- Tengo un mal presentimiento Ruko. - le dijo Yoko a su fiel compañero, estaban en la oficina de la Alfa. - La muerte viene y no se quedará tranquila hasta hacer una catástrofe.
- Esas mismas palabras me las dijo años atrás, Yoko-sama. - recordó el lobo. - Antes del ataque de Kyūbi se encontraba igual de intranquila.
- Tuve mucha suerte durante el ataque de Kurama, pero esta vez será diferente.
- ¿Cree que morirá, Yoko-sama?
- No lo creo, Ruko, estoy segura. - Unas lágrimas se resbalaron por sus mejillas. - Abandonar a mis pequeños será lo más difícil de todo, pero una Kunoichi tiene que hacer lo que una Kunoichi tiene que hacer.
- ¿Qué hará entonces, Yoko-sama?
- Seguiré escribiendo las cartas, tengo la mayoría listas, pero había parado de escribirlas por la aparente paz que reinaba en Konoha. Aun debo escribir las más difíciles para mi. Retírate, Ruko, informame si hay novedades. - Ruko dejó la oficina.
Yoko tomó los papeles que normalmente usaba para las cartas y se dejo llevar por su más grande brújula.
Su corazón
"Lo que no te mata, solo te hace mucho más fuerte.
No es fácil pensar que ya no estoy en este mundo para verte sonreír.
Verte evolucionar por tantos años después de lo ocurrido me ha dado la esperanza de que todo puede mejorar, las heridas de tu cabeza nunca podrán destruir la persona que eres; esa Kunoichi fuerte, valiente, decidida, talentosa, inteligente que tanto he logrado admirar. Aún tienes muchos años de vida por delante, muchas guerras, peleas, decisiones y no es un secreto para nadie que pondrías la vida de cualquiera por encima de la tuya; pero morir significaría matar a todas esas personas que están enamoradas de tu compañía, porque, así como la mía, esta dulce persona que eres ha conectado en muchas personas y morir es llevártelas a ellas contigo.
Durante el entrenamiento de la Senda del Lobo me mostraste que estarías dispuesta ha entrenar todo lo que pudieras para ser digna de tu aldea, pero te diré lo más importante de todo, no busques ser digna de una aldea, busca ser digna de ser quien eres, eso es lo más importante. Una aldea puede rechazarte, y siempre podrás encontrar otras, pero el día en que comiences a rechazar quien eres, será el día en que debas encontrarte de nuevo. Durante nuestra pelea cuando regresaste a Konoha luego de tu entrenamiento, admito que llegue a dudar de tu avance y hasta me planteé terminar con la prueba antes de tiempo, pero una vez más, me demostraste lo contrario a lo que pensaba. Mostraste estar totalmente atenta a todo lo que te había dado y con eso marcaste historia, pues lograste lo que ningún Otonashi había podido, vencer al Alfa. Eso me dejo ver que te convertirás en una leyenda y que ninguna batalla será lo suficientemente difícil para ti.Tal vez la decisión que tomé te parecerá apresurada, que tal vez había alguna manera de salvarme, pero es hora de dejar el mundo en manos de aquellos que tiene más talento y fuerza que yo. No quiero que pienses que lo ocurrido con la pequeña Midori ha cambiado en algo mi concepción de ti, para nada, mi cielito, como tu madre sé mejor que nadie que tan duro fue, ni siquiera yo hubiera soportado algo así; no dejes que tu cabeza tomé el control de esa manera, porque terminaras destruyéndote. Por último, quiero que seas feliz, mi pequeño pedacito de cielo, porque desde que tu hermana nos dejo no has sido capaz de ser igual de feliz, sé que durante estos años no he podido darte toda esa felicidad, pero también sé que tienes una persona a tu lado que daría lo que sea por ti, así como tu padre lo hizo por mi. Pregúntale sobre él a Shikaku, te dirá todo lo que tengas que saber.
Te amo, mi pequeña, siempre lo haré sin importar donde me encuentre, mi amor nunca se acabará y no hay nada en este mundo que pueda destruirlo. Sigue siendo la mujer que eres, el mundo merece más personas como tú.
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Ojos color cielo. ºNara Shikamaruº
FanfictionOtonashi ___ es una kunoichi de la aldea de la hoja, criada dentro de una familia llena de desgracias, que poco a poco ha ido volviéndose fuerte. Perseguida por un pasado que la tortura todos los días, ha tenido que pelear sin descanso para no morir...