Agua romantica

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Me quedo afuera por un tiempo sentada en la oscuridad para que no me pueda ver desde adentro y poder disfrutar de la brisa del mar.
Lastima que no podré meterme.
— ¿Van?— escucho una voz llamándome y alzo una mano.
— Aquí.— veo a Will encontrarme en la oscuridad y asombrarse.
— ¿Que haces?— resoplo y me encojo de hombros.
— Viviendo.
— Ah ya veo, ¿como te está resultando?— Will se sienta conmigo en la oscuridad.
— Mal, creí que podría tener las dos cosas que amo al mismo tiempo pero creo que me está afectando.— le quito la bebida de la mano y me la tomo toda rápidamente.

— Bueno ya intentaste no se, ¿salir conmigo?
Me rio y lo miro confundida.— ¿Eh?
En serio, el chico con el que duermes y sueñas todas las noches te pregunta si quiere salir con él y dices Eh?!
— ¿Si sabes que es una cita no? O hay algo que me estoy perdiendo.— agarra mi cabeza y toca para ver si no está hueca, lo empujó y se ríe.
Es demasiado guapo cuando se ríe, es como siempre se ve duro y sexy pero cuando se ríe se liberan todos esos prejuicios y solo queda Will.
— Claro que se, pero hay reglas.
— Al diablo con las reglas, hacen más desastre del que controlan— veo como no pronuncia unas palabras bien.
— ¿Estas borracho?
— Define borracho.
— ¡Dios! Si tan solo me la hubieras pedido sin sustancias tóxicas dentro de ti.— me rio y me acercó a oler su aliento. Si. Está borracho.

— Tengo mis sentidos fuertes y claros. Te veo a ti y a tu piel pálida que parece una rosa blanca con puntos.— se ríe y coloca sus dedos en mi rostro.— es tan suave como terciopelo. Y tus ojos cafés y ay esos ojos creo que me quitan más los sentidos que las sustancias estas nocivas.— se acerca a mi rostro y mi corazón para un segundo.
Lo amo.
Me alejo al darme cuenta de eso, Dios realmente estoy asustada. ¿Y si él no me ama de vuelta?
— Si, iré a una cita contigo.— le digo alejándolo de mi. No quiero que nuestro primer beso sea con el borracho.
— ¿El miércoles?— lo miro a los ojos.
— Es mi cumpleaños.
— Lo se.
Rodeó sus hornos con mis brazos y el recarga su cabeza en mi pecho.
— ¿Porque?— susurra.
— ¿Will?— le levantó la cabeza y veo que tiene los ojos cerrados.

Will me deja una nota por debajo de mi puerta y me siento como una adolescente con las hormonas a flor de piel, aunque claro soy una. Bueno desde hoy tengo 19 así que cada día mis días de adolescente desvanecen. La nota dice; salte por la ventana y nos vemos en el patio del vecino.
¿Salirme por la ventana? Olvidó que tengo un pie roto o que? Will planeó esta cita a escondidas de todos los de la casa lo que es casi imposible ya que es mi cumpleaños y todos quieren pasar el tiempo conmigo.
— !Chicos voy con un amigo de clase! ¡Es guapísimo y creo que estoy enamorada bye!— sin darle tiempo para que hagan preguntas o responder salgo de la casa por la puerta delantera y camino hacia el patio del vecino.

Ya solo traigo una banda por toda la pierna por eso me puse jeans de giro alto y una blusa de tirantes negra de seda, me arregle el cabello en ondas y me pinte solo un poco para no parecer recién levantada.
— ¿Will? Esto es propiedad privada— le digo adentrándome más aún sin verlo.
Esquivo los arbustos y abro la boca de asombro al ver a Will con un ramo de rosas.
— ¿Que es esto?— las tomo y le pellizco la nariz y se aleja frunciendo el ceño.
— ¿No las quieres?
Parece herido como si en cualquier momento me fuera a arrepentir y salir corriendo.
— ¡Claro que si, son hermosas!— las huelo y Will ve por donde salí.
— ¿Porque no saliste por la ventana?
Hago señas para que me siga hacia nuestro patio donde coloco las flores en agua.
— ¿pie roto, no te trae recuerdos?— se ríe.
— Nunca lo olvidaré, ya marcaste una parta de mi vida considérate afortunada Vanessa.— me toma de la mano.
— Si bueno, todo un privilegio.

Se coloca los lentes oscuros que casi siempre trae y con las manos aún agarradas me lleva lejos de ahí hacia una moto.
¿Una moto? Ni loca me subo ahí.
— Will nunca me he subido a una, me dan miedo— veo como se monta fácilmente y me sonríe.
— Siempre hay una primera vez— me alejo y veo como viene a por mi.
— No no no— me agarra de la cintura y me carga como si nada para ponerme en el asiento.
— Tranquila, no dejare que te pase nada— se sienta adelante de mi y suspiro, solo estoy accediendo a esto porque estaré más cerca de Will. — Sujétate fuerte.
Agarra mis manos y rodea con ellas su cuerpo y coloco mi cara contra su espalda.
— ¿No tienes un casco? No quiero morir de nuevo.— cierro los ojos al escuchar como arranca la moto.
— Demasiado tarde— y arranca cuando suelto un grito que lo calla el ruido del motor.

Siento que nos vamos a caer en cualquier momento y mis partes chocan contra las nalgas de Will pero lo sujeto más fuerte que creo que lo voy a ahogar y callo este sufrimiento horrible que siento que mi corazón, podría jurar que se saldrá de mi pecho en cualquier momento.
Paramos un momento por la luz roja.— ¿Todo bien allá atrás?
— Mmm si— digo nerviosa, Will se ríe y me dan ganas de golpearlo pero no quiero soltar mis manos de su cuerpo. — ¿A donde me llevas?
— Ya veras— y arranca de nuevo quitándome la sensación de seguridad y reemplazándola con pura adrenalina.
Bajamos de la moto y arreglo mi cabello como puedo Will me ayuda.

— De regresó no creas que me subiere ahí— Will agacha la cabeza y me dan ganas de arrebatar su cabello pero me contengo y agarro su mano.
— ¿Quieres ver esto?— Will me sonríe y me lleva hacia un edificio rectangular horizontalmente y dice "curves" ¿que es esto? ¿Un restaurante?
Miro a Will nerviosa; es nuestra primera cita y mi cumpleaños. Con lo de la motocicleta aún es perfecta y tengo un presentimiento que lo será.
Will abre las puertas gigantescas del edificio y abro la boca asombrada, me trajo a un salón de baile, las paredes están cubiertas de espejos y hay un suelo de madera hay algunas personas bailando y practicado una coreografía.
— ¡Will!— se acerca una señora de mediana edad y lo saluda con entusiasmo le sonrió y Will me presenta.
— Dorotea, ella es Vanessa es una excelente bailarina y amiga. Es de la que te hable.— lo último lo dice en un susurro y veo como asiente y me mira con una sonrisa.

— ¡Vanessa! He escuchado mucho sobre ti, me alegro de conocerte finalmente— le devuelvo la sonrisa y nos saludamos de beso.
— Si esto es para decirme que eres gay, solo dímelo y lo entenderé.— le digo a Will al oído y veo como se enoja de inmediato.
— Muy graciosa. Ven— me lleva hacia el centro de la clase y comienza a bailar la coreografía.
— ¿Que haces?—. Lo miro confundida y con un atisbo de sonrisa queriendo salir se ve increíblemente ardiente bailado. ¿Quien lo diría?
Se mueve hasta mejor que yo.
— Apréndete la coreografía la necesitarás.
Alzó los brazos. ¿Esto es una cita para el?
Dorotea se pone al frente de la clase y me explica los movimientos más a detalle y los sigo y en una media hora ya estoy sudada pero voy al ritmo de la clase.
— ¿Porque no me dijiste que venías a clases de baile?le digo a Will en nuestro descanso a tomar agua.
Agarro una toalla y la pasó por mi frente.
— Bueno, no es muy masculino y agradecería que no le dijeras a nadie tengo una reputación que mantener.
— Ah y la reputación es todo lo que un hombre tiene.
Will se pasa la mano por el pelo y va a la clase de nuevo.
— ¡¿Will!?
— ¿si?— voltea.
— Creo que te ves asombroso bailando.— sonríe y me acercó a él y lo rodeó con mis brazos quedando juntos así que tengo que alzar la cabeza para verlo a los ojos.— En serio.
Creo que es el momento donde va a besarme pero no lo hace, se aleja y volvemos a practicar la coreografía.

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora