AS LONG AS YOU LOVE ME » PARK JIMIN & TN «

c u a r e n t a y c u a t r o

Narra Tn

Entre tantos dramas, se me había olvidado la excursión a Busan de fin de curso. 

Ahí me encontraba yo. Un domingo por la noche, haciendo desesperada la maleta a última hora, como siempre, con el tiempo pegado al culo. 

Terminé de empacar todo más o menos a las dos de la mañana. Me eché a dormir pensando que solo descansaría 4 horas porque el autobús al día siguiente salía a las siete. Luego recordé que podría dormir en el hombro de Jimin. 

(...)

Sentada sola en el autobús veo subir a Jimin, que me mira con una sonrisa y se aproxima para sentarse a mi lado. Me aparté un poco para hacerle espacio y nada más se sentó lo abracé fuerte.

-¿Y esta cálida bienvenida? - preguntó Jimin nada más se sentó.

-Hemos estado mucho tiempo alejados, y quiero recuperar el tiempo que hemos perdido...

Nos quedamos bastante tiempo en un silencio muy cómodo hasta que yo decidí hablar.

-¿Por qué lo hiciste? 

-¿Hm? - pregunta él confundido.

-¿Que por qué lo hiciste?

-¿El qué?

-No pregunto esto para hacerte enfadar, solo quiero saberlo. 

-Vale... - dijo sin aún entender de lo que hablaba.

-¿Por qué le propusiste ese trato a Yoon?

-No lo propuse yo, ella me lo propuso a mí.

-Oh... ¿Entonces por qué aceptaste?

-Porque entonces no te conocía.

-Eso no tiene nada que ver.

-Claro que lo tiene. Yo no quería salir con Yoon porque gustase, solo quería acostarme con ella.

-Si, se me olvidaba que te acostaste con medio instituto... Casi se me había olvidado esa faceta tuya. - dije con falso enojo. 

-Puede que sí. Pero nunca repetía. Y contigo ya lo he hecho dos veces, y las que nos quedan... - eso último lo susurró en mi oreja haciendo que la piel de mi nuca se erizara. - Pero mejor dejemos eso para cuando lleguemos a la habitación del hotel...

-¿Qué habitación? Pensé que compartirías la habitación con mi hermano.

-Claro que no. Y no solo eso, reservé la habitación en el último piso, no vaya ser que alguien te oiga por las noches...

Le di un fuerte golpe en el pecho, haciendo que se alejase, al menos, unos pocos centímetros.

-Seguro que ni siquiera traes condones.

-Se volvió a acercar y susurró en mi oreja. - ¿Quién dijo que no los traigo? - Y como por arte de magia, saco y pequeño sobre plateado de detrás de mi oreja que rápidamente le quité de las manos para que nadie sospechase nada.

-Park Jimin, eres un pervertido.

-Solo contigo, querida.

-¿Por qué solo conmigo?

-Porque eres la única a la que quiero entre mis sábanas.

-Así que solo me quieres para eso.

-Sabes que solo estoy bromeando... No estás enfadada, ¿verdad?

-Quién sabe, quizás te deje en abstinencia por dos meses.

-Tn, no, por favor.

Reí para mí misma sabiendo que había ganado esa batalla.

(...)

La habitación que había reservado Jimin para nosotros no era grande, no señor, era gigantesca; estoy segura de que podría vivir aquí felizmente lo que me queda de vida.

Me recordaba a mi habitación: justo en frente de la cama hay un ventanal con un balcón, solo que este es como cinco veces más grande que el mío. Me puse tensa cuando observé esa gigante cama con pétalos de rosa sobre la sábana.

Que yo sepa esta no es nuestra luna de miel, ¿verdad?

Unas manos acarician mi vientre, siento algo posarse en mi hombro y me susurra en el oído:

-Dije que éramos una pareja recién casada cuando hice la reserva...

-Que haya aceptado aquel anillo no significa que estemos comprometidos, y mucho menos casados. ¿Acaso estás loco? Y no me respondas con: "Sí, por ti..." - dije imitando su tono de voz.

-No, no estoy loco. Solo quería un poco de privacidad, nada más.

-Pues como intentes hacerme algo si que vas a tener privacidad, porque vas a terminar durmiendo en el sofá.

-No te haré nada, al menos no ahora...

-Pervertido...

-Lo que tú digas. - Se aparta y se dirige al baño. - Deberíamos ponernos los bañadores, los profesores dijeron que teníamos tiempo libre hasta la cena y quiero ir a la playa contigo.

-Yo no, seguro que me tirarás al agua.

-No seas aguafiestas... Te prometo que no haré nada. A menos que algún tío te mire por la playa. en ese caso se irá a casa con un ojo morado por mirar lo que es mío.

-Te recuerdo que no soy un objeto.

-Lo sé. Tú eres mía y yo soy tuyo...

-Eso ya me gusta más.