El viaje hasta el campo de entrenamiento número 9 fue silencioso, ninguna tenía el valor o la confianza para entablar una conversación en ese momentos, Kioto era nueva en la aldea y aún no había hecho muchos amigos; Suki no se sentía muy cómoda dando el primer paso aunque fuera una chica extrovertida y alegre; ___ simplemente no confiaba en ellas, no después de lo que pasó la última vez.
Llegaron al campo de entrenamiento y una jounin las estaba esperando como Iruka-sensei había avisado, las chicas se encontraban algo confundidas, no sabían muy bien si era ella su nueva sensei. La mujer notó su presencia y no dudó en dedicarles una sonrisa.
- ¡Hola chicas!, Mi nombre es Hashi Matsuya y tengo el honor de ser su sensei - les hizo un gesto para que se sentaran en el suelo con ella. Las chicas obedecieron.
La apariencia de aquella mujer les parecía curiosa, sobre todo el hecho de que llevara la banda ninja sobre sus ojos, se preguntaban que secretos escondería detrás de esa barrera. "Tal vez un dojutsu muy poderoso", pensó Suki; "Sus ojos deben de avergonzarla" pensó Kioto; " Deben ser realmente hermosos para que deba esconderlos" pensó ___.
- Muy bien chicas, ¿qué tal si hacemos una presentación y comenzamos con el ejercicio? Ya les dije mi nombre, les diré entonces que tengo un kekkei genkai que me permite manejar jutsus de estilo animal, no soy de aquí de la hoja, me crié en un pequeño bosque cerca de la aldea oculta de las rocas, pero el tercer Hokage aceptó mi petición de ser parte de Konoha. El único sueño que he tenido es ser parte de alguna aldea, y bueno, lo cumplí hace mucho tiempo. Tu turno - dijo señalando a Kioto.
- Y-yo... Yo soy Kinawa Kioto, pero pueden llamarme Kio; tampoco soy de aquí, soy de la aldea oculta de la arena, llegue a Konoha hace unos meses; mi familia y yo necesitábamos estar alejado de Sunagakure porque bueno... - bajó la mirada y sus ojos perdieron brillo - En pocas palabras, querían matarnos. Manejo jutsus de naturaleza viento, creo que pudieron notarlo por mi abanico. ¿Sueños? - se quedó pensativa - mi único sueño es poder proteger la aldea que me acogió para comenzar de nuevo.
- ¡Yo soy Totchi Suki! - dijo de manera enérgica, sus compañeras soltaron una pequeña risa - Manejo jutsus de naturaleza fuego, pero si aprendo a controlar jutsus de naturaleza viento puedo desarrollar el elemento quemar. - Matsuya se quedó bastante sorprendida ante las declaraciones de la pequeña pelirroja - Soy de aquí, de Konoha, pero parte de mi familia es de Sunagakure. Tengo manejo de armas de corto y medio alcance - dijo mientras señalaba la vara de madera que tenía en su espalda - Mi más grande sueño es convertirme en jounin y estar a cargo de un equipo de genins - finalizó con una sonrisa.
Las tres personas miraron expectantes a ___, ella estaba bastante nerviosa en ese momento, pero su orgullo no la deja demostrarlo. Se tomó unos cuantos minutos más, hasta que suspiró y se dedicó a hablar.
- Soy Otonashi ___, mi cabello lo delata. Soy de aquí, de la aldea de la hoja. El Kekkei genkai de mi clan me permite controlar jutsus de cualquier naturaleza que yo elija, - dijo sin mucho entusiasmo, pero las chicas que estaban a su lado derecho se encontraban bastante impresionadas - también manejo un dojutsu llamado Shingekai Azul, me permite ver toda las capas del cuerpo de mis oponentes: músculos, huesos, órganos, los diferentes sistemas, su chakra, todo. También manejo un tipo de chakra en especial, el chakra azul o Velocidad. Mi más grande sueño es poder trabajar codo a codo con el Hokage y rendir honor a mi clan.
- Tengo un equipo muy interesante, me honra poder tenerlas a mi cuidado. - se levantó rápidamente - Muy bien chicas, comencemos con una prueba muy fácil - sacó dos cascabeles de su bolsillo - Tendrán que quitarme estos cascabeles, la que no pueda hacerlo, tendrá que limpiar las calles de toda Konoha. ¿Listas? ¡Comencemos!
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Ojos color cielo. ºNara Shikamaruº
FanfictionOtonashi ___ es una kunoichi de la aldea de la hoja, criada dentro de una familia llena de desgracias, que poco a poco ha ido volviéndose fuerte. Perseguida por un pasado que la tortura todos los días, ha tenido que pelear sin descanso para no morir...