Preciosidad y mas

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— Prefiero verte lejos de mi vista— Lo trato de empujar pero solo se ve una ligera sonrisa tratando de salir de sus labios de nuevo al verme enojada.
¿Esto le divierte?
— ¿Y crees que yo no?— su tono de voz es totalmente diferente a ese atisbo de sonrisa que ya desapareció y volvió la mueca indiferente.
— ¡Agh te odio!—. Niego con la cabeza y me abro camino pero no puedo pasar ya que está literalmente parado ahí haciéndome la vida difícil.
En verdad que lo odio.
— ¿Estas borracha o así es tu personalidad?

Exclamó como si estuviera ofendida para después enseñarle el dedo de en medio sonriendo falsamente.
— Me vas a hacer llorar— le digo irónicamente y veo como me mira con más intensidad ahora.
— ¿Bailas?
— Quítate.
No me deja alejarlo y me toma de las caderas al ritmo de la música.
— ¡Am auxilio!— digo mientras me voltea y veo toda la sala solo luces y después los ojos azules que me ven como si fuera un bicho raro y al parecer chistoso.
Ruedo los ojos y me quedo inmóvil.
— Vamos, suéltate. Pareces una piedra.— ¿piensa que con un insulto voy a bailar con el?

En eso lo empujó alejándolo de mi y veo su cara de estupefacto cuando ve que no quiero bailar con el.
Tarda un poco en recomponerse y camina detrás de mi, en eso me agarra del cuello por detrás y me atrae hacia el con fuerza pero sin que duela.
— ¿Acabas de empujarme por segunda vez en esta noche?
Iba a responder cuando una chica rubia se abalanza hacia él, puedes ver que está demasiado borracha y le comienza a lamber el oído.
— James por favor... te necesito— esas palabras hacen acordarme de Will y el dolor vuelve en ese entonces donde me había desecho de él solo por un segundo.
Pero después es como si volviera a sumergirme en el agua helada sin poder respirar.
Vuelvo a prestar atención a mi alrededor para ver a James viéndome fijamente.
— ¿Estas bien? No quiero tener que ver tu cara vomitar.
— cállate y baila.

Me levanto de mi asiento decidida a olvidarme de Will y que mejor que unos ojos azules?
Mi vestido mojado se pega al cuerpo de al parecer James.
— ¿y la chica rubia?— le digo entrecortada mente.
— Se fue.
Estamos a punto de bailar cuando veo a Will viéndome en el momento en el que entra al bar y todos mis sentidos se apoderan de él de nuevo.
Como siempre.
Harta Empujó a James y veo como se ve atónito mientras trato de salir del bullicio de gente con él pisándome los talones de nuevo.

— ¿Te perdiste, princesa?
Me paro y salgo por la puerta trasera del bar cuando me tiro en el suelo frío del pavimento y James me ve desde arriba.
— Podrías parar de decirme así?
Trato de mantener mis pensamientos en orden pero el alcohol no es un buen amigo en esto.
— ¿Como? Princesa.— se acerca a centímetros de mi cara y me lo susurra al oído.

— Si vuelves a decirme princesa una vez más...— en ese momento solo puedo ver sus ojos, pero bajo a ver sus labios que están en una mueca.
Vuelvo a sus ojos azules que me taladran los míos cuando veo que está sonriendo.
— ¿estas pensando en besarme, princesa?—. Ahora yo hago una mueca y sin pensarlo volteo hacia otro lado para que no me vea ruborizar.
Entonces me vuelve a agarrar del cuello y me hace voltear a verlo.— ¿te ruborizaste?
Encarna los ojos como si creyera que es algo falso.
— De enojo solamente.
Veo como suelta una risa y me encuentro viéndolo fijamente cuando ríe. Se ve feliz. Y es contagiosa porque yo también suelto una risita.

Al darse cuenta que se está riendo conmigo se levanta y vuelve a entrar al bar más rápido del que puedo procesarlo. Oh no.
Entro detrás de él y veo como Will viene rápidamente hacia acá así que tomo a James de la mano y lo llevo de nuevo a bailar. Esta vez Will no me detendrá y James me ve confundió para después seguirme, no dice nada más y posa sus manos en mis caderas atrayéndome hacia el, así que yo trato de moverme al ritmo de la música, nunca había bailado así con alguien tan vulgar, pero con James se siente tan excitante.
Aspiro el olor de James al acercarme a él y creo que es lo más embriagador que he olido, me hace no querer separarme; siento su piel dura y caliente bajo mis manos y por todo mi cuerpo.
Sus labios van hacia mi cuello y suelto un suspiro de placer, volteando hacia el techo. Cuando nuestras miradas conectan de nuevo James coloca sus labios sobre los míos y su lengua entra en la mía. Se lo devuelvo al principio por pasión, pero es un despertar para mi y me acuerdo que es James. La última persona con la que me querría besar.
Vuelvo a alejarme y salir del bar mientras escucho como me llama.

Estoy con la espalda contra la pared cuando James sale y me ve, sus labios están rojos y sus pupilas dilatadas. Se ve herido. Aunque eso no es posible.
— ¿Te enojaste?
Niego con la cabeza y trato de no hacer contacto visual. Toma mi barbilla y me hace verlo ruedo los ojos por lo controlador que es y veo como pega su cuerpo al mío al verme rodar los ojos.

— No es mi culpa. Tú me llevaste a bailar.
Muevo mi cabeza bruscamente zafándome de él.
— ¡Siempre haces eso!
— ¿¡Que?!— le grito en el mismo tono.
— ¡Sacarme de mis casillas!
Le sonrió y alzó los brazos.— ¡Explícame o ahora por existir enojo a la gente!
No estoy pensando bien y siento como estoy roja de ira.
Me agarra por el cuello.— Me contradices y me gritas y haces cosas extrañas...
— ¡Arréglatelas tú, no me beses!— ahora el rueda los ojos.
— Tú eres una chica guapa estábamos bailando y me deje llevar, es todo.

En eso mis pensamientos se vuelven solo uno y volteo a verlo. — ¿Crees que soy guapa?
— Eres una preciosidad y lo sabes.— dice como si fuera obvio.
Nunca pensé que él pensara así de mi, siempre me mira con asco.
— ¿Ya no estás enojada? ¡Dios, me contagias tu locura!— dice el mientras veo como trata de no sonreír.
— ¡Es tu culpa!— no se porque estamos gritando de nuevo.
— ¡Pero si yo no soy la loca que me persigue a todas partes!— Dice con una sonrisa ya en su boca.

Me levanto de un salto y lo apunto.
— ¡Eso no tiene sentido! ¡TU fuiste quien me beso!
— Créeme no lo haría de nuevo. Fue solo el momento!—. Dice mientras se cruza de brazos.
— ¿TU crees que yo dejaría que me besaras?— me acercó más a él tratando de verme intimidante pero creo que solo ve a un pequeño tipo con los ojos de vaca loca.
¿Tiene sentido?
— ¿Apuestas?!—
Oh. Interesante.
— Dime más— le digo ya más tranquilamente.

Alza una ceja y hace una media sonrisa mientras saca un cigarrillo.— Yo apuesto a que no aguantas ni un mes sin querer tirarme.
Abro la boca sorprendida por sus palabras y veo como se le marca el tatuaje y la vena en su brazo tratando de encender el cigarro.
— Oh okey, y si ganó? Que me das?
— Mil dólares.— abro la boca aún más si es posible.
— ¿Y dices que yo soy la loca? Ni hablar.
Saca humo.
— ¿Tan segura que vas a perder?— pienso en Will y lo enamorada que estoy de él, aparte ni siquiera conozco a este chico.
Probablemente no lo vuelva a ver hasta qué pasa el mes y me de mi dinero.
— Hecho.

James voltea a verme sorprendido y estira su mano para estrecharla con la mía, extiendo mi mano y cerramos el pacto, ¿en que me metí?
¿Me dejará salirme? Lo hice borracha.
Trato de zafar mi mano y me acerca a él tratando de besarme.
— ¡Hey!— me aparto y veo como se ríe por primera vez.
— Tenía que intentarlo!
— ¿No se supone que yo te tenga que besar a ti?
Le digo malhumorada.
— Te haré suplicar que te bese, ya verás.— tira su cigarrillo y ruedo los ojos.
— Te haré llorar en cuanto te declares en bancarrota. Oh si ya verás!— digo mientras vuelvo a entrar a el bar y James vuelve a reír sinceramente.— ¡Un mes pasa rápido!
Cierro la puerta detrás de mi y veo a Will acercarse a paso veloz hacia mi. ¿Todo en una noche?

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora