Feria y dulces besos

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Llegamos a la feria, Will me sonríe y me toma de la mano mientras caminamos hacia adentro, saco mi celular y le envío un mensaje a las chicas si ya llegaron. Me responde Maia diciéndome que se demoraron porque Trina tenia que ir al baño cada cinco minutos y que probablemente llegaran en una hora, se lo digo a Will y me responde;
— Será mejor que nos divertíamos solos—le sonrió con una mirada que solo los dos entendemos. El viaje fue genial, aunque discutimos un poco y no se muy bien sobre nuestra relación, se que ya no podré olvidarme de él tan fácilmente.

— El tiempo es oro— le respondo y levantó las cejas mientras lo arrastró dentro de la feria, al entrar él va a donde se pagan los boletos.
— Yo pagó.
— Pero...
— Shhh, tómalo como si fuera tu sugar Daddy.
Levantó las cejas y él se ríe.
— La edad te queda.
Abre la boca sorprendido y haciendo un gesto de dramatismo.
— ¿Pero que dices? Si me veo más joven que tú.— dice y me pellizca la nariz.
Se que es un juego pero de repente me pongo triste, tenemos la misma edad 18.
— ¿En serio?— le digo volteando al piso.
— Claro que no, bizcocho. — me levanta la barbilla para que lo vea a los ojos.— Eres perfecta.
Se aclara la garganta, como si reconsiderara lo que acaba de decir y agrega.— Excepto por tus pecas.
— ¡Pero que dices!— le digo riendo.
Ojalá siempre fuera así con el, este Will cariñoso y sincero.

Al comprar las entradas voy dando pequeños saltos y contemplo la feria, tardamos dos horas en el camino ya que está casi a las afueras de la ciudad y nos vinimos como a las 2 entonces son las cuatro y ya es medio tarde. Es perfecto porque no hay tanta luz y las luces de la feria resaltan. Casi parece sacada de una película, no puedo esperar para que lleguen los demás.
— ¿A cuales te quieres subir?— le pregunto a Will.
— A todos. Solo hay que saber por donde empezar.

Después de unas horas de risas y con la cabeza revuelta junto con el estómago, y por cierto. Muchas manoseaderas por parte de Will.
No se como sentirme respecto a eso.
La primera fue en las tazas sólo íbamos él y yo en una entonces rebotábamos con las paredes y después nos juntábamos, en una de esas sentí su mano en mi cuerpo.
Will tuvo la mala idea de subirnos en uno donde cuando caes es en agua y te moja completamente, nos gusto tanto que nos subimos como 3 veces en esa montaña, le pedí a Will que me escurriera la ropa y se aprovechó un poco. Tanto que alguien nos grito que nos consiguiéramos un cuarto y lamentablemente aunque lo hiciéramos no podríamos.
¿Como dejó de pensar en él las 24 horas del día?

Lo peor fue que Will prometió no aprovecharse pero el destino jugó en nuestra contra porque nos subimos en el carrusel. Los dos en un mismo caballo.
Y sentía todo el tiempo su entrepierna chocando contra mi. Fue más que toda la acción que he tenido en meses. Y que fuera con Will solo provocó que sintiera algo ahí. Y que el calor me inundara.
Cuando bajamos su pantalón tenía un bulto y lo gracioso es que hizo todo lo posible para cubrirlo.
Para rellenar el tema de conversación seguimos jugando verdad o reto cada vez que bajábamos de un juego y he descubierto muchas cosas de él; su animal favorito es el zorro por la película de zootopia. Su color favorito es el azul del mar. (Igual que el mío). Su comida favorita es el sushi, el cual no me gusta. Su mejor atributo según él son sus ojos. Tiene cuatro hermanas wow y es de Mexico. Su gusto musical es de todo, (igual que yo) próximamente la boda.
Su película favorita es un monstruo viene a verme y ¡no ve series! Llegando a la casa le pondré una.
Nos hemos estado respondiendo verdad, más para conocernos y así.

— ¡NIÑAAAAAAS!— escucho la voz de Trina.
Llegaron hace como dos horas y Trina está que vuelta loca, señala hacia un chico guapísimo que está comprando algo en la tienda.
— ¿Se están derritiendo como yo?— me rio y asiento.
Veo de reojo como Will frunce el ceño.
— Es muy guapo deberías hablarle.— le digo dándole un mordisco a mi hot dog.
— Está pasable.— dice Maia, mientras voltea a ver con ojos de perritos a Ty.
— ¿ESTÁ PASABLE? mira esos ojos azules y el cabello negro. Es un Dios griego. —Volteo a ver a Alex, si se parecen, ¿será que Trina también está enamorada de él, como Alex de ella? Sería algo trágico en verdad. Dos personas que se aman pero no pueden estar juntos. — Aparte yo no podría. Van, ve tu.
— ¿Yo porque?
— Amm para que lo conozcas y después lo invites a la casa y así lo pueda apreciar. Dicen que los más guapos son los más desgraciados.
Me rio y apunto a Will, el me sonríe devuelta.
— ¿Soy la excepción? Van, no tienes que hacerlo si no quieres.
Will me toma del hombro llevándome lejos pero recuerdo que me prometí no estar en sus garras así que me muevo rápidamente zafándome de él y tratando de no mirar sus ojos de perrito abandonado.

Maia se lleva a Tyler lejos diciéndole que le consiga un peluche.
— ¿Como que no? ¡Se que quieres chica, vee!— Trina me empuja hacia él con mucha fuerza y le abro los ojos mientras oh no.
El muchacho estaba lejos. Pero como Trina me empujó vi todo borroso y a Trina tapándose la boca sorprendida mientras caigo en una patineta que me lleva con toda velocidad, lo único que alcanzo a gritar es;
— ¡MI HOT DOOOG!— mientras me lleva. Esto es lo peor, juro que voy a matar a Trina.
Alguien me detiene y el chico que estaba lejos. Ahora está cara a cara y me sonríe divertido.
— Hola, ¿estas bien?— me levanto con mi hot dog intacto.
— Gracias, si.— No puedo con la vergüenza y siento mi cara rojisima. Parezco un tomate con pecas.
Wow. Sus ojos azules son hermosos.
— Soy Zack.

Me agarro la cabeza y siento que me voy a desmayar y me voy hacia delante mientras él me sujeta.
— ¡wooow! Cuidadoo— toma mi hot dog de la mano.
— ¡Heey! Mi hot dog...— abro la boca como diciéndole que me alimente.
¿Porque hice eso? ALGUIEN EXPLÍQUEME.
Pero Zack me lo mete en la boca, parece sorprendido que haya cabido todo y me toma en brazos.
— ¡VANESSAAA!— escucho la voz de Trina aproximarse y veo su cara de preocupación. — ¡Lo siento tanto, no creí que te toparías con la patineta y te llevaría así! ¡Y directamente a el chico del que estábamos hablando!
Abro los ojos diciéndole paré y me sonríe.— creo que debería dejar de hablar ya.
Recargo la cabeza apenada contra el pecho del chico, si antes era un tomate ahora soy algo más rojo.
— Dios, perdón por todo eso.— digo bajándome lentamente.

— No hay de que. ¿Segura que estás bien? Te puedo acompañar a un hospital si quieres.— el chico me acomoda el pelo. Estaba a punto de decir que eso es un poco exagerado pero no sabría como lo vería desde su punto de vista.
Una chica que se arrastra a ti en patineta y después pide que la alimentes.
— Ella está bien— ¿cuando llego Will?
Siento como me toma del brazo y me arrastra lejos de él.
— ¡Hey, me estás lastimando!— me suelto y veo como Alex y Trina me ven con preocupación.
— Hay nena de verdad lo siento.
— ¿qué haces?— le digo a Will.
— ¿Querías que te dejará con ese? Si ni siquiera querías ir en primer lugar. — No logró descifrar la emoción de Will.
— Si pues bueno, fue lindo. Quería conocerlo más, pero ya no después de lo que hiciste.

Will cabreado sin tener razones porque me habla en el tono más hiriente.
— Ah que yo no te detenga, ve si eso es lo que quieres. — Trina y Alex parecen más incómodos a cada segundo qué pasa.
— ¿No podemos estar bien más de un día verdad?— le digo a Will pasándome las manos por el pelo.
— No se de que hablas yo estoy bien. ¿Verdad o reto?
Lo miro confusa.— ¿En serio Will?
— Estábamos jugando antes, ¿porque no ahora?
No se que trama, pero no me gusta. Le quiero recordar lo que le dije anteriormente sobre su bipolaridad.
— No se ve que estes bien Will.
— ¿!verdad o reto?!— se pasa las manos por el pelo desesperado.
— reto ya.
Trina niega con la cabeza.
— Te reto a que vayas con él y lo beses.
Abro la boca sorprendida.
— Sabes que no haré eso.— me cruzo de brazos.

— ¿Porque no? — dice Trina.
¿De que lado está?
Porque me gusta Will quiero gritar.
Aunque él es que me está diciendo que lo bese, pero no se que trama con esto. Pensé que desde hoy teníamos una conexión pero a quien engaño. Will y yo nunca podremos ser nada.
— Van... — sin saber lo que Will me iba a decir a continuación me separo de ellos y voy directo hacia el chico.
— Hola de nuevo— me dice el verme aproximarme.
— Hola— susurro y junto mis labios con los suyos.
Alzó mis brazos detrás de su nuca y abro mi boca dejando pasar su lengua que explora la mía lentamente, sus manos van hacia mi cintura y me atrae más hacia el. Nuestros labios danzan y se conocen más a profundo.
Me separo por aire y lo veo como abre los ojos lentamente y me sonríe.
— Hagámoslo de nuevo.— me rio y dejó que me bese otra vez.

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora