61~ Dolor

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El eco que había realizado el disparo se detuvo justo en el momento en el que He Tian abrió los ojos y se encontró con una espalda ancha y un cabello anaranjado frente a él.

Estaba en shock y no fue capaz de entender la situación hasta que ese pelirrojo cayó de espaldas casi sobre él. Se trataba de Mo Guan Shan, y... maldición, era quien lo había protegido de la bala.

Le vacilaron las manos cuando quiso tocarlo, pero retrocedió al no atreverse. «Esto no es real, no está pasando... Mi montañita está bien, él está lejos de aquí y a salvo... ¿Cierto? No es posible, este no puede ser mi Mo, claro que no. ¡Por favor, que alguien me diga que no es él!»

Pero lo confirmó cuando Shan abrió los ojos y dirigió esa dulce y brillante mirada color miel hacia él. Sí, era su novio, y estaba gravemente herido por un disparo directo en el costado izquierdo.

—¡No, cariño, por favor!— gritó Tian con un enorme nudo en la garganta. No podía creerlo, jamás lo aceptaría.

Se arrastró tan rápido como su pierna le permitió, y con todos sus músculos temblorosos se acercó al menor hasta alcanzarle la mano y agarrarla con fuerza.

—¡¿Por qué estás aquí?! No deberías, tú..
¡¿Por qué hiciste eso?!

La voz que salió de su lastimada garganta al gritar fue desgarradora. En ella se pudo escuchar todo el dolor y angustia que poco a poco lo iban consumiendo.

De repente ahí estaban también Jian Yi y Zhan Zheng Xi, de pie frente a la puerta, sin el valor suficiente para aproximarse a tan horrible escena.

—Corrí tan rápido... como pude...— habló Mo Guan con agitación, pues la sangre subía hacia su boca.

—¡¿Por qué te pusiste frente a la bala?!— reclamó el pelinegro con gruesas lágrimas empezando a salir de esos hinchados ojos grises.

—Prometí... que te protegería siempre.

—¡Pero no así, no tenías que sacrificarte por mí!

—Nunca dejaría... que te hicieran más daño.

Entonces el pelirrojo levantó la mano libre para llevarla al rostro de su pareja y limpiar así esas cristalinas lágrimas que tanto odiaba ver. No quería que He Tian llorara por él, no después de todo el esfuerzo que había hecho para salvarlo.

—Chicos... —susurró Zheng Xi mientras se acercaba a pasos lentos y calculados. Él también sentía cómo el mundo se venía abajo, y cómo el intenso dolor de perder a un gran amigo lo obligaba a retroceder.

—¡Se suponía que yo iba a morir, tú no!— gritó de nuevo Tian, esta vez con la frente apoyada sobre la de su amado— ¡Por favor no me dejes, te necesito conmigo, no puedes irte así!

—Lo siento, dije antes... —murmuraba Mo, escupiendo a su vez un poco de sangre— Dije que daría la vida por ti si fuera necesario... esta vez lo fue, perdóname.

El ojigris exhaló con dolor. Nunca imaginó arrepentirse tanto de amar a alguien y aceptar cada termino. Todo era su culpa, sus amigos y novio estaban en ese lugar por él, y ahora perdía a la persona más importante de su vida. Era insoportable.

De pronto sintió cómo la caricia de Guan Shan iba disminuyendo hasta quedar en nada, ahí fue donde levantó la cabeza y le vió directamente a los ojos. Ese hermoso color que tanto adoraba se apagaba con cada segundo, y esto le rompía el corazón.

—No puedo continuar sin ti, tienes que seguir conmigo— murmuró entre un gran sollozo, esperando algún milagro en el que su pareja se curara con tan sólo esas palabras.

Si te importo, sálvame. (He Tian & Mo Guan) 19 Days.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora