AS LONG AS YOU LOVE ME » PARK JIMIN & TN «

t r e i n t a y c u a t r o

Narra Tn

Me arreglaba para ir al cumpleaños de Nam. Jimin, Kookie y yo habíamos comprado relojes de pareja para él y para Jin, estoy segura de que le gustará y a Jin también. No me arreglé demasiado, iba a una fiesta con mis amigos, no a ver a la reina.

Jimin nos esperaba en el coche. Jungkook y yo hicimos una carrera para poder sentarnos en el asiento del copiloto, y como siempre, gané yo. Me acerqué a Jimin para darle un beso.

-Chicos por favor, reservaros eso para cuando folléis. - dijo Jungkook.

-Jungkook no digas esas cosas, nosotros no---

-¿En serio creías que no sabía que perdiste tu virginidad con mi mejor amigo en la cabaña del lago?

-¿Cómo sabes eso?

-Hermanita, la pregunta es quién no lo sabe. Todos los chicos lo sabemos. Cuando volvimos a la escuela después de las vacaciones Jimin estaba demasiado feliz, era evidente que había pasado algo bueno entre vosotros dos. En cuanto le tiras un poco de la lengua lo suelta todo.

Me quedé callada, quería confirmarlo con los chicos en cuanto los viera en la fiesta. Unos minutos más tarde aparcamos frente a la casa de Namjoon. Entré y me encontré con 5 chicos, 2 de ellos muy cerca, en el salón con bebidas en sus manos, menos Taehyung que estaba comiendo como de costumbre.

-Así que Tn no es tan inocente como nos hizo creer... - dijo Hobi guiñándome un ojo.

-¡No me lo puedo creer! - me giré hacia Jimin que estaba a mi lado - ¿De verdad se lo contaste a los morbosos de tus amigos?

-Vamos Tn, no te enfades. Fue una noche especial - se acercó a mí con intenciones de besarme - la mejor de mi vida...

-Esta vez tus trucos no van a funcionar Park. No lo voy a hacer nunca más contigo.

-¡Noooo! Tn, no me hagas eso, cualquier cosa menos eso.

-¿Cualquier cosa?

-Lo que tú quieras.

-¡Pues deja de contarle nuestras intimidades a tus amigos!

-Tn - Yoongi interrumpió - también nos dijo como besas. Dijo que tus labios son el paraíso.

-Park. - llamé a Jimin

-Me encanta que me llames por mi apellido.

-Lo sé.

-Park. - volví a llamarlo.

-¿Sí?

-Eres hombre muerto, te doy cinco segundos.

-Chicos, por si no os vuelvo a ver, os quiero, adiós.

Jimin salió corriendo por toda la casa y yo detrás de él. La pelea, si se le puede llamar así, no duró mucho. No sé como lo hace pero siempre acaba por convencerme. Acabamos besándonos sentados en el sofá mientras el resto de los chicos bebían, a excepción de Jin y Namjoon, a saber qué hacen esos dos solos en una habitación.

Varias horas más tarde se notaba alguien llevaba unas copas de más, Jimin.  Ahora tendría que hacerme cargo mi novio borracho, no me quiero ni imaginar como reaccionará su madre cunado se encuentre a la novia de su hijo con él en brazos y con una borrachera que no se la va a quitar nadie.

Buscaba a Jimin y lo encontré en la sala de estar, sentado en el sofá, con una lata de cerveza en la mano y los ojos llorosos. Me acerqué a él bastante preocupada por lo que le estaba pasando, estaba segura de que era algo grave, Jimin no suele llorar con facilidad, o al menos no solía hacerlo.

-Chimchim, ¿qué te pasa? ¿Por qué estás llorando? - me agaché para quedar a su altura.

Jimin levantó la cabeza muy despacio y habló con una voz adormilada. - ¿Tn? - Sí, llevaba encima el pedo del siglo.

-Sí, soy yo. Dime qué es lo que te pasa.

-Te he mentido, te he estado mintiendo a la cara todo el tiempo.

Me levanté algo confundida. - ¿De qué estás hablando? - se levantó, o al menos lo intentó porque lo hizo tambaleándose.

-Yo, soy un hijo de puta. He sido un cabrón. Y no tengo derecho a que me perdones.

-Jimin, por favor, no entiendo nada... - no sabía lo que pasaba, pero por sus palabras u su expresión, sabía que no era nada bueno.

-Me acerqué a ti, con unas intenciones distintas de las que tú piensas.

-Jimin, ¡dime de qué coño estás hablando! - grité tanto que ahora tenía a seis chicos mirándome muy confundidos.

-Hice un trato con Yoon.

-¿Qué...? - un hilo de voz salió de mi boca, y una lágrima recorría mi mejilla.

-Hice un trato con Yoon, si lograba acercarme a ti, ganarme tu confianza, podría salir con ella. Y no sabes cuanto me arrepiento de haber aceptado esa propuesta. Pero, a medida que me acercaba a ti, mi corazón sentía amor y culpa. No podía soportar el hecho de haberte engañado y me aterrorizaba la idea de que me dejaras.

-Jimin...

-Yo no sabía que esto iba a acabar así, no sabía que me iba a enamorar de ti... - todos nos miraban, no apartaban sus miradas de nosotros. - No me merezco el derecho a quererte, no tengo el derecho a amarte... Pero, utilizaba eso como excusa para poder seguir siendo la persona a la que amas durante un día más. Me decía a mí mismo que lo que hacía era algo imperdonable y que debía parar, pero las ganas de que no lo supieras y de que te quedaras conmigo podían con los únicos pensamientos cuerdos que quedaban en mi mente. Lo único que sabía era que mi corazón latí solo porque tú estabas conmigo. Lloraba por las noches, sabiendo que algún día lo sabrías y me rehusaba a esa idea. En más de una ocasión fuiste tú la que me acompañó cuando la culpa y el miedo se apoderaban de mí, me decía que todo iría bien y que no te perdería. Pero soy una idiota y nada justifica lo que he hecho.

-Tengo que salir de aquí... - me di la vuelta. No podía seguir en ese lugar, no después de lo que acababa de decirme. Me agarró del brazo y me obligó a darme la vuelta.

-Dijiste que mientras me amaras nada te separaría de mí.

-Supongo que ambos mentimos.

Salí a la calle y me senté en el bordillo de la carretera. No conseguía que mis lágrimas salieran de mis ojos. No podía sentir nada, era tal sentimiento de tristeza que no sentía nada, y eso era lo que más me asustaba. Había estado viviendo una mentira, una mentira preciosa que me hacía llenar el vacío que había en mi corazón con sus palabras bonitas. Él lo tenía todo, mi primer beso, mi primera relación y mi primera vez. Fui una estúpida, ¿cómo pude pensar que cambiaría por mí? 

Jungkook llegó poco después, se sentó a mi lado y me rodeó con sus brazos. Ese fue el botón que activó todo y ahora tenía la cara empapada en lágrimas y tristeza. Lo único que pude sentir después fue como mi corazón se partió en mil pedazos.