55~ Resignación

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Mo Guan Shan terminaba de desvestirse para entrar a la bañera junto a su pareja, quien fumaba ya el cuarto cigarrillo de la tarde.

Suspiró con cansancio y se detuvo un segundo antes de entrar, viendo cómo el cuerpo de Tian no dejaba de temblar incluso estando sumergido en el agua caliente. Él estaba mal, y eso no podía ignorarlo.

Con cuidado colocó una pierna primero, tratando de acostumbrarse rápido a la alta temperatura, y pronto estuvo sentado frente al pelinegro. Sus piernas se cruzaron por la falta de espacio, dándole a Mo ese leve contacto de piel que deseaba con ansías.

—No tenías que bañarte conmigo— susurró He Tian, sin mirarlo.

—Sólo me aseguro de que no vayas a tener un ataque de pánico y te ahogues. ¿Es una posibilidad?

—Tal vez.

—Entonces me quedo.

El mayor no dijo nada más, se mantuvo con la cabeza gacha mientras terminaba su último cigarrillo. Pronto necesitaría otro con urgencia.

—¿Por qué hueles tan mal?— preguntó el pelirrojo, con curiosidad en la mirada.

—Qiu me escondió en un basurero, sólo para que él hiciera de carnada.

—¿Gracias a eso pudiste escapar?

—Supongo, pero ahora ellos...

—Basta, pensaremos en eso después— lo interrumpió Guan Shan, a la vez que le ofrecía una esponja de baño, la que aceptó con timidez— Deberías empezar a limpiarte, no quiero verme obligado a abandonarte aquí por ese olor.

—Pensé que me querías de cualquier manera— bromeó mostrando una leve sonrisa fingida. Maldición, se veía tan afectado.

—Hazlo y cállate, si no tendré que hacerlo por ti.

—No me molestaría que me tocaras un poco, ya ha pasado tiempo desde la última vez.

Entonces Shan sintió las mejillas arder. ¿En serio su novio seguía con esos comentarios sin importarle el estado en el que se encontraba? Era emocionalmente resistente, y a eso le daba créditos.

Pero luego volvió esa expresión preocupada y culpable, la que reflejaba un profundo miedo en esos húmedos ojitos grises. El pelirrojo no soportaba verlo así, le dolía el corazón.

¿Qué podía decir ahora? Sabía que He Tian no se encontraba bien, pero no tenía ni la más mínima idea de cómo animarlo. «La culpa no es tuya, sino de ese maldito americano y sus cómplices. ¿Cuándo entenderás que no estás solo en esto y que nunca te culparemos por nada? Aunque, por supuesto, debió ser terrible presenciar cómo se llevaban a Zheng Xi y Qiu. Perdón por no estar ahí contigo».

—¿Recuerdas la vez en que fuimos de picnic con Jian Yi y Zhan Zheng Xi?— mencionó Mo con angustia, esperando no obtener una mala reacción de parte del contrario.

—Sí. ¿Cómo podría olvidarlo?

—Ese día arriesgaste tu vida por nosotros, no creas que no me di cuenta.

—Lo hice. ¿Por qué sacas el tema ahora?— preguntó Tian, frunciendo el ceño con descontento.

¿Qué quería lograr el ojimiel? Simple, ese recuerdo lo mantenía en su mente por una razón muy valiosa, y ahora su misión era empatizar con su pareja.

—Lo que sentí en el momento en el que no te vi ahí, cuando pensé que estabas bajo toda esa tierra y troncos, y me di cuenta de que yo no podía hacer nada para salvarte... ¿Crees que ese sentimiento sea igual al que tienes ahora?

Si te importo, sálvame. (He Tian & Mo Guan) 19 Days.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora