Indecisiones claras

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Regreso a la casa y cierro la puerta con todos los seguros que se pueda para después ver a un James inmóvil en el sillón, la bolsa de pollo congelado está en el suelo junto con toda la demás basura y corro a ponerla en el congelador para que pueda usarla de nuevo.
Saco una venda y limpiando las heridas de su ojo que ahora ya está demasiado hinchado se la amarro contra la cabeza, trato de recordar todas las series o películas que he visto que implican curar a alguien, como grays anatomy o the walking dead.
Solo espero que sea suficiente.

Le levanto la camiseta y lamento ver su piel tan tersa llena de sangre y golpes, limpio la herida más grave con mucho alcohol y James se levanta de repente por el dolor y me agarra del brazo gimiendo.
— Vete.
Niego con la cabeza al ver que me mira fijamente con el único ojo que funciona.
Y apenas está abierto, le pesan los párpados.
Me mata verlo así.
Agarro la demás venda que casi está por terminarse y termino de enredar todo su abdomen y pecho.
— Me las arreglaré solo Van, vete. Si regresan yo no podré ayudarte. Mírame— parece que lamenta cada palabra que dice y sigo negando con la cabeza.

— Por favor— me ruega.
Paro de acomodar sus heridas y veo como me mira con dolor en su mirada, se que no se perdonara que me quede aquí.
— Está bien.— le digo mientras me acerco y le doy un beso en los labios. No nos habíamos besado desde...
saben resecos y a metal pero no importa. Nada importa.
Dura muy poco ya que me levanto rápidamente y salgo de la casa antes de que me diga algo sobre lo que acabo de hacer.
No se porque siento que estoy dejando mi hogar.

Llego a la casa de antes cerca de la playa y miro la mansión sin la misma emoción de antes, al parecer una casa grande no me llena tanto como una pequeña.
Entro con mi llave y veo como todos están en la cocina cenando juntos.
La escena se me hace tan lejana aunque solo no he estado por unos días.
Alex está aquí.
— ¡Van!— Trina es la primera que reacciona al verme, Ty se queda con el sartén en la mano y sonríe intensamente.
Maia se levanta detrás de Trina quien ya viene corriendo hacia aca, se le ve demasiado feliz, me alegra que Alex regresara.

Volteo a ver a Will quien no muestra reacción alguna.
Abrazo a Trina por un largo tiempo y después a Maia y después a Alex quien lo golpeó por haberse ido, y después a Ty quien me enreda el pelo cariñosamente, al último se hace un silencio incómodo cuando llega la hora de abrazar a Will.
— Hola.— le digo y lo abrazo rápidamente.
— ¿Donde estabas?!— dice Alex quien también parece muy contento.
— Por ahí.
Me encojo de hombros y Trina hace una mueca con mi comentario.
— ¿James?— dice Will sorprendiéndonos a todos.
Asiento con la cabeza y todos voltean a ver a Will para ver su reacción.
— ¿porque me ven?— alzó los brazos acercándome a la cocina viendo comida real por primera vez en días.

— Te ves diferente!— dice Trina inspeccionándome.
— Lo mismo dijo Kyle— les digo mientras me sirvo un poco de ensalada.
— ¿Viste a Kyle?— dice Will alarmado.
Asiento con la cabeza y suspiro debutando sobre contarles lo de James o no.
— Fui a la farmacia y...
Trina me interrumpe.— ¿porque fuiste a la farmacia? ¿Prueba de embarazo?
Tyler escupe el agua que estaba tomando y Alex abre los ojos sorprendido mientras Will solo me mira asqueado.
— ¡No!— grito mientras Trina se encoge. — No hicimos nada de eso.
Miro a Will nerviosa.

— Está bien Van. James es tu amor pasajero. Lo entiendo.
Maia lo mira confundida.— estuviste a punto de morir por pelearte con James solo hace unos días.
— ¿pasajero?— suelto de repente.
— No quería que sonara así... ¿podemos hablar en privado?— los ojos de todos están sobre nosotros así que asiento y dejo que me tome de la mano para guiarme afuera de la casa.
Miro el mar al lado de nosotros. Lo extrañaba.
Aunque el mar me recuerda a James.
— Te sigo amando. Y no creo que deje de hacerlo alguna vez, y si lo hago no sabría lo que es amar de nuevo.— Volteo a ver a Will decir todas las palabras con las que cualquier chica se moriría por escuchar.

Yo lo hacia. Sonrió al recordar la primera vez que entré en esta casa y lo vi con la misma maleta que la mía creí que era el destino y que nunca había conocido a alguien que podría matarme con la mirada más rápido que el. Sentía que me miraba al alma cada vez que lo hacía.
Pero éramos solo desconocidos y pensé que estábamos destinados.
— Will...— lo iba a interrumpir pero veo como cierra los ojos con mis palabras.
— Escúchame Van, somos almas gemelas. Lo se. Nuestro corazón es uno solo porque el mío late por ti. Con tus 205 pecas y ese corazón que tienes es por lo que me despierto cada mañana.
No se que hice para merecer siquiera conocerte, eres la persona más maravillosa que he conocido y créeme que soy tuyo cuerpo y alma.— Will acuna mi mejilla en su palma y me besa en la frente.
¿Almas gemelas?

— Antes solía pensarlo Will, ahora no estoy tan Segura. ¿Quien dice que solo hay una persona para ti? No porque la ames significa que sean uno para el otro o que estén destinados. No creo en las almas gemelas más, Will.— tomó su mano con la mía y la retiró de mi mejilla.
Quiero gritar por todas las palabras que desearía que alguien más las digiera en este momento.
James.
Y de pronto todo parece más claro.
Beso a Will una última vez, lenta y apasionadamente.
Es una despedida así que trato de decirle todo lo que no puedo expresar con palabras en ese beso.

— Tengo que irme. Hay alguien que me necesita.— le sonrió y entro en la casa para despedirme de Trina y los demás.
— pero acabas de llegar...— las abrazo a las niñas y les digo que volveré pronto.
— Lo se.
Tyler me levanta del suelo con el abrazo y me susurra que me cuide en el oído, estoy tentada a contarles pero no me corresponde.
Salgo con un peso menos y corro hacia el carro para tratar de llegar lo más rápido posible y declarar mis sentimientos a James.
Tengo miedo, pero es del bueno. No se si encuentre a alguien como él. Hay demasiados con quien estar, pero no con quien ser.
Y se que con James soy yo misma, estoy viva.
Estoy enamorada.

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora