Gritos y confesiones

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— Will, me estás asustando. De verdad no puedo ni verte ahora— me alejo de él y me encierro en el baño de mi cuarto.
— Escúchame entonces. Maldición Vanessa. Me vuelves loco.
No lo puedo ver pero juraría que se acomoda el cabello.
— Si, bueno es mutuo.
— Tú amiguito ese Kyle no es quien dice ser.
Me siento en la taza del baño y me cubro la cabeza con las manos.
— Ya dijiste eso mil veces. No explicas el porqué.

— ¡PORQUE NO ME DEJAS!— golpea suavemente la puerta. Este chico necesita control de emociones.
— Si continuas gritando, no lo haré.— le digo.
— No lo haré, pero escúchame por favor.
Suspiro. — Bien, cuéntame.
— En la fiesta no podía despejar mi vista de ti Vanessa, y te vi beber mucho. Demasiado. No estarías sobria y bailarías así como lo estabas haciendo con el. Y él se acercaba más a ti cada vez, te lambía y te tomaba como si fueras suya. No hice nada, me limité a solo ver. Mi error, debí hacer algo antes de que me enfureciera tanto como lo hizo. — su voz para por un momento y continúa.

¿Está llorando? — Vi como te arrastro hacia afuera en la playa y... tú murmurabas que no, pero no estabas consiente y él hijo de puta no entendía que no es no. Entonces actúe. Estaba enojado y le dije que se alejara y lo empuje se callo el débil y se vino contra mi, estaba borracho también pero eso no excusa nada. Así que lo noquee.
Y tú estabas ahí sin saber que pasaba el vestido se te caía y...
Lágrimas rozan por mis mejillas al escucharlo, siento la ira de Will y abro la puerta y lo encuentro a él en el suelo, deprimido. Levanta la vista y veo unos ojos rojos.
— Abusaron de mi hermana cuando era pequeño. La escena no fue agradable. — me agacho y lo acurruco contra mi pecho. No puedo ni siquiera sentir lo que debe de estar sintiendo.

— Lo siento— las lágrimas no paran de caer de mi rostro. Y se que la amistad que tengo con Will es mucho más fuerte ahora. No es solo atracción sexual.
Recuerdo más fragmentos, uno de ellos es Will leyéndome caperucita roja una faceta tierna y hermosa de Will que guardare hasta que muera.
¿Quien es este chico y que hizo con el otro que se lo toma todo a juego?
Supongo que como todos a pasado momentos difíciles y eso es su mecanismo de defensa.
— No llores.— Will me quita la lágrima ahí sentados en el suelo del baño, dejando a ver nuestro pasado.
— Tus ojos cambian— le digo viendo destellos de verde en ellos ahora. Creo que no me escucha de lo leve que lo dije pero sus labios se forman en una media sonrisa.

Se da cuenta que lo estoy viendo. Sus labios.
Estoy a punto de besarlo y olvidarme de las reglas cuando se aclara la garganta y se levanta.
— Si, claro.
Voy a la cama recordando como ayer dormí junto a él.
— ¿Will?— lo llamó cuando está a punto de salir del cuarto, no se porque quiero que se quede conmigo.
Se asombra y me voltea a ver.— ¿si?
— ¿te puedes quedar?— me muerdo el labio imaginándome lo peor pero no deja de ser amable y asiente con la cabeza.
Como pasa la noche no logro cerrar los ojos, al sentir el cuerpo de Will al lado del mío. Me imagino mil escenarios en mi cabeza donde nos volteamos y esta vez si me besa, una parte de mi quiere llorar al darme cuenta que eso nunca sería posible.
Solo se que descanso como nunca antes, me siento segura y feliz, quiero darme un golpe mental por mis sentimientos pero no lo puedo evitar y termino rodeada por sus brazos en mi cintura.

La respiración de Will contra mi oreja me levanta y siento como a pesar de llevar ropa para salir me siento lo más cómoda. La mano de Will sigue rodeando mi cintura y pasó mi mano por la de el. Me volteo lentamente para estar frente a frente y no puedo evitar sonreír al verlo ahí tan vulnerable.
Los apenas rayos morados de sol de que está amaneciendo entran por la ventana y veo como caen en su hermosa piel.
Abre un ojo y me siento como atrapada con las manos en la masa.— ¿Me estabas viendo mientras dormía, señorita acosadora?— me alejo y le lanzo una almohada. — ¿Es así como me vas a despertar cuando durmamos juntos? No creo poder acostumbrarme.

Suelto una risita l ver que el Will de antes volvió.
— Al menos ya sabes que no te espera un beso de buenos días.— le digo de broma y él me sonríe inconscientemente
— Y gracias por eso, tu aliento es horrible. — abro los ojos espantada y veo como se adentra en carcajadas.
Huelo mi aliento y esta bien. Maldito.
— Oh, cállate Will— se calla y me mira sensualmente.
— Creo que es la primera vez que dices mi nombre. Y con voz mañanera. Creo que me acabo de venir.— ronca y se cae de la cama. Me levanto roja y voy hacia el baño.
— ¿Escuchas lo que dices alguna vez?
Y yo no pienso lo que hago.
Le pedí a Will que se quedara a Dormir, cuando dije que no sería parte de sus juegos si se portó amable por una vez pero eso no quita que hará que me rompan el corazón y peor no vivir en esta mansión.

Ya es viernesssss, han pasado unos días 3 para ser exactos desde la primera vez que me levante junto a Will. Y todos los días desde ahí han sido así.
Miles de golpes mentales.
El primero fue viendo una película (la de fragmentado). El segundo fue yo en su cuarto leyendo, así me quede y desperté con un bombón al lado mío.
Oh Dios, todo empeoraría si las personas pudieran leer los pensamientos. Y hoy viernes fue instinto que Will entrara en mi cuarto a media noche y se acurrucara conmigo.
No lo corrí tampoco, me dije que solo dormir no tiene nada de malo no? No estamos haciendo nada.
Y aún así no le hemos dicho nada a nadie.

— Pss, Vanessa— volteo al lado mío donde se encuentra Tyler. — ¿Quieres venir hoy a verme entrenar?
— Claro, porque no— le sonrió y me devuelve la sonrisa.
— Te tengo una sorpresa.
Aplaudo sin hacer ruido emocionada y la maestra voltea inmediatamente a verme.
— ¡Usted y su compañero Tyler! ¿Que están diciendo que es tan importante para interrumpir la clase?— es una de las cosas que odio de universidad privada. Los profes son demasiado estrictos y está prohibido hablar literalmente.

Yo y Tyler nos quedamos inmóviles sin saber que decir. — Ah, con que no dicen nada. ¡Tendrán que presentar una obra de teatro aquí en la escuela para dentro de 1 mes! La quiero perfecta. Solo pueden usar 3 personajes secundarios y de ayuda. Los demás ustedes solos, escenografía, luces, todo. Yo escogeré la obra. Romeo y Julieta.
Abro la boca por las barbaridades que salen de la boca de la señora  y Tyler se reacomoda re enojado e incomodo. — Pero...
— Nada de peros. Si no lo hacen bien. 4 puntos menos de su calificación final. — miro a Tyler aterrorizada.
Lo peor! Volteo a ver a Will instantáneamente que parece estar haciendo un esfuerzo por no sonreír.
Le lanzo una mirada asesina y Tyler esta tan conmocionado como yo.
Estoy segura que Will tiene algo que ver, no puede ser que solo por decir unas palabras ya esté castigada de por vida.
Suena el timbre y recojo mis cosas molesta.

— Lo siento, Vane— me dice Tyler al acercarse a mi, y me da un beso en la frente.
— No es tu culpa, es de la mugre maestra que se cree que...
— Cuidado con esa boca— dice Will por detrás mientras coloca un dedo en mis labios.
— Nos las arreglaremos, todos los días nos juntaremos para ensayar y todo eso.
Asiento agradecida y me despido de Will con un beso en el cachete y sigo a mi siguiente clase con Tyler.
Will frunce el ceño todo el tiempo que nos ve marchar.

— ¿Ya escogieron a las 3 personas que los ayudarán? Yo podría soy excelente escogiendo la escenografía y el vestuario!— Trina me lanza el control remoto y la quiero abrazar de lo linda que es.
— ¡Sería una gran ayuda!— me guiña un ojo.
— si bueno, ¿qué película quieren ver?— Will se estira y coloca sus manos sobre mis hombros.
— No se elígela tú. — le pasó el control. — Solo nos faltaría uno. Alex ya se propuso inmediatamente cuando le dije que era Romeo y Julieta.
— ¿De que hablan?— dice Maia mientras baja.
— De la obra nos falta uno.
— Bueno yo podría ayudar.— Trina grita y se acerca.
— Siii será divertidismio!— aplaude y se sienta en el sillón con Will.
Con estos chicos los problemas parecen insignificantes.
— Yo también podría ayudar— dice Will de repente.
Hago una mueca.— Ya son tres.
— Como sea— dice Will y pone una película.
Trina me voltea a ver y también hace una mueca.
Oh, Will. Quien te entiende.

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora