Corazon roto

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— Entonces el plan queda así tú y Van viajan hacia los padres de Tyler, se aseguran si está bien o no mientras que Maia y Alex van a las peleas clandestinas y yo SOLA preparo mi baby shower.

Estamos todos rodeando los papeles sobre la mesa y el celular que está en alta voz con del otro lado Alex, Will asiente y rápidamente voltea a verme y roza su mano con la mía por debajo como si alguien como él necesitara mi tacto para tranquilizarse, lo que me hace sentir segura y calmada, con todo lo que está pasando aún lo tengo a él.
— Exacto.— dice Maia quien come unas galletas de la alacena de Will.
— Lamentó que lo tengas que planear sola, pero en cuento regrese te ayudo con el baby shower— le digo a Trina abrazándola.
— lo se lo se, no tenemos tiempo. Cualquier cosa ya le podría haber pasado a James o Tyler— me dice sobre mi hombro.

Will conoce a la familia de Tyler entonces es indispensable que él vaya y si el papá de James me ve en las peleas no quisiera saber que podría pasar.
— si todos saben lo que tienen que hacer manos a la obra flojos— dice Alex del otro lado mientras que Trina hace una mueca.
— Eso es lo que voy a escuchar por el resto de mi vida.
Le sonrió mientras que Maia se ríe y trato de guardar momentos como este conmigo porque sin ellos no tendría porque vivir.

Me despido de Trina y Maia rápidamente mientras que Will y yo nos subimos al carro a la carretera que son solo unas horas de aquí a la casa de Tyler.
— ¿qué crees que Tyler nos diga cuando nos vea?— le digo mientras que me acomodo el cinturón.
— No sabemos si está con su familia—. Lo miro sorprendida.
— ¿como puedes decir eso?
— Van, estoy viendo todas la posibilidades.
Me hago un ovillo y amaría tener las reglas de vuelta si eso significaría no tener que preocuparme si uno de mis amigos puede estar vivo o no.
Me quedo dormida por el resto del camino cuando Will me levanta al llegar a poner gasolina y me pregunta si quiero algo de la tienda.
Niego con la cabeza pero cuando sale trae unas papitas y un raspado para mi.

— Gracias.— no tiene que decir nada para saber que podemos entendernos mutuamente. Me siento mil veces culpable de tener todos estos sentimientos hacia Will cuando James podría estar muerto.
Levanto la mirada y veo como Will traga al verme tomar del popote, inmediatamente me pongo roja al leer sus pensamientos y trato de ver hacia la ventana pero mi mirada se va hacia sus manos controlando el volante. Ahora soy yo la caliente.
Me acomodo en el asiento tratando de dormir de nuevo pero debido a que no puedo, me quedo viendo más de lo que debería a Will, ¿alguna vez las cosas podrían ser como antes?
Will me saca de mis pensamientos.
— Me estás viendo fijamente.

— No, estoy dormida.— siento como su cabeza va a voltearse y cierro los ojos tratando de parecer dormida para darme cuenta que si en verdad lo estuviera no le hubiera contestado. Así que me doy un manotazo en la frente.
— Creo que es suficiente azúcar para ti.— dice tomando de mi raspado.
— ¡Hey!— me abalanzó tras de él, quedamos demasiado cerca que puedo ver el sol entrando en sus ojos haciéndolos más claros.
Tan cerca.
— Nunca te he olvidado Van.— me separo y me vuelvo a mi asiento antes de que Will choque.
— Will...
— Espera Van, si no lo digo ahora no creo que pueda hacerlo después. Soy un cobarde, no estuve ahí como Trina en el hospital todos los días o busque a James, me encerré en mi propio sufrimiento de que nunca te volvería a sentir bajo mis brazos. Estaba destrozado Van, me rompiste el corazón de mil maneras diferentes.— hay agonía y sinceridad cuando Will pronuncia esas palabras y se cuanto me ama, lo puedo ver en la forma en la que me ve.

— Por favor Will. Basta. No puedo yo... James.— Will deja de hablar y asiente con la cabeza, no puedo permitirme dejarlo en el olvido. James se volvió un parte de mi y me estaría traicionando a mi misma.
El viaje después de la conversación se vuelve demasiado incómodo, Will se rehúsa a verme a los ojos y si chocamos manos o algún roce se retira rápidamente, ya se oscureció y el silencio se me hace insoportable.
— ¿podemos olvidar lo qué pasó?—. Nunca creí que pasaríamos esto de nuevo pero hacemos que los viajes en carretera sean los más extraños en verdad.
— ya casi llegamos.
Me reclino contra el asiento y saco mi celular para ver una llamada perdida de Trina, así que le hablo al instante.
— Hola Van.— contesta del otro lado y algo dentro de mi se rompe. Creo saberlo por el tono de Trina y se me hace un nudo en la garganta que no me permite hablar, Trina para estos momentos ya debería estar regresando de las peleas clandestinas y no se si estoy preparada para escuchar qué pasó con James.

— ¿Van, qué pasó?— dice Will al ver mi cara.
Cierro los ojos y con un hilo de voz le contesto a Trina por teléfono.— ¿qué averiguaron?
— no creo que sea lo mejor hablarlo por teléfono Van..— la voz de Trina se ve demasiado apagada y estallo sin poder controlarlo.
— ¡DIME TRINA!—. Pateo al carro y Will encuentra un lugar privado donde pueda estacionarse.
La voz de Trina tiembla.— Alex llegó hecho polvo Van, los hombres del papa de James lo golpean hasta casi matarlo.— se escucha un sollozo.
Pongo el celular en alta voz.— lo siento Trina, debí pensar que algo así iba a pasar.— siento que mi cabeza va a explotar, Alex podría estar muerto y también sería mi culpa.
¿Debería estar yo viva? Siento que no merezco a ninguno de ellos.
— yo lo siento Van...— se escucha un silencio y el presentimiento de cuando atendí la llamada vuelve.— James esta muerto.

Siento que estoy a punto de desmayarme del dolor, alguien acaba de arrancar un dolor más profundo que no pensé que volvería a sentir desde la muerte de mis padres. Entonces las lágrimas llegan.
Y los gritos. Estoy a punto de irme yo también cuando siento a Will sacudirme; todo se vuelve un poco más claro y logro ver el celular al fondo del carro y sangre saliendo de mis manos de lo fuerte que me estaba encajando las uñas.
Incapaz de respirar miro a Will negando la cabeza, había oscuridad y de repente está el, las palabras me salen a tropezones pero alcanzo a decir;
— No puedo más Will—. Me lleva contra su pecho y me permito llorar todo lo que necesito.
Me agarro a Will como si fuera lo ultimo de este mundo y lo es. No me puedo imaginar una vida sin James después de la que tenía planeada. Son sus brazos los que me abrazan, pero desearía que fueran otros.
En unos años, él se me propondría y tendríamos una hermosa boda en la playa, después tendríamos hijos unos con los ojos azules intensos como los de él y por fin estaría completa con una gran familia y podría llamarme con su apellido.

Todos los días de mi vida serían a su lado.
Pero ya no está.
No creo poder amar a alguien como a él. Y lamento en verdad haberme dado cuenta que era el, todo este tiempo hasta ahora. Él era mi otra mitad.
Y ahora nunca volvería a ver esos ojos azules, sentir su piel en la mía, su sonrisa conectar con la mía, su olor, su voz, nunca volvería a sentir mi corazón acelerarse al solo sentir su presencia cerca.

Will me da un beso en la frente para después acariciar mi mano.— en unos minutos vuelvo.
Asiento mientras veo como se baja del carro estacionado en frente de la casa de Tyler. Me recuesto sobre el asiento, no sabría como hablar o actuar enfrente de personas o si quiera Tyler, de tan solo pensar en James siento que voy a comenzar a llorar, pero no he parado desde la llamada, Que fue de ayer, solo recuerdo haber llorado y quedarme dormida en el carro de Will, lo que solo empeoro porque soñé con James.
Cada lagrima es un pensamiento sobre James y se que eso mata a Will, si fuera cualquier otra persona ni siquiera estaría ahí en la mañana siguiente trayéndome el desayuno que sigue intacto, mientras lloro por el otro chico que amo.
No existe otra persona tan comprensiva, aunque deberia que él estuviera aquí en su lugar.

Will entra en el carro y veo como se coloca su chaqueta ya que está helando afuera.
— ¿cómo está Tyler?
— Bien, dijo que le había dolido cortar con Maia y por eso se mudó. Es todo.— suspiro de alivio al ver que al menos una sola persona no está en peligro.
— bien bien— susurro en voz baja.
— ¿tienes frío?— dice Will ofreciéndome su única chaqueta. Niego con la cabeza, estoy segura que está haciendo frío, mis manos moradas lo comprueban pero no lo siento.
— Van, estas temblando.
Se que es una idiotez lo que voy a decir pero necesito cualquier cosa que me quite a James de la cabeza.
— ¿quieres ayudarme?
— Lo que sea—. Me arrepiento al instante al escuchar su respuesta, se que está enamorado de mi y lo estaría utilizando.
— olvídalo. Vayamos a cas..— estaba a punto de decir casa cuando recuerdo que no tenemos ninguna.

— Nos lo merecíamos.— me dice Will hechando a andar el carro.
— ¿qué?— lo miro confundida mientras veo como me ve, rueda los ojos y se quita la chaqueta para ponérmela encima, a pesar de mis insistencias de que no tenía frío.
— No tener una casa, después de todo. Rompimos las reglas.
Hago una mueca que es un medio intento de sonrisa y Will parece orgulloso de su pequeño intento por hacerme sonreír. — Un día de estos lo lograré sabes? Volver a ver esa sonrisa en esos labios carnosos tuyos.
— yo se que si.

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora