"Keep Moving Foward"

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Rubén se incorporó en la cama, había tenido una pesadilla, de nuevo; suspiró y pasó las manos por su cara antes de mirar el alrededor, por la ventana no entraba casi luz así que sería muy temprano, se sentó en la orilla mirando el suelo con sus dedos entrelazados. No quería pensar en ello pero no podía evitarlo, sus pensamientos no se detenían.

Ruby... Maldita sea...— hizo una mueca y apretó los puños con frustración, se levantó caminando hacia la pared pero una luz amarilla iluminó la parte baja de su puerta y escuchó varios pasos ¿Quién estaba despierto a esa hora? La persona pasó frente a su habitación, lo sabía por el ruido y la sombra que creaba.

La curiosidad le gana así que deja su anterior objetivo y se asoma, cabellera blanca, estatura promedio, coleta a un lado de su cabeza, yep, es Weiss. La oji-plateada se queda analizando la situación, no le sorprendería que la heredera tenga que hacer algo importante, se decide y arregla rápidamente colocándose algo casual.

Baja las escaleras y camina hasta una de las oficinas, entra con las manos en los bolsillos, ahí está la heredera comenzando a sacar unos papeles.

¿Qué haces princesa?— pregunta la más alta provocando que Weiss se sobresalte y un chuzo crezca del suelo para apuntarle al cuello — Wow... Calma copito, solo tenía curiosidad...

— ¡Rubén! — La peliblanca abre los ojos sorprendida y deshace el hielo — Lo siento, me tomaste por sorpresa — se explica respirando hondo — Como sea ¿Qué haces levantada tan temprano? Y ¿Acaso me has dicho copito? — pregunta levantando una ceja.

No sabía que daba tanto miedo — bromea la de capa roja intentando no sonar nerviosa, esa reacción la había tomado por sorpresa, no solo porque fue de repente sino porque no pudo defenderse, tenía la guardia baja cosa que raramente hacía — Escuché tus angelicales pasos y me sentí atraída por el balanceo de tus caderas — responde sonriendo divertida cuando ve a la más baja quedar tan roja como su capa.

— ¡Cállate idiota! — exclama Weiss avergonzada, Rubén sonríe con cariño y mira el suelo.

La verdad tuve una pesadilla — admite rascándose la nuca y haciendo una mueca — No significa que tus caderas no me atraigan — añade sintiendo algo frío golpear su frente, un pedazo pequeño de hielo cae en sus manos, Weiss la mira sonrojada pero a la vez preocupada.

— ¿Qué clase de pesadilla? —  cuestiona dejando lo que estaba haciendo, Rubén aparta la mirada, sabía que iba a preguntar pero fue su decisión decirlo.

No lo sé, se me olvidó — responde con simpleza encogiéndose de hombros, toda su vida a sido así, no le gusta hablar de sus cosas pero sabe que eso está cambiando con Weiss y no le molesta solo... Le causa curiosidad.

— ¿Estás segura?— Rubén asiente.

Mucho acerca de mi ¿Qué haces?— pregunta mirando todo, las hojas están llenas de números, no sabe lo que tiene que hacer con ellos pero no es del todo ajena al tema.

— Tengo que hacer un informe — murmura la heredera sentándose en una silla y tomando un lápiz junto a una calculadora.

 Hmmmmm— la de capa roja se da la vuelta y sale del lugar dejando a una oji-azul confundida, suspira algo decepcionada pero al fin de cuentas es Rubén con la que está tratando; sacude la cabeza apartando esos pensamientos y se concentra en lo que tiene que hacer.

Pasaron unos minutos, el cielo se iba aclarando lentamente pero los ojos de la joven Schnee se estaban cerrando, se sobó la cien con desesperación y eso que su día solo estaba empezando, apoyó la frente en la mesa.

Un Error Puede Cambiar Muchas VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora