El sol de la mañana iluminaba vagamente el rostro de Mo Guan, despertandolo poco a poco entre quejidos.
Se encontraba desnudo y con el recuerdo claro de la noche anterior. ¿En serio se había quedado dormido? Vaya humillación más grande después de tan poco. ¿Qué pensaría He Tian ahora de él? No quería ni pensarlo.
Se enderezó un poco y pasó la mano por su propio cuerpo, recordando las caricias de su novio. Se dió cuenta de que su vientre estaba limpio, y la ropa se encontraba acomodada y doblada en un rincón. Parecía que por fin el mimado de Tian aprendía a hacer labores de casa.
Se vistió rápidamente y salió hacia la cocina, donde el pelinegro preparaba el desayuno. Aunque se trataran de unos simples huevos revueltos y un par de tostadas, era increíble y un gran logro viniendo de él.
—Hola, buen día— saludó Mo, sin ocultar la expresión de admiración en su rostro.
—Hola, cariño. ¿Cómo te sientes? Dormiste mucho— respondió el más alto, mirándolo con una radiante sonrisa— He hecho el desayuno, espero que esta vez no se queme. ¿Me ayudarías?
El pelirrojo se acercó y comprobó la comida, que estaba perfecta y lista para comer. Repartida en dos platos fueron a la mesa, donde se sentaron en silencio uno frente al otro.
—No sé si esto te incomodará, y si lo hace no tienes obligación de responder, pero... —He Tian se veía nervioso, nada propio de él— ¿Te gustó lo que hicimos ayer? Me preocupa que te hayas quedado dormido repentinamente, y tal vez fue aburrido o asqueroso para ti, así que...
—¡Estuvo bien!— se apresuró a responder, inclúso casi gritando— Es sólo que nunca había hecho algo como eso, fue un poco agotador. ¡Pero me gustó, en serio que sí!
He Tian no se veía convencido, pero decidió no insistir. «¿En verdad está bien? Para mí fue grandioso, pero no estoy seguro de que a ti, el terco y arrogante Mo Guan Shan, te haya gustado algo así».
—Bueno... Tengo planeada una cita para hoy. ¿Te parece bien?— preguntó, viendo enseguida el rostro de negación de su pareja— Pero será aquí en casa, no te alteres, y ya que tu mamá trabajará todo el día y estamos solos, pensé que...
—De acuerdo, lo que tú quieras estará bien— aceptó sin más, haciendo sonreir a Tian.
—Sólo me apetece estar contigo— susurró éste, un poco avergonzado.
Terminaron de comer y fueron directo a la sala de estar. Aprovecharían el domingo libre de Mo Guan para tener un día en pareja. Acomodaron los muebles y ambos se sentaron en el sofá, uno al lado del otro.
—¿Y ahora qué?— preguntó el más bajo, haciendo un leve puchero.
—En realidad me gustaría hablar.
—Si es otra vez sobre lo de ayer...
—No, quiero aclarar algunas dudas. ¿Responderás a mis preguntas?
Mo asintió poco decidido. No había que tenerle miedo a ninguna pregunta. ¿Verdad? Pero la cara seria de He Tian le intimidaba.
—¿Cómo es tu relación con She Li?
Y ahí vino una fuerte, una de las que más le costaría responder.
—¿Por qué la curiosidad ahora? No le veo el puto sentido.
—Sólo dímelo, por favor— pidió el ojigris con voz entrecortada, siendo imposible negarse.
—Él me salvó en una ocasión, algo de lo que ya sabes, y no quiero volver a hablarlo. El punto es que desde entonces siente que yo le debo algo por eso, y aunque sí sea así, siempre se comporta como si yo fuera de su propiedad.
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Si te importo, sálvame. (He Tian & Mo Guan) 19 Days.
FanficTodos conocemos el difícil carácter de Mo Guan Shan y la constante barrera que pone entre él y las personas que quieren ser sus amigos, pero... ¿Qué sucedería si comienza a ver a uno de ellos de manera diferente? He Tian había sido ese amigo no que...