Capítulo 15: Del otro lado (parte III)

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—Rigal —insistía Fhender con la mirada fija en el águila—. Rigal —acercándose lentamente. Estaba convencido de que aquel animal comprendía lo que decía; podía jurar que aquella águila, se encontraba analizando la situación. De repente, la pisada sobre una piedra logró hacer trastabillar al joven, generando que luego de su torpe movimiento el águila se diera a fuga. Sin quitarle los ojos de encima, Fhender se echó a correr intentando alcanzarla. Cegado en la persecución, no lograba vislumbrar que aquella águila se encontraba volando poco más alto de su cabeza; y la velocidad que llevaba era constante. Cualquier persona allí hubiese comprendido que el animal buscaba que lo siguiesen. Cualquier persona, menos él.
Fiel, pero ajena de comprensión, su compañera lo siguió. Controlaba la fuerza de sus cuatro patas para disminuir lo máximo posible su velocidad; ya que había comprendido que no se trataba de un juego de carrera con su dueño.
Tras algunos metros recorridos, pensó en abandonar lo que sea que creía estar haciendo; pero no fue hasta toparse con una construcción de barro y madera que obligadamente lo hizo frenar. Cambiar el enfoque de su mirada para no estamparse contra aquella casa, le hizo perder el objetivo; y por más que insistió buscando entre los árboles, el águila jamás volvió.

—¿Nos perdimos? —hablaba con su animal mientras recuperaba el aliento—. Será mejor que comencemos a caminar —dejando salir de si una sonrisa—. Luego que examinemos esta casa —riendo.

Fhender se encontraba rodeando la casa y examinando los materiales utilizados para su construcción, cuando por lo alto alcanzó a ver pequeñas nubes de humo, que escapaban por una chimenea. «¿Habrá alguien adentro?» se preguntaba mientras terminaba su recorrido en donde había empezado; una puerta de madera con severas grietas que a simple vista no ofrecía nada de privacidad ni seguridad. Tampoco tenía picaporte, por lo que el joven solamente estiró su brazo para abrirla; pero mientras escuchaba el rechinido de la madera percibió que alguien estaba detrás de él. Se quedó tieso algunos segundos, hasta que por el gruñido de su animal comprobó que su instinto no le había fallado. Sin tener muy en claro que hacer, comenzó a voltear lentamente haciendo un sonido para tranquilizar a su compañera.

 Sin tener muy en claro que hacer, comenzó a voltear lentamente haciendo un sonido para tranquilizar a su compañera

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—¿Quién sos y que hacés en mi casa? —decía una voz acida y ronca.

—Puedo explicar... —hablaba mientras terminaba de voltear; pero se quedaba sin palabras al encontrarse frente a frente con el hombre. Llevaba un largo cabello castaño atado y los ojos claros como el mar, cada facción de su rostro se encontraba bien marcada y definida, desde las cejas hasta el mentón. Este último se encontraba poblado por una barba despareja, sin que por ella se logren disimular las facciones inferiores de su cara. Pero lo que dejaba sin palabras al joven, no era su voz ni su rostro, sino que aquel hombre se encontraba completamente desnudo. El bello rodeaba su cuerpo por completo, tal así, que en ciertas partes, no era posible vislumbrar su piel.
Luego de algunos segundos de estupefacción, Fhender reaccionó y dijo:

—Perdone, me perdí —esquivando su mirada—. Vamos —hablando con su animal y comenzando a caminar.

Habiendo realizado solo unos pasos, escuchó a aquel hombre de una altura prominente decir:

—¿De dónde sacaste ese nombre? —al oír esas palabras el joven se frenó—. Rigal... ¿Por qué mencionaste ese nombre?

—No sé de qué está hablando —volviéndose y mirándolo a los ojos—. Pero ya debo irme.

—¿Y por qué perseguías aquel águila? —riendo en forma de soplo y buscando en los ojos de Fhender la verdad—. Lo pude ver —seguía hablando ahora que tenía la completa atención del joven—. Creíste que era él —acariciando su barba y caminando en dirección a la casa—. Pero... si es que me confundí, tu grupito está por allí —señalando con su brazo mientras abría la puerta.


NicoAGarcia

NicoAGarcia

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Fhender: La rebelión de los Vahianer ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora