He Tian y Mo Guan Shan se apresuraban para llegar a la casa de Jian Yi, ansiosos y a la vez preocupados por lo que verían.
Ni siquiera tuvieron que llamar a la puerta, Zhan Zheng Xi ya los esperaba para prepararlos antes de poder entrar.
—Tienen que relajarse, así no lograrán nada— dijo mostrando las palmas, pero ninguno de los dos bajó la guardia.
—¿Relajarnos después de lo que nos dijeron por teléfono? Es imposible— habló Shan, jadeante y sudoroso.
—¿Dónde lo encontraron?— preguntó He Tian, tratando de calmar su cuerpo también.
—Estaba escondido en un callejón, muy mal herido y sin haber comido ni bebido nada. Ahora está estable, nos aseguramos de eso antes de llamarte, pero...
—Aún se encuentra mal. ¿No es así?
—Sus heridas no son fáciles de sanar, no sabemos si su cuerpo volverá a cómo era antes.
—¿Nos dejarás verlo o qué mierda?— pidió el pelirrojo, exaltado.
Zheng Xi asintió dudoso, acto seguido se apartó de la puerta para dejar a ambos pasar. Se dirigieron a la sala, donde estaba Qiu sentado sobre el sofá, y Jian Yi sentado al lado mientras le tomaba la temperatura.
Para los dos, verse no fue una gran sorpresa. El mayor sabía que su protegido se encontraría de vuelta con él, y el menor no tenía ni la más mínima duda de que no sería tan fácil deshacerse de ese grandulón.
—¿Dónde está Cheng?— murmuró He Tian, el peliblanco bajó la cabeza.
—Lo atraparon, no pude salvarlo— dijo con voz ronca y desgarradora.
—¿Está muerto?
Qiu no respondió, y eso fue suficiente para entender. No es que no lo esperara, más bien era bastante obvio el resultado, pero imaginarlo fue algo completamente distinto a escucharlo de verdad. He Cheng muerto, la realidad no podía cambiarse, y el dolor de perdidad tampoco podía evitarse.
Tian se dejó caer sobre el sofá y ocultó su rostro con ambas manos. No iba a permitir que sus amigos vieran una expresión de llanto en él.
—Creemos que siguen buscandote, han preguntado por ti en algunos lugares— murmuró Qiu, cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás.
—Pero si ya cumplieron con su objetivo... ¿Por qué demonios querrían también a He Tian?— habló el pelirrojo, frunciendo el ceño.
—Porque ya lo saben— susurró Jian Yi, cabizbajo— No tengo idea de cómo, pero ya saben que He Cheng no fue el culpable de lo que pasó, sino su padre.
—Y quieren hacer que lo lamente por medio de sus hijos— concluyó Zheng Xi, de brazos cruzados y mirada fija en el suelo.
—¿Qué pasaría si entrego a mi padre?— preguntó el ojigris, después de dar un profundo suspiro y atreverse a mirar de nuevo a Qiu.
—No creo que sea suficiente, ellos quieren sangre y no les importa nada más.
—Además de que quieren verlo sufrir, supongo que no se conformarán tan fácilmente— agregó el rubio.
Hubo silencio por algunos segundos, las cinco cabezas pensaban rápidamente. De pronto Jian Yi dió una palmada en el aire, exaltando a todos.
—¿Qué tal si se va a otro país y cambia de identidad? Podría funcionar— propuso esperanzado.
—Eres un idiota— contestó de inmediato Mo Guan— No tenemos seguridad de que lo dejarán tranquilo, y además se irá muy lejos y estará solo, así que no lo permitiré.
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Si te importo, sálvame. (He Tian & Mo Guan) 19 Days.
FanficTodos conocemos el difícil carácter de Mo Guan Shan y la constante barrera que pone entre él y las personas que quieren ser sus amigos, pero... ¿Qué sucedería si comienza a ver a uno de ellos de manera diferente? He Tian había sido ese amigo no que...