Otonashi ___ es una kunoichi de la aldea de la hoja, criada dentro de una familia llena de desgracias, que poco a poco ha ido volviéndose fuerte. Perseguida por un pasado que la tortura todos los días, ha tenido que pelear sin descanso para no morir...
___ se encontraba en el techo de su casa después de volver a tener esas visiones. "Ha pasado bastante tiempo desde que tuve el último colapso, ¿por qué ahora? ¿por qué de nuevo?". Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos grises. Estaba cansada de estar huyendo, de ser una paranoica, de que su pasado la estuviera persiguiendo, que no pudiera confiar en nadie.
"¿Volvió por ti, Shikamaru?, de verdad quería que fuéramos amigos. De verdad quiero que seamos amigos". Miró al cielo nocturno, le encantaba mirar las estrellas. No sabía que hacer, toda la situación había sido muy extraña; la conversación había desatado los recuerdos, pero el contacto con Shikamaru hizo que todo se esfumara tan rápido. "Todo es demasiado raro".
Hitoshi se sentó a su lado y la abrazó; ella simplemente lloró con su hermano. Le contó toda la situación que había transcurrido hace unas horas. Él la alejó un poco para mirarla a los ojos.
- ___, he estado a cargo de tu caso médico desde que todo esto empezó, soy el más calificado para darte un consejo en esta situación. Has estado en silencio por un año, no has querido hablar nada con nadie. Si tus amigos lo saben es porque nos pediste que les contáramos, pero nunca has hablado personalmente de eso. ¿Por qué no te desapegas de esos malos recuerdos y se lo dices a alguien?. No te pido que se lo cuentes a cualquiera, pero tienes que confiar. No puedes hacerlo sola, necesitas apoyo, y lamentablemente el nuestro ya no es suficiente.
___ se quedó en silencio, reflexionando en lo que su hermano había dicho. Hitoshi le dio un pequeño beso en la frente y la dejó sola de nuevo. " Necesito algo de tiempo, para saber si puedo confiar en ellos". Se bajó del techo y entró a su habitación por la ventana, intentaría dormir.
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Shikamaru llegó a su casa recibiendo un golpe y un regaño de su madre. Él simplemente se quejó y se sentó a la mesa con Shikaku, que estaba ocupado con unos documentos de su trabajo. El joven Nara quería preguntar acerca de ___, pero sabía que no le diría nada del tema. Aún así, debía encontrar una forma de ganarse la confianza de la Otonashi.
- Padre, ¿cómo puedo ganarme la confianza de una mujer? - dijo fingiendo poco interés.
- ¿Puedo saber de quién se trata? - lo miró su padre con una ceja levantada.
- Ahg, que fastidio. Otonashi ___. ¿Cómo me gano su confianza?
- Eso... - desvió la mirada hacia el techo y luego la posó en los ojos de su hijo - Es muy complicado, por no decir que es casi imposible. Va a ser difícil ganarse su confianza en este momento de su vida. Hace un año, era algo muy fácil, pero... - silencio.
- ¿Pero?
- No puedo hablar de eso. El consejo que puedo darte es... Se quien eres, se leal; pídele que sean amigos. Si ella te dice que no quiere, no insistas, sería inútil; pero si ella acepta, poco a poco verás quien realmente es. Créeme - le dedicó una sonrisa - ella aceptara.
