El día vino y se fue, la familia Otonashi tenía esperanzas de poder encontrar a Mika, además, las palabras de Matsuya-sensei habían tranquilizado a Lady Tsunade. La única persona que se encontraba totalmente intranquila por la información de la Hashi era la gran Alfa, Otonashi Yoko.
La matriarca Otonashi estaba en su Oficina, de un lado hacia otro por el nerviosismo y la preocupación de ver de nuevo a sus hermanos mayores, Yoshio y Yobu. Pensaba que todos sus problemas habían quedado atrás con el nacimiento de Satsuki, puesto que Yobu había entrenado durante muchos años a su hija mayor, pero lo que supuestamente se había arreglado volvió a romperse con el nacimiento de Mika, porque ella tenía algo que sus hermanos deseaban, algo por lo que odiaban a su hermana menor.
Ellos quería poder.
Por esa misma razón no querían a Yoko, porque su madre había decidido ponerla como Alfa del Clan sabiendo que era la menor, pero aunque fuera la más pequeña, era la más fuerte. Desde que Kamuri, su madre, tomó esa decisión, los hermano Yoshio y Yobu comenzaron a despreciar a su hermana, tanto así que se fueron de la hoja para no estar cerca de ella, terminando en Kirigakure. Tiempo después, durante el ataque de Kurama a Konoha, Yoko adquirió el poder Supremo de los Otonashi, la bendición de Makami, el Dios lobo guardián, mejor conocido como Ultraluna, poder que también le fue entregado por su madre, haciendo que el odio de sus hermanos incrementara cada vez más.
Cuando se enteraron que la hija menor de Yoko, Otonashi Mika, había nacido con el chakra blanco, enloquecieron, tanto así, que tuvieron que encerrarlos durante algún tiempo para que no destruyeran nada. Ese resentimiento y odio habían movido a los dos Otonashi...
- Ustedes secuestraron a mi pequeña. - dijo Yoko en voz alta, seguía caminando de un lado hacia otro.
- ¿Qué hacemos Yoko-sama? - preguntó el líder de su manada, Ruko. - Si sus hermanos tiene el control sobre el chakra blanco, podrían destruir Konoha en un abrir y cerrar de ojos. Además, eso significaría que Mika está...
- Mika no está muerta, Ruko. - Interrumpió. - Esos dos saben perfectamente que no pueden matar a mi pequeña. Ellos no quieren el chakra de Mika, ya no; lo que quieren es el Ultraluna, creen que pueden quitármelo.
- Pero, pensé que eso era imposible, solo el portador puede decidir a quien darle la Bendición de Makami, ¿cómo pueden quitárselo?
- Me sobornaran con la vida de Mika, con el bienestar de la aldea y con la supervivencia del país de Fuego. Llegaran a acabar con todo si me niego a darles lo que quieren. Tampoco descarto que alguno quiera que le entregue mi título de Alfa.
- La situación en la que estamos no podría ser peor, ¿aceptaras sus peticiones?
-Por supuesto que no. Nunca les entregaría nada a ese par, no les confiaría un poder tan grande como el Ultraluna y mucho menos el liderazgo de mi familia. Tanto Yobu como Yoshio han demostrado maldad en sus corazones, están podridos y ese tipo de personas no pueden estar a cargo de nada. - se detuvo y suspiró. - Tengo que detenerlos lo que me sea posible, es inevitable que lleguen a la aldea, pueden que lleguen a destruirla por completo, pero eso es lo que menos me preocupa. Debemos sacar a todos lo habitantes de Konoha, si la aldea llegará a quedar en cenizas, ___ sabe el jutsu de mi madre, con eso se reconstruirá por completo, al menos esta vez. Tendré que usar todo mi poder para detenerlos o para quitarles el chakra de Mika, se que en ese último caso ___ y Hitoshi se encargarían del resto.
- Estamos a tu ordenes Yoko, ¿cuál es el plan a seguir?
- Sus pergaminos de invocación están listos, al igual que las cartas. - sonrió y se agachó a la altura de su fiel amigo y compañero de vida. - Roku, si algo me pasa, sigan el plan de repartición y quedaran a total disponibilidad de mis hijos, ellos serán sus nuevos amos. Durante el ataque de Kurama tuve mucha suerte, pero en este momento no dispongo de ella.
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Ojos color cielo. ºNara Shikamaruº
FanfictionOtonashi ___ es una kunoichi de la aldea de la hoja, criada dentro de una familia llena de desgracias, que poco a poco ha ido volviéndose fuerte. Perseguida por un pasado que la tortura todos los días, ha tenido que pelear sin descanso para no morir...