Baile y vestidos

232 14 4
                                    

Al final Trina y yo nos quedamos viendo la película de El diario de una pasión con nuestros vestidos arrinconadas en la sala de Trina, que solo consistía de una televisión y cobijas donde debería ir el sillón pero se acaban de mudar a esa casa nueva por el bebé y no han logrado comprar ningún mueble aún. Más que la tele.
Pero termino siendo una mala idea porque Trina y yo quedamos con los ojos hinchados de tanto llorar lo cual hizo que el maquillaje resultara un poco difícil, pero Trina se las arreglo perfectamente dejándonos impecables.
— ¡Vamos Van!—. Me muevo rápidamente tratando de alejarme de Trina quien trata de ponerme el último detalle que son las pestañas postizas, nunca las he usado.
— !soy alérgica!— le digo sin estar totalmente segura, solo no quiero usar eso.
Trina rueda los ojos pero me logra atrapar Justo cuando alguien abre la puerta distrayéndola y salgo de su amarre para quedarme inmóvil al ver quien está. Will.
— ¿me perdí de algo?— dice entre divertido y también conmocionado como yo, pero él lo esconde mejor. Trae un traje totalmente negro, hasta la camiseta es negra, trae las manos en los bolsillos mientras se recarga alzando una ceja viéndome como yo lo estoy viendo a él, pasa su mirada escaneándome que me hace sentir desnuda ante el.
Veo que intento peinarse sus cabellos cafés rebeldes pero siguen cayendo revueltos, me grito hacia Trina con todo el auto control que tengo para no ir y pasar mis dedos entre ellos.

— ¿ya acabaron de comerse con la mirada?— dice Trina el tono parece molesto pero tiene una sonrisa en su rostro.
Will y yo nos volteamos a ver y no puedo evitar sonrojarme, cundo vuelvo a alzar la vista hacia él veo como sonríe satisfecho.
— Ahora, Ayudame sostenla por detrás mientras que yo le pongo esto.— dice Trina con las pinzas sosteniendo las pestañas y parpadeo acordándome, ya está se me había olvidado mi nombre al ver a Will, hasta creo que deje de respirar. Pero se aprovechan de mi momento de confusión porque Will agarra mis manos y las coloca en mi espalda apretándose junto a mi, impidiéndome moverme ni un milímetro.
Trina alza una ceja pero se pone manos a la obra y me coloca las pestañas, protestó una poco pero tengo miedo que si grito termine lanzando un gemido.
Cuando Trina termina suelta un gritito de alegría y le sonríe a Will.
— ¡Traidor!— le digo cuando lentamente se separa de mi y suelta mis manos.
— Te ves hermosa— lo suelta así. Como si nada.
Como si mi corazón no se estuviera agrandando lo suficiente.
— ¿Eh?
Es todo lo que logro decir. Me quiero dar de golpes en la cabeza por lo retrazada que soné, pero solo me limito a quedarme ahí parada viéndolo confundida.
Genial.
— Te dije un complemento.— me sonríe y aprieta mi nariz con ternura.— lo normal es decir gracias.
Hace una inclinación con la cabeza como si fuera obvio.
— Oh cállate, si?— me pican los ojos por las pestañas y trato de pestañear para que se vaya.— no creas que olvidare esta traición.— murmuro lo último tratando de caminar lejos de él pero se acomoda enfrente de mi.
— Tomó ese guiño como un Gracias.
— No era un guiño.
Lo miro molesta pero es solo una fachada, por dentro estoy dando pequeños saltitos de felicidad mientras que algo se quema probablemente mi cerebro.
— ¡Alex!— volteo a ver abrirse de nuevo la puerta y parece Alex, un poco decepcionada al ver que no viene nadie con él como James, me forzó a sonreír al verlo. Esta muy guapo hasta se parece a una versión más saludable mentalmente de James con ojos azules y el pelo tan negro que parece pintado.

Trina corre hacia él y se comienzan a besar tan apasionadamente que tengo que voltear a otro lado lo cual termina siendo un grave error porque Will ya me estaba viendo cuando lo volteé a ver, parece como si estuviera tratando de leer mi expresión.
Son solo minutos, pero parecen horas cuando Trina se separa de Alex y nos hace señas que los sigamos hacia el carro, me gusta mucho la casa de Trina es pequeña pero lo suficiente para ellos dos y el bebé, cuando salimos hacia el frío de la noche cierro los ojos por un momento para tratar de adaptarme y cuando los vuelvo a abrir no puedo evitar fijarme en James. Esta ahí recargado contra su motocicleta. Típico. Trae el cabello revuelto por el aire que está haciendo y parece no verme, fuma de su cigarro mientras baja la cabeza soltando el aire. Ni siquiera trae traje. Comienzo a caminar hacia el, y en efecto trae unos jeans negros con un solo la parte del saco color azul marino, la camiseta que trae debajo ni siquiera está fajada como si ni siquiera se hubiera molestado. Siento mi corazón dar un vuelco al verlo así tan... James. Siento que si esa imagen la pondrían en un cuadro se llamaría el solitario, no quiero arruinar lo relajado que se ve con mi presencia pero levanta la vista para dar otro toque a el cigarro y me ve.

Hay algo en su mirada que me destroza, está sufriendo pero no logro saber porque. ¿Acaso no siempre está sufriendo? Camino como ensueño y agitó la mano para quitar el olor a cigarro y él hace un suspiro como si le divirtiera pero no lo suficiente para reírse.
— Viniste.
El me está viendo con el ceño fruncido.— ¿Creíste que no lo haría?
— Lo qué pasó anoche...— no se como hablar, la voz me tiembla pero no es por el frío.
— Fue mi culpa.
Esta vez si me sorprendo, tratar de entender a James a veces es como tirarse en un pozo sin fondo sin ser capaz de saber que esperar.
— ¿Tú... culpa?— el me sonríe. Como si notara lo nerviosa que estoy, pero no hay verdadera alegría en su sonrisa, parece tan fría como la noche.
— Al pensar que te merecía. Will...— como si lo hubiera llamado él aparece detrás de mi, volteo solo la cabeza para ver su cara que parece sobresaltado claramente escucho a James pronunciar su nombre, pero decide no prestar atención.
— ¿Tienes frío? Estas temblando.— es lo primero que dice Will, se quita su chaqueta y me la pasa por los hombros su olor me inunda y el frío que no sabía que tenía se desvanece un poco.
— Yo ni siquiera lo había pensado.— dice James como más para si mismo, tira el cigarrillo y lo pisa mientras que se sube a su moto.— yo los sigo por detrás hacia ese baile.
No había tiempo, quería hablar con él, explicarle lo de anoche y convencerlo de que se quedara todo el baile y no fuera solo a por su padre, pero no sé exactamente como así que medió aturdida asiento y dejo que Will me guíe hacia la camioneta donde ya están adentro Trina y Alex esperándonos.
Volteo hacia atrás solo la cabeza igual, un poco para ver a James quien tiene los labios en una fina línea y realmente parece como si tuviera un dolor físico.

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora