39~ Deuda

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La lluvia había parado al llegar la tarde. Con las calles mojadas, el frío, y el cielo aún obscuro, el ambiente se sentía pesado y triste.

Mo Guan Shan caminaba de regreso a casa después de clases, agradeciendo a todos los dioses por no tener que trabajar ese día. No estaba en condiciones de hacerlo.

Su cabeza era un desastre, incluso se sentía un poco mareado. Con todo lo que pasaba y sin tener soluciones, su mente había llegado al límite.

He Tian herido y a penas recuperándose de otra cruel paliza. She Li desaparecido con información que podría ayudar. Un mafioso americano muy poderoso con planes que los afectaba a todos... Tanto pensar lo estaba volviendo loco.

¿Cuál sería el siguiente paso? Ya no tenían más opciones, sentía como si el juego hubiese acabado. ¿Era una derrota o una victoria? No lo sabía, y su desespero crecía.

De pronto se percató de que una figura muy familiar lo observaba desde lejos. Con dificultad veía su sombra, pero lo reconoció. Se trataba de She Li.

La furia se le subió al pecho tan rápido como decidió correr hacia él, con los puños preparados para atacar primero. Lo persiguió hacia un lugar más alejado y solo de la ciudad, donde el peligris se detuvo y volteó con un movimiento veloz.

-Pensé que ya no querías nada que ver conmigo- comentó, mostrando una arrogante sonrisa.

El rostro se le veía fatal teniendo todas esas cicatrices de pelea, las cuales durarían al menos un par de meses en sanar. Mo no se sorprendió ni un poco, de hecho disfrutaba verlo así.

-Sí, ya no soy tan guapo como antes, lo sé- bromeó She Li, desviando la mirada- Pero creo que He Tian está igual o incluso peor que yo. ¿Me equivoco?

Guan Shan apretó más los puños. Le ardía la sangre y no soportaba esperar para vengarse. Así que, sin vacilar, levantó el brazo y golpeó al contrario en la mejilla.

-¡Espera, déjame hablar antes!- pidió el moreno, extendiendo ambos brazos para protegerse. Ya no quería más golpes, y menos viniendo del pelirrojo.

-¿Por qué me sigues?- preguntó éste con enojo, dando dos pasos hacia adelante.

-Sólo siento que necesitamos hablar.

-¡Nosotros no tenemos nada que decirnos!

-Escucha, sé que lo que he hecho está mal, y que te he lastimado a ti y a las personas que quieres, pero si pudieras calmarte y poner atención a lo que tengo que decir, tal vez...

-¡Eres un maldito mentiroso, no creeré nada de lo que digas!

Mo hizo intentó de golpearlo de nuevo, pero su muñeca fue atrapada con fuerza por la mano del contrario.

-¿Tengo que recordarte que aún soy mejor que tú en todo? No sabes pelear, nunca has podido hacerlo bien— dijo el moreno, con seriedad.

-¡Cállate!

-Oh, pero... ¿Qué es esto?

De repente She Li le torció el brazo sin esfuerzo, causándole un grito de dolor. Con la otra mano tomó rápidamente la pulsera de cuentas azules de Shan, arrancadola sin ningún cuidado.

-Es muy bonita. ¿Dónde la conseguiste?- preguntó al levantarla a la altura de sus ojos, viendola con más detalle.

-¡Eso no es tu asunto, devuélvela!

-No, creo que me la quedaré, me gusta.

Dicho esto, soltó y empujó a Mo Guan hacia la pared del edificio frente a ellos. El golpe le tomó tan desprevenido que le llevó algunos segundos recuperarse.

Si te importo, sálvame. (He Tian & Mo Guan) 19 Days.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora