos segundos en el salón y después reaccioné.

Sí, todo es completamente cierto. Le dije a Jimin que me había enamorado, la única persona de la que me había enamorado en toda mi vida era él. Nuestra historia no se centra en este curso, empezó mucho antes, hace tres años. Jimin y mi hermano se habían vuelto muy cercanos, y por consecuencia, yo también. Nos llevábamos muy bien, demasiado bien. Tanto que yo empecé a plantearme la idea de que me gustaba Jimin. Estuve con esas dudas en mi cabeza alrededor de un año. Después, me di cuenta de que de verdad estaba enamorada. Él y yo seguíamos igual, una relación de amistad. Después, todo empezó a derrumbarse. Empezó a comportarse como un idiota, una chica detrás de otra. Puro sexo todas las noches. Intentaba hacerme a la idea de que el chico al que amaba se iba de putas todos los fines de semana. Y llegó, lo peor. Jimin, el chico que me gustaba, y Yoon, mi mejor amiga, besándose debajo de las gradas del campo de fútbol. Por el momento, la única persona que sabía de mi enamoramiento era Jungkook. Yoon me contó su versión de la historia, que Jimin le había robado un beso y que no le gusta Jimin en absoluto. Después, me derrumbé aún más. Mi hermano estuvo ahí para todo, incluso se perdió la mejor fiesta del año para quedarse conmigo en casa viendo películas tristes, comer helado y darme abrazos. 

Me hice amiga de él, me enamoré de él, se me rompió el corazón por él, lo superé, lo odié y me he vuelto a hacer amiga de él. Espero que esto no sea un círculo vicioso y acabé debajo de una manta llorando y con mi corazón roto en mil pedazos, otra vez.

AS LONG AS YOU LOVE ME  » PARK JIMIN & TN «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora