Si te importo, sálvame. (He Tian & Mo Guan) 19 Days.

51~ Verdad

He Tian fue el primero en entrar a la habitación, se había apresurado para tener un momento a solas con el peligris antes de que los demás interrumpieran.

Caminó con vacilación por alrededor para después tomar asiento en el borde de la cama, desde donde She Li lo miraba sin una expresión específica, sólo esperando.

—Creo que es hora de contarle al resto— murmuró de pronto, viendo directamente a los ojos del contrario.

Pero el moreno abrió completamente los párpados, mostrando sorpresa. No esperaba tal petición, y menos tan pronto.

—No me parece un buen momento, si llegan a enojarse no podré defenderme en mi condición— dijo frunciendo el ceño, notablemente preocupado.

—Ese es tu problema, yo necesito decirlo ya.

—Piénsalo, idiota. ¿Qué es lo que hará el lindo pelirrojo cuando lo sepa? No podemos arriesgarnos ahora.

—¿Crees que el plan va bien? Nada está saliendo cómo queríamos, es hora de que ellos también...

—¡No!— gritó dando un puñetazo al colchón, Tian lo miró con curiosidad— Esto ya no se trata de ustedes o de mí, sino de Connor y el cómo lo detendremos, nada más importa.

El ojigris esperó, tratando de pensar en la mejor respuesta para dar. ¿Cómo lo convencería de lo contrario? Era obvio que She Li no quería estar más vulnerable, pero que todos supieran lo que los dos ocultaban se había vuelto muy necesario.

—Es por eso que hay que decirles— murmuró con calma— Ellos podrían ayudarnos a lograr lo que queremos. ¿Acaso no te parece razonable?

—Nos odiarán.

—Ya te odian, no tienes nada que perder.

—Pero Mo Guan...

—Su opinión sobre ti es mala, seguro que lo sabes en este punto. ¿A qué le temes?

El peligris no respondió. ¿Qué podía decir? Nadie creería su deseo sincero de mejorar su propia vida, y mucho menos el hecho de que lo quería hacer con el apoyo de Shan.

—¿Estarás conmigo en esto o tendré que decirles todo por mi cuenta?— preguntó He Tian, rompiendo el incómodo silencio.

—No me arriesgaré a que les cuentes sólo tu versión de la historia, no sería justo.

—Entonces decidido, lo haremos sin importar las consecuencias.

Ambos asintieron con complicidad, pero ninguno se veía cien por ciento convencido.

Así, en cuanto los otros entraron a la habitación para ver al moreno en la cama, se quedaron de pie frente a éste cómo Tian les indicó.

—Tenemos que hablar de algo, y esperamos que se mantengan serios hasta el final— dijo con nervios, al mismo tiempo de se levantaba para colocarse al lado de She Li.

—¿Ustedes dos tienen que decirnos algo?— preguntó Jian Yi, sin creerlo.

—Estamos... ¿Cuál es la palabra? Juntos en una misión— respondió el peligris, con las manos temblorosas.

En ese momento la mirada de Mo Guan Shan buscó la de su novio, tratando de encontrar alguna explicación o consuelo de lo que estaba por saber, pero el contacto no duró mucho.

—Sucedió cuando me obligó a ser su sirviente— comenzó a contar He Tian, con voz apagada— En ese entonces, él me propuso el plan y no supe cómo negarme, pues sonaba bastante bien.

—¿Una plan entre ustedes? Es raro— habló Zhang Zheng Xi, con los brazos cruzados y expresión distante.

—Mi trabajo era capturar a este idiota— murmuró la serpiente— Y en realidad, ese día iba a hacerlo, pero lo pensé mucho y llegué a otra conclusión.