Un Error Puede Cambiar Muchas Vidas

La Chica

—¿Esperabas visita? — pregunta Ruby llevando la mano a su espalda y sacando a Crecent Rose en su forma compacta.

—Muy graciosa — Yang extiende a Émber Célica y lentamente comienzan a caminar, es de noche así que la fauno va más adelante debido a su visión nocturna.

Se asoma por la puerta con cuidado, no ve nada y los muebles están es sus lugares usuales. Avanza con cautela y escucha un ruido proveniente de una de las habitaciones, le indica el lugar a Ruby y ambas se dirigen allí en silencio, la mayor se asoma y la ve, la misma chica que los había contratado.

Una repentina ira crece dentro de ella y sin esperar ataca, la chica no parece ser una fauno porque mira varias direcciones antes de encontrarse con los ojos rojos de la rubia.

—¡¿Qué haces acá?! — pregunta estrellándola contra la pared y colocando su brazo contra el cuello de la contraria cortándole la respiración, su otra mano la usa para apuntar el cañón de su brazalete a la cien.

—Su... Suéltame... — la pelicorta logra sacar una de sus armas y apunta con ella el abdomen de la rubia.

—Yo de ti no haría eso — la luz se enciende y aparece Ruby preparada para disparar.

—¡¿Qué haces acá?! — vuelve a preguntar la más alta elevando el tono de su voz y apretando el agarre.

—N... N... n... — Ruby inclina la cabeza confundida y no es hasta que ve la cara morada de la chica que se angustia.

—¡La vas a matar! — guarda su arma y corre hasta su hermana separándola a la fuerza, la invasora cae al suelo tosiendo y sobándose el cuello.

Tras que la chica se recupera las 3 se sientan en la sala, Yang y la joven de ojos azules y pelo corto mirándose fijamente.

—Mira, aquí tienes — Ruby vuelve de la cocina con un vaso de agua y se lo tiende amablemente a la que ahora considera su Invitada, se gana una mirada de confusión por parte de esta.

—¡Ruby! — regaña Yang —¡Es la enemiga! — pero no es escuchada.

—Gracias... — con cuidado la nueva toma el vaso insegura en si tomar o no, tal vez tiene algo aunque la sonrisa inocente de Ruby le da pocas sospechas.

—Entonces ¿Por qué estas aquí? — pregunta la ojiplateada sentándose a un lado de su hermana.

—Supongo que no me dejarán ir hasta que les diga ¿Verdad? — cuestiona la chica rendida.

—Tengo super velocidad así que... Nop— la ojiazul suspira y deja el vaso en la mesa.

—Estoy buscando a Blake Belladonna — las hermanas se tensan e intercambian una corta mirada

—Ella... Está muerta... — murmura Ruby sabiendo que la rubia es incapaz de hablar sin romper algo en ese momento.

—No somos estúpidos, desde que fui a pagar supe que algo iba mal, además, tenemos oídos y ojos en todas partes, los rumores corren saben— Yang aprieta la mandíbula y su cuerpo comienza a elevar su temperatura.

—¿Cómo encontraste esta casa? Nadie debería saber esta ubicación — eso es porque es un lugar de emergencia, por si la policía los persigue.

—Adam me dijo — la rubia frunce el ceño.

—Eso no tiene sentido, el nunca le daría tal información a una desconocida— comenta sabiendo muy bien que los lazos entre contratante y contratado se rompen una vez hecho el trabajo y nunca se vuelven a hablar.

—Pero es que yo no soy una desconocida — la chica se da cuenta de que el dúo no entiende de que está hablando, levanta las cejas sorprendidas —Esto no me lo esperaba —