Propuesta

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Creo que James puede escuchar los latidos de mi corazón.— Solo se qué tal vez muera mañana pero quiero pasar esta noche contigo.
Agarra un mechón de pelo con tanta delicadeza.
— Limpia la cocina y ven conmigo a la cama entonces, y cierra las cortinas.— James sonrió y más rápido de lo que hubiera visto puso los platos en el fregadero y la llevo de la mano hacia la cama acostándola en la cama con suavidad mientras que él cerraba las cortinas y se posaba arriba de ella para pasar a su lado de la cama, de algún modo viéndolo así podría imaginar cómo las cosas serían distintas, estaban en la casa de James y habían estado en la cama todo el día jugando videojuegos o viendo la tele ella traía solo su camiseta y él sus playeras de tirantes con su pantalonera, y el cabello revuelto de tanto que yo había pasado mis dedos por el.
— ¿James?— susurro a la oscuridad para saber si ya está dormido pero veo como aún con los ojos cerrados levanta las comisuras de sus labios en lo que es el principio de una sonrisa.
Lo pateo riendo y no se que es lo que tiene James que me hace ser yo misma cuando estoy con el.

No lo he besado desde que lo creí muerto y por el mismo impulso que me lleva a no pensar cuando estoy con el me arrastro por la cama hasta llegar lo más cerca que puedo de él, enredando mis piernas con las suyas, mi mente está divagando en las sensaciones que me provoca su cuerpo contra el mío cuando William aparece de repente en mi mente y por más que lo intente no logro sacarlo.
¿Que me está pasando?
James se lanza sobre mí y me besa, me doy cuenta que no me he movido de al lado de él y me culpo por esto mientras que recuerdo que por un lado Will es todo fuego abrasador que me consume como cualquier droga cuando lo beso, como si nunca pudiera saciarme o tener suficiente, James es... hielo que me quema y congela al mismo tiempo su boca sabe a menta y no puedo evitar responderle el beso con la misma intensidad.

James te besa como si lo hubiera hecho mil veces y siempre fuera a acabar en sexo, mientras que Will lo hace como si fueras la única chica en el mundo, me maldigo por tener estos pensamientos de comparación entre ellos dos, estos se callan cuando James pasa sus dedos por debajo de mi blusa dando círculos que mandan electricidad a todo mi cuerpo, me pongo por encima de él y me permito disfrutar este momento con James, hace unos días pensaba que nunca volvería a hacer esto con el, que ni siquiera volvería a verlo... es alucinante.
Pero el momento solo dura un poco, ya que no hay forma de que pueda sacar a Will de mi cabeza y me lanzo lejos de James cayendo al lado de él con la respiración agitada y un James confundido.
— No puedo hacer esto.— me muero el labio el cual está ya enrojecido y suspiro acomodándome el cabello el cual está revuelto.
— Van, ¿aún me amas?— levanto la mirada y lo veo mirarme extrañamente, la intensidad del deseo sigue en sus ojos azules oscuros que aun se nota su color a pesar de la oscuridad.
— Si— me sorprendo por lo rápido que conteste.— pero Will.
Me cubro la boca al decirlo y veo como en los ojos de  James el deseo cambia por algo más que no logro descifrar.— Entonces olvida lo que te dije. Y que esto pasó.
Sus frías palabras me dejan sin habla cuando veo como se levanta de la cama dispuesto para irse.
— !James!— ¿que se supone que podría decirle para hacerlo sentir mejor?
Pero es demasiado tarde ya salió de la habitación dejándome con un hueco en el pecho, ¿que hice mal?
¿Enamorase es un crimen? Se siente como uno.

Esa noche no logré dormir demasiado añoraba a James que me dolía, quería sentir su tacto, todo de él, pero no sabría decir si añoraba más a Will.
— Creo que me estoy volviendo loca.— le digo a Trina quien me llevo a su casa la mañana siguiente, ya que ahí tenía mi vestido, también me dijo que ella podría arreglarme mejor de lo que yo podría, Will también apareció junto con Trina con unas donas y café.
Si James habría dormido conmigo lo habrían sabido así que el ánimo de Will parecía extrañamente animado que hasta nos acompañó hacia aquí y devoró las donas dejándome solo una, ya se había ido y también un poco de mi ánimo con él, pero tenía que ir a buscar un traje, dudo de lo que está haciendo James o si todavía está dispuesto a ir al baile conmigo, el pensar en el me duele.
— ¿o sea que no estabas antes?— dice Trina medio gritando desde el otro lado de la puerta del baño mientras se cambia a su vestido.
— Tal vez, pero no tanto. Siento que podría... estar enamorada de los dos.
Trina sale del baño azotando la puerta, lo primero que veo es su cara de asco y después su vestido que es hermoso, es rosa que tiene descubiertos los hombros y es apretado del pecho pero cuando llega la panza cae en velo tapando su panza de embarazada.
Suelto un alarido como un "Wow" pero Trina está demasiado ocupada viéndome molesta que no lo toma en cuenta.— !No puedes estar enamorada de los dos!
Le sonrió.— ¿Trina ya te viste en el espejo? !Estas guapísima!
Trato de cambiar de tema mientras la llevo al espejo.
— Como siempre. Ahora te toca a ti.
Apunta hacia el vestido el cual me hace recordar a una princesa. Lo miro detalladamente es dorado de encima donde lazos cuelgan del cuello y se va haciendo blanco con un degradado hermoso, también es pegado del pecho pero hasta la cintura, después cae con solo una abertura hasta arriba del muslo, parece que si lo tomo se va a disolver de lo delicado que parece, creo que nunca he usado algo tan hermoso y da un poco de miedo.
— !Vamos vamos!— dice Trina aplaudiendo como si eso me hiciera reaccionar lo tomo para adentrarme en el baño y sonrió divertida a Trina.
— No soy una experta en el amor ni nada parecido pero creo haber leído una frase por ahí que decía que si te gustaba alguien pero te había gustado alguien más en verdad no te gustaba, ¿entiendes?
La escucho desde el otro lado de la puerta del baño y aún así hago una mueca y niego con la cabeza aunque no pueda verme.
— No lo se...— me enamore de Will, después de James y después de nuevo de Will y después de James.
— Bueno si tu situación es un poquito diferente.— escucho a Trina como si se hubiera acercado un poco más a la puerta, el vestido me entra con algunas complicaciones pero ya está.
Salgo emocionada del baño y Trina se cubre la boca.
— Parece como si nunca te hubieran atropellado.
La miro entre enojada y divertida.— Deberías probarlo en verdad te hace ver la vida con un aspecto diferente.
Hago una mueca al recordar aquella vez cuando sufrí la más vergüenza de toda mi vida, me estremezco de solo pensarlo como si eso quitara el recuerdo vivo, Trina suelta una carcajada.— Yo voy a ser la que se lo cuente a tus hijos eh!— me grita amenazadoramente.

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora