La repuesta que Neji le había dado a ___ le parecía totalmente improbable, " No he estado con él últimamente, sobre todo porque estuve ayudando a Hitoshi con su papeleo." intentaba buscar una respuesta lógica. "¿Y sí me confundió? Por favor, es mi mejor amigo, nos conocemos desde que eramos unos niños; además, ¿quién más en la aldea tiene el cabello azul y negro? Esto no tiene sentido." ___ detuvo su caminata, la cabeza le estaba dando fuertes martillazos. Tenía que alejar todos esos pensamientos, solo se estaba haciendo historias sin sentido, "¿o tal vez no?" Debía recobrar la calma, todo lo de su madre ya la había afectado lo suficiente. Neji y Hitoshi seguían en su conversación, caminando con parsimonia sobre el desentendimiento de toda la situación. ___ miraba a todos lados, buscando algo para distraerse, buscando algo que la alejara de aquellas nociones inciertas que atormentaban su cabeza como un huracán.
Pero no encontró un salvavidas, encontró más destrucción.
Lo primero que sintió fue... Peligro. Una necesidad casi sobrehumana que le pedía a gritos que desviara la mirada, porque lo único que encontraría sería una escena que la llevaría a la ruina; pero el deseo de saber que estaba pasando era más fuerte que cualquier advertencia que pudiera oír. Y como si de una visión se tratase, todo regresó, desde el comienzo.
Había tantas cosas mal con lo que veía. Su mejor amiga, aquella pelirroja que siempre había estado con ella, con la que había peleado durante tantos años, una de las chicas en las que más confiaba, Totchi Suki, estuviera dañandola tanto. Y no solo a ___, ¿qué hay de Shino?, se veía desde kilómetros el cariño que le tenía el Aburame a Suki; lo bueno es que él no estaba presenciando lo que ella.
La persona a la que le entregó su corazón, el chico al que le entregó su confianza ciegamente durante tantos años; lo amaba, él la hacía feliz y ver que ahora la... Traicionaba con su mejor amiga, habría la brecha del dolor en su corazón y la herida permanente en su cerebro.
___ observaba el amor entre ambos, los abrazos, los besos. Quería que fuera mentira, pero no lo era. Un constante pitido inundaba sus oídos, la realidad no penetraba en ella, se negaba a creer que las cosas fueran así. Las lágrimas brotaron, algunas cristalinas, otras color sangre. Suki la miró, sin arrepentimiento, sin sorpresa, sin emociones y le guiñó un ojo. La Otonashi sintió la presencia de Hitoshi y Neji, pero su cuerpo no atendía sus ordenes.
Hitoshi sentenció a Shikamaru con su Shingeakai activado mientras el Hyuga estaba intentando calmar a ___. El Alfa tomó del cuello al Nara, tenía todas las intenciones de destruirlo; ante el caos que se había desatado, Suki simplemente se alejó del lugar.
- Neji... - el ojos de perla la miró algo aliviado, al menos estaba hablando. - Por favor...
El Hyuga entendió el mensaje, ___ no quería que Hitoshi le hiciera daño a Shikamaru, tendría que intervenir. Con su Byakugan se acercó rápidamente al peliverde, con el puño suave inhabilitó los puntos de chakra del brazo con el que tenía agarrado a Shikamaru, haciendo que lo soltara inmediatamente, para luego interponerse entre ambos y usando el jutsu palma del vacío hizo retroceder a Hitoshi.
- ¡___ es tu mejor amiga y prefieres defenderlo! - el Otonashi estaba dispuesto a cualquier cosa. - Vaya amigo, Hyuga.
- Debe haber una forma más civilizada de resolver esto, Hitoshi. Además, yo cumplo los deseos de tu hermana, ¿no deberías hacer lo mismo?
Hitoshi miró a ___, estaba tosiendo sangre. Se agachó para poder verla bien, todo estaba mal, muy mal. La Otonashi abrazó fuertemente a su hermano, él le devolvió el gesto mientras acariciaba su cabeza, Neji tenía razón, cumpliría los deseos de su hermana y la protegería. Con un jutsu de Hitoshi, ___ cayó dormida, de esa manera su cabeza no la torturaría tanto. El Alfa la tomó en brazos, era hora de irse a casa.
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Ojos color cielo. ºNara Shikamaruº
FanfictionOtonashi ___ es una kunoichi de la aldea de la hoja, criada dentro de una familia llena de desgracias, que poco a poco ha ido volviéndose fuerte. Perseguida por un pasado que la tortura todos los días, ha tenido que pelear sin descanso para no morir...