41~ Angustia

890 65 8
                                    

El sol apenas se ponía en lo más alto cuando llegó la hora del almuerzo, dando paso a que las aulas quedaran vacias y el comedor se llenara de estudiantes de todos los niveles.

Jian Yi fue el último en salir de su respectivo salón, pero no se dirigía a otro lugar más que al patio, donde pasaba los recientes días. No hacía nada en especial, sólo deseaba estar solo y fuera de tanta multitud. De hecho, ya se había acostumbrado a estar ahí cada día durante los recesos.

Esa tarde se sentó en una de las bancas y, bajo la sombra que lo cubría, admiró el patio vacío, ese en el que tenía tantos recuerdos de años pasados.

Se imaginó jugando baloncesto con sus amigos, tal y como lo hacían antes justo en el mismo lugar. He Tian siempre ganando las partidas, y Mo Guan Shan cubriéndole la espalda, como era costumbre. Realmente extrañaba esos momentos, cuando todo estaba en órden.

Claro que aparte de la ausencia de su amigo palinegro, el resto seguía casi igual. Aún podía encontrar a Mo en clases y hablar con éste como si nada pasara. Pero el ambiente y la actitud no eran los mismos, no cuando faltaba una persona tan valiosa.

—¡Ah, no puede ser!— exclamó cubriéndose el rostro con ambas manos, tratando de ocultar su nostalgia incluso si nadie lo veía.

Habían cambiado muchas cosas, era lo normal y eso lo sabía, pero aún le costaba adaptarse a su nueva realidad. «¿Por qué todo tiene que ser tan complicado? Duele no estar con ellos, duele no ver a Tian... ¡No puedo seguir con esto!»

Se frotó los ojos con brusquedad y exhaló al cielo, concentrándose en las hojas del árbol que lo protegía del sol. De alguna forma lo relajaban.

—Te traje el almuerzo— lo sorprendió oír de repente a Zhan Zheng Xi a su lado, quien se presentó con una bandeja llena de comida.

—No tengo hambre, pero gracias— respondió mirándolo de arriba abajo.

Recordaba muy bien decirle a su novio que lo dejara en paz durante al menos treinta minutos, y estaba seguro de que no habían pasado ni diez.

—Tienes que comer, estás perdiendo peso— mencionó el castaño, al poner la bandeja sobre la banca.

—No tiene nada de malo que me salte una comida al día. ¿O sí?

—Sé que tampoco cocinas en tu casa. Así que te obligaré a alimentarte— dijo acariciandole el cabello— Entonces... ¿Cuándo me dirás lo que tienes en mente?

—Yo no...

—Estoy preocupado por ti, amor. ¿Acaso no puedes hablar conmigo justo ahora?

Jian Yi bajó la cabeza, avergonzado. Era verdad que se había alejado de todos, incluso de la persona que más amaba. ¿Y para qué? Hablar de sus propios sentimientos se volvió dificil en algún punto.

—Quiero estar solo, por favor— susurró apretando los puños.

—Han pasado varios días desde que estás así. ¿Crees que es normal?

—¡Nada de lo que está sucediendo es normal!— gritó de pronto, sintiendo como la sangre se le subía a la cabeza.

Zheng Xi lo miró sorprendido, sin reconocer a su pareja. ¿Podía la tristeza cambiar tanto a una persona? Eso parecía.

—Lo sé, perdón— se disculpó al sentarse al lado, con miedo a tocarlo— Escucha... lo que pasa con He Tian es horrible, pero no puedes dejar que te afecte de esta manera. ¿Y sí luego no puedes ayudarlo porque tú mismo te has puesto en una mala condición?

El rubio se mantuvo en silencio, sin prestar real atención. Estaba cansado de la misma charla todo el tiempo, no servía para nada.

—¿Recuerdas la vez que le contaste a Tian sobre nosotros?— preguntó Zhan Zheng, poniendole temerosamente una mano sobre la espalda.

Si te importo, sálvame. (He Tian & Mo Guan) 19 Days.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora