Reglas rotas

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— Ty... qué haces aquí?— lo miro confundida y enciendo la luz rápidamente tratando de quitarle todo lo "romántico" que pudiera ser.
— Dormir contigo, ¿es mucho pedir? Ya lo hemos hecho antes. Como amigos— me pasó la mano por mi cabello largo y después le sonrió nerviosa. ¿Se enojaría si le digo que no?
— Está bien— apago la luz de nuevo, pero prendo la lampara y me acuesto junto a él, él comienza a hacer círculos en mi brazo y me remuevo incómoda.
¿Como pongo líneas entre nosotros después de lo qué pasó?
— ¿Que pasa tienes algo?— pregunta Ty, niego con la cabeza sin hablar y espero que haya cerrado la puerta con seguro para que no pueda entrar Maia y nos vea, no tiene nada de malo pero siento culpabilidad por lo de antes.

Ahora en vez de hacer círculos en mi brazo los hace en mi pierna le agarro la mano y la aviento lejos. No quería ser tan brusca pero me incómoda demasiado.
— ¿Estas nerviosa?— lo miro a con la poca luz qué hay, ¿que hago si Ty ya se enamoró?
— ¿Porque debería de estarlo?— me volteo de espaldas y recargo la cabeza en mis manos trayendo de consolar el sueño.
— Bueno mañana es otro partido y el viernes es la presentación.— lo miro sorprendida.
— ¿Mañana hay partido?
— Si, ¿no te lo dijeron?
Niego con la cabeza, si no me dijeron es porque no voy a salir en el.
— ¿Porque no me dijste antes? Tal vez así pudiera hablar con la capitana.— hace círculos de nuevo en mi brazo.

— Tranquila, no lo sabía. ¿Ya te dije que me encanta tu nombre Van?— frunzo el ceño, cambio totalmente el tema y claramente esta coqueteando.
¿Qué hago?
— No, pero gracias, mira ahorita tengo mucho sueño. ¿Dormimos si? Mañana hablamos.
Le sonrió y acomodo sus cejas rodeando su cara para no verme tan cortante y me volteo para cerrar los ojos y tratar de no escuchar su respiración.
— Van, pero no son ni las 11.— su mano que estaba en mi brazo llega hasta mis senos y comienza a manosearlos.
— ¡Tyler!— le digo mientras salgo de la cama.
— Pensé que después del beso...
— ¿Está mal que otras personas rompan las reglas, pero tú si puedes?!—. No se como decirle que pare, sin decirle que Maia está enamorada de él.
— Lo siento... ven a la cama y dormíamos si?

Decidí no ponerme mi uniforme de porristas y checo si Trina ya se ve por algún lado pero su cama y su cuarto están intactos. Igual el de Alex.
No avisaron ni nada sobre dónde estarían, no se si preocuparme por ellos.
Como hoy es el partido me puse los colores de la escuela en mi ropa al igual que Maia quien me pregunta sobre mi uniforme y le digo que no presentaré hoy que sigo lastimada, lo que es mentira.
Llamo al celular a Will y tampoco contesta, el desayuno es callado y solo almorzamos Maia y yo, ya que Ty se tuvo que ir más temprano por algo de él entrenador. Además Maia no es muy habladora así que la casa se siente demasiado sola y triste.
— ¿Vamos?— le digo a Maia quien agarra su bici.— ¿Que haces?
— Se llevaron todos los carros, tendremos que ir caminando o en bici, vamos que está a 5 minutos de aquí.

¿Así sería mi vida sin ellos? Como solo hay una bici Maia se va en ella. Al parecer dijo caminando por mi. Camino todo el recorrido desde la casa hasta la escuela y siento que me voy a desmayar por el sol trayendo feos recuerdos de mi atropello, así que no es una bonita experiencia la caminata.
En todo el camino maldigo a Will y a Alex y a Ty quienes son los que tienen los 3 carros.
Al llegar a la escuela veo como todos me miran con cara de fuchi y me dan ganas de tirarles dedo pero no lo hago, supongo que me puso de mal humor.
Entró al salón donde hay refrigeración y me pongo adelante de ella viendo como todos aquí también me miran raro. Veo a Kyle de reojo con un ojo morado todavía y le sonrió falsamente, veo como me come con la mirada lo que me hace arrepentirme de siquiera voltearlo a ver y me siento lo más lejos de él que puedo sin nadie con quien hablar.

De verdad, ¿a donde se fueron Alex y Trina?
Saco el celular y los marco a cada uno como unas tres veces más pero siguen sin contestar, no me doy cuenta que Kyle se levanto y se puso atrás de mi.
En toda la clase no le hablo por miedo, pero escucho como respira mi cabello y siento su mirada en mi nuca, la verdad es un poco espeluznante y corro hacia la siguiente clase siempre alrededor de gente. No se lo que hará si nadie lo viera.
Lo malo es que las siguientes tres clases son con el.

Me topo a una de las del equipo de porristas que se ríe y me luce su uniforme me le acercó y la acorraló.
— Heey, qué haces bestia?— dice chillonamente.
— ¿Porque no me dijeron nada de la presentación?– le digo cruzándome de brazos.
— Bueno, no fuiste a los ensayos por casi dos semanas y no te queríamos ahí.— gruño de frustración.
— ¡Estaba lastimada! ¿Como que no me querrían ahí?
Se arregla el cabello molesta de esta conversación.— Bueno la otra vez te robaste toda la atención.
Hago una mueca y me alejo de ella llamándole a Trina por teléfono pero tampoco contesta.
La verdad quiero regresar a mi cama y llorar porque él que durmió conmigo anoche fue Tyler y no Will, ¿una mujer debería disculparse primero?

Todos estos prejuicios y juegos de amor me están matando, extraño cuando era invisible. No. La verdad es que no, Will es uno de los chicos más guapos que he visto y no sale de mi cabeza, les juro que cuando estoy con él no se como reaccionar ni pensar, pero lo hago instintivamente y soy yo misma con el.
Guardo el celular en el casillero para que no tenga la tentación de marcarle mil veces, si es para ti sucederá. Si no. No. A menos que tú quieras que suceda. Agh, esto me está matando.
Cierro el casillero de un portazo y en eso pasa Ty por el pasillo y me guiña un ojo, no es que no me guste Ty, lo quiero como amigo. Will se aseguró de eso.
Pongo el seguro del candado y me dirijo a este día eterno y doloroso sin mis amigos y sin Will.

Me encuentro a Maia en el pasillo y nos vamos juntas a la casa, ella consiguió a alguien que nos diera un aventón.
— ¿No vas a ir al partido?— Me pregunta Maia.
Niego con la cabeza y la recargo contra el video del carro. — Van, ella es Karla la que me invitó a vivir con ella y unas amigas.— le sonrió.
— Holaa— dice ella mientras va manejando.— Aún no me creo eso de las reglas de su casa, ¿no los hace querer lo aún más?
Si tan solo supiera...
Maia hace una mueca y suspira estresada.— No se si debo confesarle mis sentimientos a Tyler Karlita, me esta matando. Por un lado están esas reglas y por el otro que no me corresponda.

— Pero claro que te va a corresponder!—. Karla me voltea a ver desde el espejo.— ¿Tú qué opinas Vanessa?
¿Porque yo? Le sonrió a Maia.— Quiero que sigas viviendo con nosotros.
Le acaricio el hombro por detrás y veo como la amiga me ve fijamente y después posa sus ojos en el camino. ¿Que sospecha?
— Bueno llegamos.— estaciona el carro— recuerda lo que te dije Maia.
— Lo haré, muchas Gracias por todo.— se despiden de beso y se sale del carro dejándome a mi sola con ella.
— Bueno adiós, gracias.— le digo tratando de bajar también.
— ¿a ti no te gustará Tyler cierto?— me pregunta antes de que me baje por completo.
— Ya quisiera.— y cierro la puerta detrás de mi.

Al entrar en la casa la vemos un poco diferente de cómo cuando nos fuimos, yo y Maia nos miramos como de que alguien estuvo aquí.
Entonces escuchamos risas y caminamos de puntitas tratando de no hacer ruido para ver a Alex y Trina tranquilamente en la alberca trasera de la casa besándose. Nos miramos asombradas la una a la otra mientras pienso que al menos Will y yo no fuimos los primeros en romper las reglas.

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora