Beso inesperado

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Camino agotada hasta la casa, no encontré a Will y si lo hubiera encontrado le hubiera dado una cachetada por ser tan idiota. Es mi cumpleaños y se atreve a dejarme así plantada. Aunque la verdad yo misma lo alejé. No quiero irme de esta casa, Will es todo lo que deseo. Pero no es posible.
Abro la puerta de la casa y veo como todos me miran extraño y me tiro en el sillón de la sala.
— Agua— Maia se levanta y va hacia la cocina sin decir nada, Ty se acerca y me pone la mano en la frente.
— ¿Que pasó?
— Larga historia. El chico termino siendo un idiota.
Maia vuelve con el vaso de agua y la tomo toda mientras veo como Ty me mira sorprendido.

— ¿Y los demás?— pregunto mientras ya estoy más relajada.
— Amm Alex no ha regresado de su entrenamiento y Trina fue a verlo. Will bueno, nunca se sabe donde está Will.— Maia se sienta conmigo.
Dímelo a mi.
— Maia me estaba ayudando a ensayar algunos capítulos de la obra, es el viernes.— asiento y recuerdo que ya me aprendí una parte más me falta practicarla un poco más y será perfecta.
— ¿Quieres que sigamos ensayando?— le digo.
— No, es tu cumpleaños y deberías....
Lo interrumpo.— créeme ya tuve demasiadas cosas por hoy, relajarme y ensayar es lo que me falta.
Solo voy a bañarme rápidamente.
Ty asiente pasándose una mano por su cabello largo y Maia hace una mueca.— Bueno... yo voy a ver qué pasó con Trina y Alex.

Bajo ya bañada y con mis energías recargadas gracias a una ducha fría y energética. Chiflo y veo a Ty quien convirtió el piso de abajo en una velada casi romántica diría yo. Algo me dice que no es buena idea pero quiero castigar de una manera a Will.
— ¿Para meternos más en el papel?— le digo viéndolo prender una de las mil velas.— Si una de esas se cae créeme que estaremos en su acto final. Muertos.
Ty se ríe y se sienta en el sillón palpando para que me siente al lado de él.
— Sin ver libreto. Ya me lo sé de memoria— le digo guiñándole un ojo.
— Okey, yo tampoco. ¿Vamos a el capítulo 4?
Lo miro confundida y asiento tratando de recordar cual es pero el comienza a hablar y inmediatamente me acuerdo, se ve un muy guapo. Es muy guapo. Recuerdo que desde que lo vi piense que me iba a morir y después vi a Will con sus tatuajes y me derretí.

— Si con mi mano he profanado tan celestial altar, perdóneme. Mi boca cerrará La Mancha, tan rigurosa como un beso.— Tyler toma mi mano y recuerdo ese acto.
— Únicamente he de besar manos de santo.
— ¿Y el santo no tiene labios al igual que Romeo?— Ty se acerca más de lo debido y pronuncia las palabras sensualmente y delicadamente al mismo tiempo, no paramos de vernos a los ojos todo el tiempo.
— Los labios del santo son para orar.
— ¡Oh, es una santa! Cambien pues de oficio mis manos y mis labios. Por favor santo otórgueme lo que le pido.

Casi olvidó lo que tengo que decir, pero suspiro.— El santo escucha con tranquilidad sus ruegos.
Entrelaza nuestras manos y agarra mi barbilla con sus dedos.— Entonces, escúcheme tranquila mientras mis labios oran y los suyos se purifican.
Ty sin previo aviso junta mis labios con los suyos, lo primero que suelto es un respiro de sorpresa pero después siento la calidez de sus labios y su respiración y me dejó llevar, le correspondo el beso lentamente y sin prisas casi un beso inocente pero que se siente tan bien.

Nos alejamos y le digo sonriente mientras pongo mis piernas alrededor de las de él y me subo arriba de él.— En mis labios queda la huella de su pecado.
— ¿El pecado de mis labios? Ellos se retractan con otro beso.
Me agacho para volverlo a besar y con mi cabello hacen una cueva donde solo están sus labios y los míos suspiro de excitación cuando el beso cálido y tierno pasa a uno más ardiente, Ty pasa sus manos por mi cintura y yo no puedo dejar de moverme contra él ansiando más.
Abro la boca y dejo pasar a su lengua que sabe exactamente qué hacer en la mía, bailan sensualmente una con la otra.
Pasó mis manos por debajo de la camiseta de Ty y siento su piel caliente y musculosa sus abdominales son de acero.
Suelto un gritito de sorpresa cuando su mano pasa a mi muslo y con sus piernas me tira contra el sillón para el quedar arriba de mi le sonrió y veo a su amiguito. Me quito la blusa rápidamente y la lanzo lejos del sillón, definitivamente estamos haciendo un desastre, me acomodo el cabello y veo como Ty se me queda viendo como si fuera lo más hermoso.

Esperen. ¿Está enamorado?, Maia surge en mis pensamientos y de inmediato me siento mal, lo estoy usando para olvidar a Will y creo que si Maia se entera no sería el único a quien se le rompería el corazón.
Ty se queda sin habla al verme en bracier y me levanto negando con la cabeza.
— No podemos Ty. Las reglas.— le digo y comienzo a buscar mi blusa.
— Si, perdona.— agacha la cabeza y todos sus músculos se contraen angustiado.
— ¿Que piensas?
— Eres lo más hermoso que he visto.— trato de no soltar un suspiro de sorpresa y niego con la cabeza alejándome de él y poniéndome la blusa del suelo.

Estoy a punto de responder cuando se abre la puerta y entra Maia quien trae las llaves en la mano y un muffin en la otra.
— ¿Que onda con todas las velas?— por un minuto y tal vez nos hubieran cachado.
— ¡Se fue la luz!— grito tratando de cubrir lo que acaba de pasar.
Maia enciende el interruptor y se prende la sala.
— ¡Regresó!— grito de felicidad aplaudiendo y Tyler niega con la cabeza y me callo.
— ¿Encontraste a Trina y Alex?— dice Ty levantándose del sillón donde nos... ustedes saben.
— No, los busque por todos lados. Desaparecieron.
Que raro.
Decido que ya tuve suficiente por hoy solo espero que Ty sepa que no significó nada más.
— Bueno, buenas noches.— les sonrió y me subo a mi habitación cerrando la puerta y acostándome en mi cama, me quito toda la ropa y solo me pongo una camiseta grande, reviso mi celular para ver si tengo mensajes de Will pero no.
Cuando volteo veo a Tyler en mi cama.

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora