64~ Destino

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Mo Guan Shan lo recordaba todo a la perfección. Desde el momento en el que había sido liberado, hasta cuando sus ojos se cerraron entre los brazos de su novio.

Xiong fue quien mató a aquellos tres hombres tan rápido como imposible. Con una pistola y movimientos veloces, lo había logrado sin ayuda.

—¡¿Qué acabas de...?!— habló Qiu entre el silencio formado, pues todas las miradas estaban sobre los cuerpos tirados en el suelo, inmóviles y sin vida.

—Le prometí a She Li que los ayudaría, y eso es lo que hago ahora— respondió la mujer con autoridad— Será mejor que se concentren y salgan de aquí pronto, el edificio se hará cenizas.

—¡No me iré sin He Tian!— gritó el pelirrojo enfurecido.

Si era necesario pelear con ella para que lo dejara salvar a su pareja, lo haría con mucho gusto. Pero por suerte para él, también se le unieron sus amigos.

—¿Dónde está el americano? Debemos encontrarlo— dijo Zheng Xi con mirada seria y decidida.

Ya no les importaba lo que pasara con ellos, ni cuanto miedo tenían, lo que necesitaban era rescatar al ojigris y salir de ahí pronto. Todos estaban de acuerdo con ello.

—En una oficina a seis puertas de esta— dijo Xiong, sonriente y esperanzada— Tomen las armas de estos idiotas y avancemos si pueden caminar, debemos ser rápidos.

Así los cuatro se agacharon y recogieron las armas, quitándoles el seguro como si fueran expertos. Después de todo Qiu no había perdido el tiempo, y vaya que les enseñó bien en pocos días.

Después se miraron entre sí y asintieron, dando la señal de que estaban listos para actuar. Pero antes de poder salir, Jian Yi corrió hacia Zhan Zheng Xi y lo envolvió entre brazos desesperados, llenándole a su vez el rostro de besos.

—Estaba tan preocupado por ti, me alegro de que estés bien, al fin puedo acercarme y darte amor— murmuró el rubio, haciéndo reír al contrario.

—Tonto, no vulevas a hacer algo tan peligroso sólo por mí— respondió Xixi, al mismo tiempo que abrazaba y besaba también.

—Te amo mucho, jamás me rendiría contigo.

Y mientras Mo presenciaba con incomodidad la escena, pensó en He Tian. ¿Tendría la oportunidad de tener un reencuentro así de emotivo? «Sé que él está gravemente herido y pasando por mucho dolor, quizá enfrentando la muerte justo ahora, pero a pesar de eso lo único que tengo en la cabeza es su cuerpo junto al mío y nuestros labios unidos, como si todo estuviera bien y pudieramos estar así para siempre. ¿Acaso soy egoísta por pensar de esa manera?»

Quizá lo más probable era que sus piernas fallaran por tanta angustia que llenaba su pecho, pero por alguna razón se mantenía más fuerte que nunca, totalmente decidido a que su deseo se hiciera realidad.

No iba a permitir que alejaran a Tian de él, jamás permitiría que lo dejaran en esta vida sin la única persona que logró conquistar su corazón.

—Bien, andando. Por favor estén atentos— pidió Xiong tal como una buena líder. No dudaron en confiar y seguirla.

Tuvieron que enfrentarse a varios hombres, pero la facilidad con la que esa mujer mercenaria se encargaba era de admirar. Para el resto no fue necesario esfuerzo alguno.

Pero eso les quitó tiempo, mucho tiempo, por lo que debían apresurarse y llegar a la oficina en la que estaba Connor. Iban seguros de que podían atacar e incluso matar si llegaba a ser la única opción.

Sin embargo, antes de que pudieran abrir la puerta, el humo y los gritos de varias personas los sorprendieron. El plan mejoraba cada vez más.

—¡¿Qué sucede?!— preguntó Jian Yi exaltado, sin dejar de mirar cómo las personas corrían y pasaban ignorandolos por completo, buscando una salida.

Si te importo, sálvame. (He Tian & Mo Guan) 19 Days.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora