Partidos y banderas Pt. 2

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Finalmente las clases se acaban y vamos a ir a comer para después ir al partido que comienza a las 5.
Nos subimos todos a los carros y vamos cantando emocionados, Will no deja de mirarme recordando aquel viaje.
— Deberías meterme al coro Van, cantas muy bien— me rio.
— No gracias, con porristas estoy bien.— llegamos a un restaurante y como solo tenemos dos horas salimos brincando y corriendo y gritando.
Entramos y la gente se nos queda viendo, después llega el carro de los jugadores de Ty y se bajan igual que nosotros.

Se juntan a nuestra mesa y comemos, yo ordeno una ensalada ya que no debo comer mucho antes pero me robo unas papitas de Will quien me ordena una hamburguesa para después del partido según él y a las 4:30 vamos saliendo nerviosísima.
Will me arrastra lejos.— Vas a estar perfecta, como siempre. Y no es que toda la escuela más otra escuela te vayan a estar viendo.
Le saco la lengua.— ¿ahora si me hablas?
Trato de soñar bromista pero no se que vaya a pasar con mi relación con Will, cada segundo cambia de parecer.
— Quiero estar ahí para ti. No ese estupido de Ty.
Le pego jugando— Heey, es nuestro amigo.— el niega con la cabeza y me acercó y le doy un beso en la mejilla.— Gracias.
Parece sorprendido y me toma la cabeza, me petrifico creyendo que me va a besar pero solo la baja por mi hombro hasta mi mano.
La sostiene y me lleva hacia el partido.

El partido consiste primero de la asamblea donde toca la banda y ponen el himno y las porristas bailan una presentación, todo eso es dentro del gimnasio. Después salimos a la cancha de fútbol americano.
Me despido de mis amigos quienes me desean toda la suerte del mundo y me dicen cosas muy inspiradoras para ir con mis amigas porristas.
— Ya mero se acaba el himno. Prepárense como ensayamos.— hacen cuenta regresiva y salimos corriendo agitando nuestros pompones la música empieza y nos alineamos haciendo la coreografía no logro divisar las gradas pero cuando termino veo a Will que me ve intensamente.
Conectamos mirada y todos los nervios se van, y se reduce a solo yo y el.
Abren las puertas del gimnasio y salen primero el público a la gran cancha es inmensa en verdad, veo a toda la gente salir por las puertas y pierdo de vista a Will. Me paro de puntitas y veo a Ty detrás de mi con el equipo y lo saludo y él me lo devuelve.

Después de que toda la gente ya saldría del gimnasio sale la banda tocando y después nosotras y después el equipo, se escuchan los gritos y me siento diminuta en aquel estadio. Solo imagino que nadie me está viendo a mi.
Nos acomodamos casi enfrente de las gradas y literal estoy sudando y cansadísima ya y apenas hicimos la introducción.
Los hombres se acomodan para que comience el partido pero primero veo como sale el equipo de la otra escuela y también se acomoda de el otro lado puedo ver a las otras porristas.
Busco entre el gentío a Will, Maia o Trina o Alex pero no los veo, prenden la pantalla y pita un sonido y veo como corren unos hacia otros.
Me asusto por Ty y solo veo una masa de hombres, espero que ganemos. Y comenzamos a saltar y levantar las piernas de nuevo.

Llevamos 5 a 4 a favor. Ty metió dos si no mal recuerdo, era obvio es el capitán del equipo.
Suena ese sonido indicando que se hace una pausa y ya está medio oscuro son las 7. Las porristas nos dirigimos hacia las blanquitas que tenemos y me giro muerta.
— Wow, eso es demasiado cansado— les digo mientras tomo un poco de agua y nos secamos con toallas.
— Psss— volteo hacia la voz y veo a Will en la primera fila.
— Heeey— me acercó y colocó mi mano sobre la suya. No se porque. La quito al ver que también están los demás.
— Te tengo una sorpresa a medio tiempo.— lo miro confundida.— abre la boca.
Abro la boca y mete un pedazo de hot dog en ella.
— Gracias estoy que muero de hambre y cansancio, pero todavía no es medio tiempo.— me seco la frente.
— Lo se. Estás asquerosa.— me mira de arriba a abajo y se sienta de nuevo. Aunque me dijo asquerosa lo pronunció de una manera tan tierna que me hace sonreír. Aún así agarro un espejo y me retoco.
Después suena el sonido de la tortura y comienza de nuevo el partido.

Viviendo SIN sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora