AS LONG AS YOU LOVE ME » PARK JIMIN & TN «

t r e i n t a y u n o

Narra Jimin

Esa tarde, estábamos sentados en el muelle. Mirábamos hacia el fondo del lago, hablando de cosas sin sentido, como cuando Tn se quedó encerrada en el baño de su casa cuando tenía 7 años, o cuando un elefante se comió mi comida en una visita al zoo. Esta es una de las infinitas razones por las cuales me enamoré de ella, puedes hablar de cualquier cosa con ella y nunca te aburres, ya sea de lo que comiste ayer o la pandemia de gripe española en el año 1918. 

-¿Quieres que volvamos a la cabaña? Se está haciendo tarde, y me apetece un chocolate caliente junto a la chimenea. - dije sacando mis pies del agua.

-Sí, ya empezaba a tener frío.

Tn se puso de pie, cogió sus zapatos en una mano y con la otra agarró la mía. Llegamos y Tn fue directa a darse una ducha caliente, sí que tenía frío. Cuando bajó traía su "pijama", que era una camiseta mía que le quedaba enorme. Yo la esperaba sentado en un gran sofá frente al fuego con dos tazas de chocolate caliente. Se acurrucó, literalmente, encima de mí y nos quedamos en silencio mirando en fuego, con las tazas en las manos y una de las mías acariciando su espalda con movimientos suaves y amplios. 

-He estado pensando, - rompió a hablar Tn - y no quiero que halla inseguridades en nuestra relación.

-¿A qué te refieres?

-No quiero que esta relación se llene de estúpidas dudas que puedan romper algo que nos ha costado mucho crear.

-¿El qué, Tn?

-Amor. Eso es lo que hay entre nosotros, y no pienso dejar espacio a las dudas. - Tn se levantó y se sentó frente a mí, mirándome con sus ojos penetrantes. - Es por eso que quiero darte esto... 

Narra Tn

-Es por eso que quiero darte esto... - me acerqué lentamente a Jimin y lo besé. Mis manos subieron por su torso hasta el primer botón de su camisa, lo desabroché, uno tras otro, hasta que quedó con su torso desnudo dejándome ver su cuerpo marcado. - Quiero darte, mi primera vez...

-Tn, ¿estás segura de que quieres hacer esto? Puedo hacerte daño, y eso es lo que menos quiero en el mundo.

-Tú no me harás daño, por muy poco que me guste, tienes experiencia. Además, sé que esta es una de las causas de tus inseguridades. Estoy dispuesta a hacer lo que sea por ti.

-Pero, Tn, darme tu virginidad son palabras mayores. ¿Y si luego te arrepientes?

-No me arrepentiré, no lo haré porque serás tú y no otro.

Poco a poco, Jimin me fue recostando en el sofá, haciéndome quedar justo debajo de él.

-Recuerdo perfectamente cuando me dijiste que no sabía nada, que no sabía distinguir entre el sexo y hacer el amor. Bueno, supongo que ahora veo la diferencia. No sé si puede que esto cuente como mi primera vez, pero es mi primera vez haciendo el amor.

Las manos de Jimin fueron hacia mi camiseta, que con sutileza quitó y arrojó al suelo. Verlo semi-desnudo, encima de mí y estando sin camiseta hizo que mis mejillas se volvieran rojas. Tomó la cremallera de mis pantalones y me quitó estos arrojándolos también al suelo mientras dejaba suaves besos en mi frente, nariz y labios. En cuanto a mí, ya estaba roja como un tomate, me miraba de arriba a abajo con una sonrisa ladina en su boca.

-No sonrías, es vergonzoso. - tapé mi rostro con mis manos intentando disimular mis mejillas rojas. Él apartó mis manos de mi cara y me miró.

-Tn, no escondas quién eres, no delante de mí. No te avergüences, eres lo más bonito que he visto en mi vida. 

Unos instantes después nos encontrábamos los dos desnudos. Jimin dejaba un rastro de besos desde mi cuello hasta mi vientre. Tenía la respiración entrecortada, casi como jadeos. Supe que era el momento cuando lo vi coger un pequeño paquete plateado, supuse que era un condón.

-Dime y pararé. - dijo apartando unos mechones de pelo de mi cara. - Seré cuidadoso, lo prometo. - me limité a asentir entre jadeos.

Parecía que el momento iba a llegar... ¡¡JODER!! Sí que dolía. Jimin se quedó quieto unos instantes, intentando que me acostumbrara. 

-¿Me puedo mover? - volví a asentir.

Empezó con movimientos muy lentos, Jimin tenía miedo de hacerme daño y eso era muy tierno. Algunas lágrimas salieron de mis ojos recorriendo mis mejillas, dolía. Jimin se dio cuenta de eso y paró, levantó una de sus manos y con su dedo pulgar limpió las lágrimas de mi rostro. Fue dejando besitos en mi frente, luego en mi nariz, luego en mis mejillas y por último en mis labios intentando distraerme del dolor que podría sentir en aquel momento. Después los besos bajaron hasta el cuello donde se quedó un buen rato mientras movía sus caderas ya a un ritmo más rápido. Más de un gemido salió de mis labios y estos provocaban que Jimin fuera subiendo la velocidad. Al principio dolía muchísimo, pero todo el dolor se transformó en placer después de un rato.

-Jimin... - gemí.

Después de un tiempo, sentí una extraña sensación que me recorrió todo el cuerpo. Era lo que había escuchado como "orgasmo".

-Mhg... - un sonido ronco salió de la voz de Jimin, supuse que le había pasado lo mismo que a mí.

Una hora después no encontrábamos junto a la chimenea, tapados por una manta. Tenía la cabeza recostada en su pecho y su mano sobaba mi espalda.

-¿Qué tal ha estado tu primera vez? - me preguntó de repente.

-Mejor de lo que esperaba.

-¿Acaso dudabas de mis capacidades? - preguntó con tono burlón.

-No, en absoluto. Dudaba de las mías... ¿Y tú, que te ha parecido a ti?

-Seré sincero. - Jimin cambió de posición quedando encima de mí. - Ha sido la mejor noche de mi vida. Tendré que convencerte de hacer esto más a menudo.

-...

-No te quedes callada, di algo.

-Estoy de acuerdo. Pensé que dolería mucho, pero no fue para tanto...

-Eso solo puede significar una cosa.

-¿El qué?

-Que te gustó.

-¿Y quién dijo lo contrario? Hay veces que me sacas de mis casillas, Park Jimin. - me di la vuelta dándole la espala.

-Me encanta cuando me llamas por mi apellido. - dijo abrazándome por detrás.

-Lo sé...